Suele decirse que, en los países presidencialistas, en donde hay elecciones ejecutivas o legislativas cada dos o tres años, se vive en constante campaña electoral. Y, quizás, Estados Unidos es el mejor ejemplo de esto hoy en día.
Apenas una semana después de las elecciones de medio término, la carrera por llegar a la Casa Blanca ya ha comenzado, pese a que aún faltan casi dos años para estos comicios: el martes por la noche, el expresidente Donald Trump anunció formalmente, desde su mansión en Florida, que será candidato en las elecciones de 2024.
"Para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grandioso, esta noche anuncio mi candidatura a la presidencia de Estados Unidos", dijo un Trump rodeado de banderas nacionales.
Por un lado, con su anticipado, pero poco secreto, anuncio Trump intentó aprovechar el momento del Partido Republicano, que a la brevedad obtendrá la mayoría en la Cámara de Representantes.
Sin embargo, muchos acusan al propio Trump de que el GOP no haya tenido el desempeño esperado, ya que, más allá de su triunfo en la Cámara de Representantes, la diferencia fue menor que la proyectada, mientras que el Senado seguirá siendo demócrata.
Por otra parte, el magnate también intentó adelantarse a algunos de sus posibles competidores, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien fue reelecto contundentemente en las elecciones estatales y pica en punta para disputarle el liderazgo del partido.
Así, Trump, de 76 años, buscará convertirse en el segundo presidente de Estados Unidos en la historia en cumplir dos mandatos no consecutivos, después de Grover Cleveland, que lo hizo entre 1885 y 1889, y entre 1893 y 1897.
Un discurso picante
Durante su anuncio, Trump evitó los insultos que lo han caracterizado, aunque criticó duramente la presidencia de Joe Biden: "Hace dos años éramos una gran nación y pronto volveremos a serlo (...) el renacimiento de EE.UU. comienza ahora mismo".
Aprovechando el actual contexto internacional, en el cual EE.UU. enfrenta múltiples desafíos al mismo tiempo, el líder republicano recordó que fue "el primer presidente sin guerras, el mundo estaba en paz y EE.UU. estaba prosperando".
En este sentido, dijo que "China, Rusia, Irán y Corea del Norte estaban esperando nuestras órdenes, ellos lo sabían muy bien. Corea del Norte no había lanzado un solo misil desde mi reunión con Kim Jong-un".
"Ahora somos una nación en declive, en fracaso. Desde la elección de Biden ha sido un momento de dolor (...) Nuestros enemigos están hablando de nosotros, riéndose", agregó.
En un momento en el que el país enfrenta la inflación más alta en los últimos 40 años, el magnate también defendió su gestión económica: "Hace tres años nuestra nación estaba en el pináculo del poder. Todos estaban gozando de una buena economía, sacamos a millones de la pobreza (...) por primera vez con nosotros China estaba pagando miles de millones de dólares en impuestos".
Además, intentando alejarse de las críticas que lo tratan de racista o clasista, expresó: "Nuestro país está en grandes problemas y esta es una tarea para un gran movimiento, esto no es para un solo individuo, sino para jóvenes, viejos, afroamericanos, asiáticos, hispanos".
"Biden es el rostro del fracaso de la izquierda (...) Vamos a destruir a los demócratas radicales de izquierda", sentenció.
Biden no se queda atrás
Aunque Trump intenta hacer creer que el presidente Biden se encuentra debilitado, el buen desempeño del Partido Demócrata en las "midterm" demuestra que esto no es así.
Incluso el propio líder demócrata es consciente de ello y, tras conocer los resultados, aseguró que quería ir en busca de su reelección, si bien lo definirá recién a mediados de 2023.
En 2020, Biden, que justamente derrotó a Trump, se convirtió en el candidato presidencial más votado en la historia de su país. Y el martes, tras el anunció del magnate, el líder demócrata no se olvidó de la rivalidad entre ambos: publicó un video en su cuenta de Twitter acusándolo de haberle fallado al país.
Sin embargo, pese a que Biden se muestra envalentonado, una encuesta de Edison Research reveló que 7 de cada 10 votantes creen que sigue siendo muy impopular y no debería volver a presentarse.
Entre las principales preocupaciones de la población, se encuentra que el mandatario, que ya es el presidente más viejo en la historia del país, se postularía con 82 años.
