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Algunas buenas noticias de la economía global

Sin embargo, son múltiples los riesgos que enfrenta la economía mundial de cara al 2023

Si bien las buenas noticias comienzan a hacerse presentes y hasta en algún punto nos toman por sorpresa, lejos estamos de haber superado el contexto
Si bien las buenas noticias comienzan a hacerse presentes y hasta en algún punto nos toman por sorpresa, lejos estamos de haber superado el contexto
Sofía Milagros Suardi 16 noviembre de 2022

Después de un 2022 para el olvido, en las últimas semanas un aluvión de buenas noticias tanto para las autoridades monetarias como para los gobiernos se hicieron presentes. 

La incipiente suavización de las presiones inflacionarias en Estados Unidos, la acertada gestión por parte del Banco de Inglaterra de una difícil situación interna, los indicios de un giro en las medidas sanitarias en China que se aleja de su política de Covid 0 y el buen clima que acompaña a una Europa que enfrenta su primer invierno sin contar con el gas ruso, son eventos que vale la pena remarcar.

La inflación en Estados Unidos mostró los primeros signos de desaceleración en octubre y se ubicó en 7,7% respecto de un año atrás, situación que provocó euforia en Wall Street -las acciones tuvieron su mejor performance en dos años y medio- al tiempo que el mercado recortó su expectativa de suba de tasas de interés de la Reserva Federal para su última reunión del año de 75 a 50 punto básicos tras conocer el dato de inflación-.

  • En el mercado de renta fija, el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a dos años, especialmente sensibles a los movimientos en las tasas de interés, se desplomó 0,25 p.p. hasta tocar 4,33%, siendo esta su mayor caída desde octubre del 2008. En simultáneo la tasa a 10 años se derritió hasta tocar 3,82% (-0,27 p.p.) su movimiento más brusco desde marzo de 2020.

El colapso en el retorno de los Treasuries fue acompañado por una caída vertical del dólar (desde que Jerome Powell anunció que la Fed empezaría a ajustar la política monetaria en diciembre de 2021, el dólar y los rendimientos del Tesoro se movieron juntos). El descenso fue el más abrupto desde 2009 y el Dollar Index Spot de Bloomberg se hundió 2%.

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El colapso en el retorno de los Treasuries fue acompañado por una caída vertical del dólar

El dato positivo de una inflación mayorista que también muestra signos de desaceleración no hizo más que darles un empujón adicional a dichos movimientos.

A su vez, la expectativa de un incremento de sólo 50 pbs por parte de la Fed en diciembre, llevaría a una contracción en el spread de tasas con el Banco de Inglaterra y un retorno de capitales a dicho país. 

Lo que nos lleva al siguiente punto, la apreciación de la libra es en simultáneo apuntalada por el anuncio de la autoridad monetaria de neutralizar su intervención en el mercado de bonos comprendida entre el 28 de septiembre y el 14 de octubre (US$ 22,5 miles de millones) luego de su rápida respuesta para salvaguardar la salud del sistema financiero tras el revuelo ocasionado por el "Mini Budget" de la ex primer ministra Liz Truss. 

El Banco de Inglaterra adoptó una firme postura contra la dominancia fiscal, por la cual los gobiernos fuerzan a los bancos centrales a financiar sus excesos, mientras que en simultáneo atacó un problema de falta de información conocido como riesgo moral, por el cual el mercado empuja a los bancos centrales a subvencionar la asunción de riesgos excesivos.

Volviendo la mirada hacia el continente asiático, China introdujo la revisión más importante de su estricta política de Covid 0 desde el comienzo de la pandemia, avanzando hacia una reconexión con el mundo. Dentro de las 20 medidas anunciadas se pueden destacar la reducción en la cantidad de tiempo que los turistas y los contactos estrechos deben pasar en cuarentena y la limitación de los testeos. El índice de referencia de la renta variable asiática registró el mayor avance en más de dos años mientras que el yuan se fortaleció.

China introdujo la revisión más importante de su estricta política de Covid 0 desde el comienzo de la pandemia
China introdujo la revisión más importante de su estricta política de Covid 0 desde el comienzo de la pandemia

Una continuidad de anuncios en esta dirección podría brindar cierto alivio para el panorama inflacionario global ya que podría implicar una cierta relajación de las cadenas de suministro. Como contrapunto, podría generar una presión en sentido opuesto dado que implica un aumento de la demanda de materias primas, que no tardaron mucho en reaccionar, el petróleo hasta el hierro y el cobre exhibieron alzas.

En el caso de Europa, el aumento de las importaciones de gas natural licuado para sustituir los suministros de los gasoductos rusos -que ahora sólo representan el 9% del abastecimiento de la Unión Europea, frente al 40% del año pasado- contribuyeron a que el almacenamiento europeo alcance más del 90% de su capacidad, mientras que un clima más cálido que lo anticipado supone un retraso en la demanda de calefacción de los hogares. 

  • El seguimiento de la demanda de gas natural muestra que Europa acumula una reducción del 7% en lo que va de año en comparación con la media de 2019-21. La Unión Europea acordó reducir voluntariamente la demanda de gas en un 15% este invierno. La expectativa de evitar un racionamiento de energía durante el invierno llevó a que el gas europeo cayera por debajo de los 100 euros MWh por primera vez desde que Rusia recortó la oferta este verano.

Sin embargo, esta reciente conjunción de buenas noticias lejos está de indicar que el trabajo de los bancos centrales está hecho y que la economía mundial está fuera de peligro. Si algo aprendimos en los últimos años es que las cosas siempre pueden salir mal, sobre todo en un contexto de creciente incertidumbre donde el dinero barato, la demanda recargada de China y la geopolítica de baja fricción -ingredientes de la fórmula secreta que permitió décadas de crecimiento sostenido y precios estables- desaparecieron.

La historia indica que las rápidas alzas de tasas de interés de la Fed pueden empujar a Estados Unidos a una recesión en 2023, cuya magnitud depende la efectividad de la autoridad monetaria para domar la inflación, escenario recesivo que podría forzar al banco central pegar la vuelta y el tan ansiado Fed pivot -cambio de dirección de la política monetaria de contractiva a expansiva- finalmente llegaría pero no de la forma en la que el mercado lo espera.

La historia indica que las rápidas alzas de tasas de interés de la Fed pueden empujar a Estados Unidos a una recesión en 2023
La historia indica que las rápidas alzas de tasas de interés de la Fed pueden empujar a Estados Unidos a una recesión en 2023

El riesgo se replica en el resto del mundo, ya que la mayoría de los países comparten el problema de inflación de Estados Unidos y sus bancos centrales están tomando el mismo camino para solucionarlo. Al mismo tiempo que las tasas altas conllevan un problema adicional para economías fuertemente endeudadas -la deuda total de los países miembros del G7 trepó a 128% del PIB este año frente a tan sólo 81% en 2007-, los costos de la deuda escalan y pueden volverse un problema serio si no se hacen recortes fiscales pertinentes.

En lo que hace a la reapertura de China, la incertidumbre continúa presente dada la probabilidad de que el Gobierno decida dar marcha atrás con las medidas recientemente implementadas. 

Aún no está claro cuándo y cómo el Gobierno pondrá fin a su política de Covid Cero. Y no nos olvidemos de la crisis inmobiliaria que atraviesa el gigante asiático, problema aún no resuelto y que puede tener un impacto inconmensurable no sólo sobre la economía china sino sobre la economía mundial.

Respecto a la Unión Europea, aun cuando los precios del gas están 70% por debajo de los niveles registrados en agosto, cuando se dispararon por encima de los 300 euros/MWh, continúan sobre la franja de 20 a 40 euros/MWh en la que cotizaron en la última década. A su vez el buen clima puede revertirse y el conflicto con Rusia escalar derivando en precios del gas aún más elevados, situaciones que de combinarse podrían llevar a la economía europea a una contracción similar a la de la crisis financiera.

En definitiva, si bien las buenas noticias comienzan a hacerse presentes y hasta en algún punto nos toman por sorpresa, lejos estamos de haber superado el contexto de incertidumbre que imperó a lo largo de los últimos tres años y son múltiples los riesgos que enfrenta la economía mundial de cara al 2023, que con distinta probabilidad de ocurrencia pueden poner a la recuperación de la pos pandemia en jaque.

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