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Carlos III en Francia: cena en Versalles y cambio climático

El monarca realizó una visita oficial a Francia junto a su esposa, la reina Camila. Allí, mantuvo encuentros con el presidente Emmanuel Macron y la primera ministra Élisabeth Borne, aunque su momento más destacado fue cuando expuso sobre la lucha contra el cambio climático.

Carlos III en Francia: cena en Versalles y cambio climático
Victoria Rinaldi 27 septiembre de 2023

Tras haber pospuesto su llegada al país vecino debido a las protestas, seis meses después de lo anticipado, Carlos III finalmente arribó de forma oficial por primera vez, desde su coronación como rey en 2022, al territorio francés. Junto a su esposa, la reina Camilla, fue recibido el 20 de septiembre por la primera ministra de Francia -Élisabeth Borne-, para luego reunirse con Emmanuel Macron y llevar a cabo diferentes actividades durante sus tres días de estadía. 

El Rey británico se mostró a gusto con el presidente, participando en distintos homenajes y visitando el Senado francés, donde también ofreció un discurso durante su segundo dia de visita en París. Su presencia en Francia no pasó desapercibida, tanto por aquellos simpatizantes de la monarquía británica como por aquellos manifestantes con tendencias antimonárquicas, ya que sus actividades estuvieron en el foco de atención de medios tanto europeos como internacionales. ¿Qué implicó la visita de Carlos III a Francia? ¿Y qué implica para el Reino Unido y para él en su rol como cabeza de la monarquía británica? 

Tres días en Francia 

La relación entre Francia y el Reino Unido ha atravesado distintos tipos de situación en los últimos cien años.  Los vínculos entre sus gobernantes siempre han sido relevantes tanto para acompañarse en momentos de necesidad como para limar asperezas en momentos de tensión. En los últimos años, particularmente con la salida del Reino Unido de la Unión Europea en 2015, momentos de tensión han atravesado la estrecha relación entre los dos países. Sin embargo, esta visita por parte del Rey Carlos III como también las reuniones durante el año por parte de Macron y el Primer Ministro británico -Rishi Sunak-, apuntan a respaldar una relación política mejorada entre ambas naciones.

Siguiendo los pasos de su antepasada, la Reina Victoria, Carlos acudió al Palacio de Versailles en su trigésimo quinta visita oficial, para asistir a una cena que se llevó a cabo durante la primera noche de su viaje a Francia. Con un extravagante menú que involucraba platos e ingredientes de ambos países, el evento también contó con la presencia de figuras reconocidas como el cantante de los Rolling Stones -Mick Jagger-, el actor británico Hugh Grant y figuras del mundo del deporte como Arsene Wenger y Didier Drogba.

Durante el brindis, Carlos III y Macron resaltaron la importancia de la buena relación entre Francia y el Reino Unido. El monarca británico mencionó la necesidad de reforzar la amistad para que la misma se encuentre actualizada con los desafíos de política internacional de este tiempo, a lo que el presidente respondió que, conociendo la antigüedad del vínculo que unía a ambos países, más allá de las consecuencias originadas en el Brexit, en forma conjunta Francia y Gran Bretaña continuarían escribiendo parte de la historia del continente europeo. 

El segundo día de la visita del Rey estuvo marcado por su presencia ante el Senado francés, convirtiéndose así en el primer miembro de la familia real británica en exponer en este recinto. En un discurso que fue dado con partes tanto en inglés como en francés, Carlos III señaló la importancia de la sustentabilidad en la relación entre ambos países, y reseñó la actual situación que soporta Ucrania como consecuencia de la agresión militar rusa, a la que consideró como una lucha compartida por los valores democráticos. El Rey fue ovacionado por su discurso, incluso llegándose a escuchar "¡larga vida al Rey!". 

La estadía de los monarcas británicos en Francia culminó con una visita a la Ciudad de Bordeaux en su tercer y último día en el país vecino. Este destino carga con gran importancia para la historia de ambos países, ya que se trata de un territorio ocupado por el Reino Unido durante la Guerra de los Cien Años, que tuvo lugar entre 1337 y 1453, pero que siempre fue parte de Francia. Allí, el Rey participó de la plantación de árboles, además de reunirse con trabajadores de la región, severamente afectada por el cambio climático y sus consecuencias, que han impactado negativamente en la actividad vitivinícola característica propia de la zona. 

Tensión con Sunak

La visita de Carlos III al país vecino supera lo simbólico y formal, inevitablemente viéndose atravesada por lo político, dándose en circunstancias particulares dentro de la realidad actaul del día a día en la política británica. Recientemente, Rishi Sunak anunció que pospondría la aplicación de diversas políticas para luchar contra el cambio climático, incluyendo entre ellas, una postergación en la prohibición de la comercialización en el mercado local de vehículos nuevos impulsados tanto por gasolina como por diésel. Es bien sabida la posición del actual monarca británico en estos temas, por lo que la visita y su discurso en el Senado francés generaron cierta expectativa sobre lo que el Rey diría, respecto al accionar de su Primer Ministro.

Carlos III buscó dar un discurso neutral, en el que llamó a ambos países a formar una entente para la sustentabilidad, haciendo alusión al acuerdo entre ambas naciones en el año 1904, y que si bien tenia el foco en cuestiones del colonialismo de la época, sustentó el fortalecimiento de la relación entre Francia y el Reino Unido de cara a los años venideros, que implicarían altos niveles de conflictividad a nivel continental. También recordó cuánto su madre -la Reina Isabel II- adoraba Francia, e hizo énfasis en la alianza entre ambos países. 

Estas circunstancias hacen que regrese a la luz una cuestión muy discutida, que implica hasta qué punto puede un rey involucrarse en los asuntos políticos. Como su madre y sus antecesores recientes, Carlos III solo posee un poder simbólico y no puede participar de los temas previamente mencionados. Siendo una figura tradicionalmente reconocida por involucrarse en la cuestión climática, no fue sorpresa para nadie que su discurso fuera esperado notoriamente por diversos grupos con interés en el tema. Carlos III optó por la sutileza. 

Herencias 

Desde antes de su ascensión al trono británico, Carlos III fue un personaje polémico y polarizante dentro de la familia real. Al fallecer Isabel II, la comparación entre ambas figuras fue inevitable. Si bien Isabel siempre tuvo tanto simpatizantes como críticos, fue considerada por muchos como una reina sutil y amigable, mientras que su hijo, en reiteradas ocasiones, fue visto como una persona controversial y poco preparada para ocupar el rol al que estaba destinado. 

Sin embargo, en su tiempo como monarca, Carlos III ha comenzado a desenvolverse en su rol visitando a países aliados, mostrándose activo en la lucha contra el cambio climático y también manifestando su opinión a favor de Ucrania en el conflicto con Rusia, mostrando así un interés por seguir los pasos de su madre, como un monarca involucrado. El tiempo dirá cómo ha resultado su intervención.

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