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Mercado histérico: cómo ir del infierno al cielo por un poroto

La semana pasada, los inversores pensaban que todo se iba al infierno, y la orden era vender. Ahora el poroteo da con chances de éxito para Milei, por lo que las acciones y los bonos rebotaron fuerte. El dólar sigue en tensión, con el BCRA vendiendo y perdiendo reservas.

Absolutamente pendientes de lo que pase el miércoles en el Senado con la Ley Bases y demás reformas, los inversores toman decisiones extremas.
Absolutamente pendientes de lo que pase el miércoles en el Senado con la Ley Bases y demás reformas, los inversores toman decisiones extremas.
Luis Varela 10 junio de 2024

Lo sabemos: Argentina no es fácil, porque  los argentinos no somos sencillos. Hace pocos días un historiador remarcaba que durante la primera mitad del Siglo XX el país recibió muchos inmigrantes de toda Europa que nos dieron una composición algo diferente a la hispanidad más general del resto de los países de la región. Eso nos confiere una particularidad un tanto más apasionada o compulsiva, que nos lleva, por ejemplo, a que seamos uno de los pocos países del mundo que todavía no puede llevar dos hinchadas de bandos opuestos a un simple partido de fútbol

Sumado a ese particular carácter, en los mercados financieros hay un indicador denominado "beta", que mide la volatilidad de los precios, algo así como la euforia o la depresión que sistemática que registra un papel (acción o bono) frente a cualquier circunstancia determinada. Cualquier elemento, a lo mejor un simple paso para otra nación, nos sumerge en una generalizada histeria, que nos lleva del cielo al infierno, o viceversa, por la diferencia de un hocico.

Y eso es lo que está sucediendo en los mercados financieros. Al asumir Javier Milei en diciembre, su compromiso por tener superávit fiscal y por pagar la deuda generaron un beta eufórico en los mercados, tanto que las acciones y los bonos volaron por los aires en los primeros 100 días de su mandato, tanto que la fiebre del riesgo país cayó de 2.900 a 1.050 puntos básicos, con los analistas refregándose los ojos porque no lo podían creer.

Pero, conocedores de como somos, los inversores no se contentaron con un Milei gritón que busca llevar las cosas a los extremos, probablemente con una expectativa de que la elección de medio término se convierta en un gran éxito para La Libertad Avanza, sacando de sus bancas a muchos legisladores que se la pasan bajándole el pulgar a todo, más con el objetivo de recuperar el poder -para volver a manejar las cajas de la política- que por querer arreglar una Argentina que se cae desde hace 100 años.

Así, desde principios de abril los inversores empezaron a pedirle a Milei algo más que su palabra, que tendrá valor mientras se mantenga en la Casa Rosada, algo que puede ser hasta 2027 o, con suerte, hasta 2031 si logra una reelección. Le pidieron que todas sus ideas se plasmen en leyes, que sean consensuadas con el Congreso, que se voten en las dos cámaras, que se ratifiquen, y que queden escritas sobre piedra.

Así, en medio de todo el contenido de lo que quedó de la Ley Bases y de las reformas fiscal, laboral, blanqueo, reordenamiento de monotributistas, etc. etc., los inversores se pasaron el día midiendo el poroteo, es decir la cantidad de votos a favor o en contra que puede tener la reforma que propone Milei en el Senado este miércoles, día en el que se debatirá en general. 

La semana pasada todos los poroteos daban que había grandes chances de que los radicales unidos con peronistas y sobre todo kirchneristas terminaran dando de baja toda la propuesta: rechazándola de cuajo, por lo que Milei se quedaría sin ley Bases ni nada de nada, seguiría sin ninguna ley, y encima estaba entrando a comisión del Senado la reforma que lo obliga a pagarle algunos centavos más a los olvidados jubilados.

Pero el jefe de gabinete Guillermo Francos trabajó intensamente junto a la vicepresidenta Victoria Villarruel, conversando con gobernadores y sus legisladores, prometiendo obra pública, ratificando que las RIGI les llevarán grandes inversiones y hasta entregando la intención de privatizar Aerolíneas Argentinas si es necesario. 

El ómnibus que se había convertido en combi, en Fitito y en carretilla, parece llegar como monopatín, pero a lo largo de la jornada el poroteo pareció haber pasado a favor de Milei, y el "beta", provocó una fuerte recuperación tanto para las acciones como para los bonos.

Por supuesto, nada está asegurado, hasta que la última manito del último senador decida qué hacer, qué es lo que pide para que termine aprobando o rechazando lo que se votará en general. Y después vendrá la letra chica, que se seguirá discutiendo. Pero lo importante es que se vote un "sí" en general, para que todo vuelva a comisiones de Diputados y que en algunas semanas la reforma, recortada, achicada, o como sea, salga, y que Milei tenga su primer apoyo legislativo.

Obviamente la situación no es sencilla. Con precios de los granos que están sumergidos en un momento de alta turbulencia, los productores están en la disyuntiva de vender su cosecha o guardarla en silosbolsa, a la espera de un mejor tipo de cambio o de mejores valores en la Bolsa de Rosario y, sobre todo, la Bolsa de Chicago.

Dólar soja
 

Y este segundo lunes de junio, con ya buena parte de la cosecha gruesa levantada, las grandes liquidaciones siguen sin llegar. Muchos ahorristas están espantados de los plazos fijos por tasas de interés que no sirven (son muy negativas contra la inflación). Y a pesar de que el ministro Caputo anunció que este miércoles ofrecerá más Lecaps (tres letras que pagarán más interés que los plazos fijos (una letra del Tesoro nacional capitalizable en pesos con vencimiento 12 de julio de 2024 (s12l4 - reapertura), una letra del Tesoro nacional capitalizable en pesos con vencimiento 16 de agosto de 2024 (s16g4 - reapertura) y una letra del Tesoro nacional capitalizable en pesos con vencimiento 13 de septiembre de 2024 (s13s4 - nueva), los pequeños ahorristas siguieron presionando sobre el dólar blue, pero los grandes inversores giraron sobre sus talones y fueron a comprar acciones y bonos ni bien ratificaron que los gobernadores de Juntos por el Cambio a pleno les pidieron a sus senadores que aprueben la Ley Bases y el paquete fiscal.

El resultado de todo ese baile determinó que el blue siguiera afirmándose, con los dólares financieros anotando leves bajas, mientras acciones y bonos recuperaron apenas un tercio de lo que perdieron en las últimas dos semanas. Y ciertamente nadie sabe hacia dónde nos llevará el próximo "beta", ya que si el miércoles los senadores levantan el pulgar, los precios pueden superar la cresta de marzo, e incluso ir más allá. Pero si los pulgares apuntan hacia abajo.

Todas estas situaciones que son tremendas para Argentina, y menos que mínima para el mundo, se están dando en un momento en el que la Fed se está por reunir, ya con la decisión de no mover su tasa base al menos hasta septiembre. Por eso, las tasas largas de EE.UU. se aplanaron antes de que Jerome Powell reúna a su directorio: se pagó 5,2% anual a 1 año de plazo, 4,5% anual a 5 años, 4,5% anual a 10 años y 4,6% anual a 30 años. Y detrás de eso, en el exterior el dólar subió 0,5% en Brasil, 0,3% contra el euro, 0,2% en Japón y 0,1% en Chile, no cambió en China y bajó 0,1% contra la libra y cedió 0,5% en México.

El mercado cambiario local sigue mostrando que el nerviosismo continúa. Con el dólar exportador a $1015,66, el BCRA tuvo que vender US$ 9 millones en el mercado y al final del día la autoridad monetaria perdió US$ 61 millones de las reservas (si no contamos con dólares suficientes o con acceso a los mercados para diciembre tendremos graves problemas para refinanciar la deuda). 

Con eso, el dólar blue subió $15 hasta $1.280, pero el Senebi bajó $7,01hasta $1.310,64, el MEP bajó $9,50 hasta $1.272,83 y el contado con liquidación bajó $7,82 hasta $1.306,41. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 36% y la del CCL con el mayorista fue del 45%.

Así, luego de que el jueves pasado el riesgo país rozara los 1.600 puntos, casi 500 puntos más desde el día en que la CGT fue a la Casa Rosada y les dio a miembros del Ejecutivo un apretón de manos confirmándoles que se acababa el conflicto, la sucesión de guerra gremial (este lunes hubo paro de docentes universitarios y ahora hay paro de aceiteros en los puertos), volvió a colocarnos en las alturas. 

Pero con el poroteo apenas a favor de la ley bases, con alto volumen operado, los bonos argentinos rebotaron más del 4%, por lo que el riesgo país bajó 94 unidades, hasta 1.488 puntos básicos. Y hay analistas que avisan que está todo preparado para que a fin de año Argentina tenga menos de 1.000 puntos de riesgo y que se puede evitar el décimo default o una nueva reestructuración.

Pendientes de lo que salga de la Fed e impulsados por los números de la Inteligencia Artificial y por el resultado de la elección del Parlamento Europeo, donde la derecha le apagó los sueños a los partidos de izquierda, hubo una suba en la Bolsa de Nueva York, con alza del 0,2% para el Dow y avance del 0,3% para el S&P y el Nasdaq. Al tiempo que la Bolsa de San Pablo cedió 0,1% y la de México mejoró 0,3%.

Y en el mercado bursátil local, con una tendencia parecida a lo que pasó con los bonos, con $18.794 millones operados en acciones y $21.549 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires repuntó 3,8%. En tanto que los ADR argentinos en Nueva York operaron con subas en bloque del 1% al 7% para TGS, Pampa E, Francés, Galicia, Central Puerto, Macro, YPF, Supervielle, Loma Negra, Cresud, IRSA, Edenor y Telecom; con baja del 1,7% para Despegar.

Detrás de todo eso, las commodities reaccionaron fuertes tras la decisión parlamentaria europea. Hubo un inesperado salto del 3,5% para el petróleo. Se anotó una nueva mejora para los metales preciosos. Los metales básicos actuaron mixtos. En Chicago, la soja y el maíz tuvieron un buen día, pero el trigo se desplomó. Y en Rosario el maíz y la soja fueron para arriba, con bajas para el girasol y el trigo. En tanto que el Bitcoin subió 0,3% en solitario pero hubo caídas de hasta el 6% para el resto de las criptomonedas.

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