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Panorama

Acciones y bonos vuelven a precios que había con Macri

El mercado argentino tuvo otro día destacado. El BCRA sigue comprando dólares y las reservas ya están casi en neutro, tras el agujero dejado por Massa. Los dólares libres siguen bajando. Los bonos subieron más y el riesgo desciendo hasta otro escalón crítico. Y también le fue bien a la Bolsa.

Luis Varela 05 abril de 2024

Parecía que se venía la noche. Desde la apertura del día los mercados asiáticos y europeos sufrían un tropezón importante, con amenaza de baja del dólar global, varios commodities disparados y gran incertidumbre. Pero, una vez que los negocios cruzaron el Atlántico, se conocieron nuevos potentes datos de empleo de EE.UU., lo cual plantea que el escenario con tasas de la Fed altas y súper dólar sostenido puede seguir, Wall Street no siguió con la tendencia en rojo, sus precios subieron y la semana terminó con mejor ánimo.

Y para Argentina la situación sigue siendo increíblemente bifurcada. La sociedad sufre costos que van creciendo, hay una protesta gremial tras otra, los gobernadores aliados dicen estar dispuestos a acompañar la nueva ley ómnibus pero sin que les toquen sus bolsillos, hay críticas del FMI y de altos especialistas económicos locales planteando que el tipo de cambio se atrasa y que este modo de ajuste que aplica Milei no es sostenible, pero el resultado del mercado local es explosivamente positivo.

Los números del día dieron todos para ser colocados en un cuadrito. El BCRA siguió comprando dólares a dos manos y sumando reservas sin que todavía se haya empezado a liquidar la cosecha gruesa que empezará a venderse en menos de tres semanas. Los dólares libres se siguen hundiendo, a pesar de que el Gobierno hace movimientos para que los tipos de cambio se sostengan. Los bonos treparon otro escalón con cotizaciones que no se veían desde el final de la Presidencia de Macri. El riesgo país cae más, empezando a rescatar el gran error que significó el canje de Guzmán en agosto de 2020. E incluso la Bolsa brilla, con subas locales y avances notables en los ADR argentinos en Nueva York.

Internacionalmente, después de sombras en Asia y Europa, el buen día en EE.UU. obedeció a que se conocieron los datos de empleo norteamericano, mejores a lo esperado. Las nóminas no agrícolas sumaron 303.000 puestos de trabajo y la tasa de desempleo cayó al 3,8%, desde el 3,9% del mes anterior, y la economía añadió 22.000 puestos de trabajo más de lo estimado previamente en enero y febrero. Cuando los economistas encuestados por Reuters habían previsto un aumento de 200.000 puestos de trabajo en marzo.

Esta firme posición en la economía norteamericana hace ahora que "los inversores se están adaptando a la idea de que quizá no haya tres bajas de tasas de la Fed este año. Podrían ser dos, o quizás menos, es demasiado pronto para saberlo", dijo Anthony Saglimbene, estratega jefe de mercado de Ameriprise Financial en Troy, Michigan.

Esta renovada posición provocó una nueva suba en las tasas largas de EE.UU.: se pagó 5,1% anual a 1 año de plazo, 4,4% a 5 años, 4,4% a 10 años y 5,5% a 30 años. Y con eso el súper dólar siguió vivo: en el exterior el billete verde subió 0,7% en Chile, 0,3% en Japón y 0,2% en Brasil, no se movió contra el euro, la libra y el yuan, pero bajó 0,6% en México.

Mientras que en el mercado cambiario local, con Milei completamente alineado con EE.UU., acompañando la visita de la generala Richardson, sin que todavía hayan comenzado ventas importantes de granos por la cosecha grueso, con un dólar exportador anclado en $ 935,93, el BCRA compró US$ 319 millones  en el mercado, muchas de las cuales estuvieron vinculadas a temas energéticos. Y al final del día el BCRA sumó otro US$ 368 millones a las reservas.

Esta firme posición de la autoridad monetaria, más la necesidad de la gente de conseguir pesos para pagar cuentas, hicieron que los dólares libres terminaran otra vez debilitados. El dólar blue cayó $15 hasta $985, el Senebi bajó $8,74 hasta $1.050,70, el MEP subió $4,80 hasta $1.001,05 y el contado con liquidación bajó $8,74  hasta $1.050,70. Por lo que la brecha entre oficial y blue fue del 8% y la del CCL con el mayorista fue del 22%.

Toda esta realidad sigue impulsando a los inversores locales a seguir comprando títulos públicos argentinos, ya que con el BCRA en reservas prácticamente en línea (después de que Sergio Massa dejó un agujero de US$ 11.000 millones), hay tranquilidad de que las deudas se sigan pagando sin problemas y, con bajo volumen, los bonos argentinos subieron otro 2,4% y el riesgo país cayó 57 unidades hasta 1.302 puntos básicos.

Y eso sucedió a pesar de que la provincia de La Rioja sigue trabada por un pequeño default que no termina de resolver y el gobernador Ricardo Quintela se resiste a cobrar las nuevas tarifas eléctricas en su provincia, tanto que le ordenó a Edelar (la distribuidora eléctrica riojana, presidida por su hijo) que mantenga lo valores de febrero, sin que nadie sepa cómo va a hacer esa jurisdicción para pagarle a Cammesa.

A nivel papeles privados, mientras tanto, al ver que la economía norteamericana sigue muy firme, la Bolsa de Nueva York volvió a la vida, sin darle tanta importancia a que la Fed mantenga durante más tiempo la tasa base en 5,5% anual. Así, el Dow mejoró 0,8%, el S&P avanzó 1,1% y el Nasdaq subió 1,2%. Al tiempo que la Bolsa de San Pablo bajó 0,5% y la de México subió 0,4%.

Y en el mercado bursátil local los resultados también fueron muy buenos. Sin un volumen de negocios nada destacado, la Bolsa de Buenos Aires subió 2,6% en pesos (4,2% en dólares). Pero lo más notable de la jornada fue que los ADR argentinos en Nueva York anotaron subas en bloque del 2% al 11% para TGS, Pampa e, Central Puerto, Francés, IRSA, Galicia, Edenor, Supervielle, Loma Negra, Cresud, YPF, Despegar y Macro, con una sola baja,  del 1% para Bioceres.

Finalmente, en commodities el día estuvo repartido. Hubo una suba del 0,2% para el petróleo. Los metales básicos actuaron mixtos. Los granos tuvieron mejoras, más en Rosario que en la Bolsa de Rosario. Pero hubo una bifurcación en las posiciones elegidas últimamente como refugio. Se vio una baja del 1,1% para el Bitcoin con caídas de hasta 12% para el resto de las criptomonedas. Mientras que los metales preciosos siguen avanzando: la onza de plata saltó 2,3% y el oro subió 1,6% hasta un nuevo récord, lo cual quiere decir que muchos inversores conservadores siguen abriendo el paraguas frente a lo que pueda venir en el resto del año.

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