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Nuevas medidas económicas

Un nuevo cepo para transitar el segundo semestre y los curiosos ganadores del modelo

Guzmán y Pesce están coordinando con el ahora ministro Scioli para tener la lista de las empresas que están pidiendo acceso al MULC

"El problema es que acá no hay dólares y el segundo semestre va a ser peor", advierte Rubinstein.
"El problema es que acá no hay dólares y el segundo semestre va a ser peor", advierte Rubinstein. Archivo.
Leandro Gabin 16 junio de 2022

El Gobierno se apresta a incrementar el cepo a los importadores en medio de una notable escasez de dólares que sufre el país. Los cálculos que hacen por estas horas en el Gobierno hablan de niveles de sobrefacturación insólitos. Dicen que las importaciones superaron los US$ 7.500 millones en mayo (en abril habían sido US$ 6.800 millones) y que las arcas del Banco Central aguantan no más de US$ 6.000 millones por mes.

De ahí que Martín Guzmán y Miguel Pesce están coordinando con el nuevo ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, con el fin de tener la lista de las empresas que están pidiendo acceso al MULC para aplicar una poda violenta en los permisos para importar. “Hay avivadas que no podemos permitir”, reseñó una fuente oficial.

La pregunta, en todo caso, es por qué el Central y Economía se demoraron tanto en tomar medidas. Incluso si Cristina ya había llamado la atención al elenco oficial sobre esto cuando, en un acto en el Chaco, dijo que sacarle dólares al Central se había convertido en un “deporte nacional”.

"El juego es sacarle dólares al Banco Central. La sobrefacturación de importaciones está en ebullición", asegura el consultor Gabriel Rubinstein. El miércoles, el Banco Central tuvo que vender US$ 140 millones para pagar la importación de energía. Algo similar había pasado el martes. Pesce está en el peor de los mundos: no logra acumular dólares a pesar de tener la liquidación récord de la cosecha. Para peor, incumplirá groseramente la meta (del segunda trimestre) de reservas con el FMI.

"El problema es que acá no hay dólares y el segundo semestre va a ser peor", advierte Rubinstein. Esto mismo lo sabe Pesce, Guzmán y los burócratas del Fondo y por eso se apuran en tomar medidas. El director de GRA Consultora cree que a pesar de que se tomen medidas, no van a ser las últimas.

"Van a seguir con la tesitura de restringir todo el tiempo, quizás en algún momento incluso lleguen a aumentar de impuesto PAIS porque se van los dólares por turismo, recitales. Esto es administrar la pobreza, restricciones por todos lados", sostiene.

“Al empresario le va mejor con el kirchnerismo que con la derecha. Macri nos subió la tasa y nos fundió a todos. La novedad es que la gente a la cual en teoría defiende este gobierno le va cada vez peor”, resumió un hombre de negocios.

La economía es imposible que funcione con una brecha del 95% como la actual. Esa es la causa de todos los males. En el sector importador se llega a escuchar de todo. No sólo las "importaciones fantasma" que algunos hacen, dibujando compras para sacarle dólares al BCRA, sino que incluso hay negocios que se instauran exclusivamente para ver si se logra acceso al MULC a pesar de que no exista tal negocio.

"Hay casos de importaciones de productos que después ni siquiera se comercializan. O sea se pide el permiso para traer, suponte, barbijos, y después no se venden. Es tan sólo para hacer la ganancia con la brecha. Lo hacen exclusivamente para ganar con esa diferencia, que es abismal", contaba un empresario del sector.

En paralelo, la inflación sigue preocupando. Mientras que el Banco Central está trabajando en normativas para acorralar a las empresas importadoras, este jueves volverá a subir las tasas de interés después de conocerse el dato de inflación de mayo. La idea de Pesce es subirla (alrededor de 3 puntos para llevarla arriba del 50% anual, se dice en el mercado) para que quede más pareja con la inflación y además pueda desactivar la corrida que sufrió Guzmán con sus bonos en pesos.

El Central tuvo que intervenir comprando títulos e inyectando pesos. Se calcula que la friolera de $150.000 millones. Y a finales de mes el Tesoro tiene vencimientos por $500.000 millones que, de fallar, podría volver a picar en punta al dólar que ya encontró un nuevo piso más alto que hace unas semanas atrás.

Si bien en el Gobierno se animaron a hablar de cierto alivio con IPC al catalogarlo de "sendero descendente" (Juan Manzur dixit), la inflación acumulada del 30% en cinco meses del año es la prueba más fiel del estrepitoso fracaso de la política económica con los precios.

La suba de tasas, que trata de evitar males mayores pero no encapsular los actuales, tampoco cambiará el rumbo de los precios, que van con una inercia peligrosamente agresiva. Para frenar la inflación el Central tendría que subir las tasas "a lo Macri", algo que no está dispuesto (ni sería deseado). En el medio, el poder adquisitivo se derrumba y cada vez hay más señales de caída del consumo.

"Se está dando algo raro en Argentina. Las empresas están ganando como nunca antes, pero a la gente le va mal. No llegan a fin de mes", decía un empresario, en estricto off the record. La frase viene a cuento de que las empresas no sólo pueden trasladar el aumento de costos a los precios (La Anónima no es la excepción, más bien la regla), sino que el esquema financiero con brecha y tasas negativas las favorece.

Carlos Heller, que nadie puede acusar de opositor al Gobierno, cuenta que las empresas están mostrando balances que vienen cada vez mejor. "Les bajó el costo financiero, sigue el crédito al campo, los industriales y agropecuarios invierten porque creen que van a ganar plata. Las tasas son bajas porque hay una política subsidiada que va detrás de la inflación", suele decir.

Lo mismo ven en el Banco Provincia, donde financian principalmente a las pymes y donde también ven que el crédito sigue a buen ritmo. Juan Cuattromo, su presidente, destacó recientemente lo mismo que Heller: que las tasas a estos niveles permiten que básicamente las empresas se financien barato.

“Al empresario le va mejor con el kirchnerismo que con la derecha. Macri nos subió la tasa y nos fundió a todos. La novedad es que la gente a la cual en teoría defiende este gobierno le va cada vez peor”, resumió este hombre de negocios. 
 

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