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Massa y un acuerdo que se discute hasta último momento por el uso de los dólares

La desesperación del equipo económico para llegar a las PASO y después, consiste en cómo evitar una devaluación del tipo de cambio oficial o un salto del dólar alternativo. El delay del acuerdo con el Fondo tiene que ver con eso. El ministro quiere divisas para controlar el dólar.

Massa y Gita Gopinath
Massa y Gita Gopinath
Leandro Gabin 30 junio de 2023

"El Fondo y la Argentina son como esos matrimonios que se viven engañando y los dos lo saben. Pero siguen juntos porque a ninguno de los dos les sirve separarse".

Esa es la definición que tiene el Gobierno de su relación con Fondo en las puertas de un nuevo acuerdo que Sergio Massa (con su tradicional efervescencia) dijo que era "inminente" y se conocería en cuestión de horas.

Lo cierto es que uno de los puntos a descifrar del nuevo entendimiento, que será hasta que asuma el próximo gobierno, es la utilización de los dólares para intervenir en el mercado de cambios y si hay adelanto de fondos o no. Las reservas del Banco Central son negativas y en el mercado se cree que Miguel Pesce interviene utilizando (incluso) los encajes bancarios en dólares (como dice Luciano Laspina).

La desesperación del equipo económico para llegar a las PASO y después, consiste en sólo eso: cómo evitar una devaluación del tipo de cambio oficial o un salto del dólar alternativo. 

Algunas voces en Washington indican que, incluso, parte del delay del acuerdo entre Massa y el Fondo tiene que ver con la utilización de los dólares. El ministro y ahora candidato único del espacio kirchnerista venía pidiendo que el acuerdo nuevo debe contemplar que Argentina utilice divisas para controlar el dólar.

El FMI no quiere quedar pegado a eso (algo que vulneraría su mismo estatuto) pero tampoco quiere una implosión del país.

Como dicen en Casa Rosada, peleas de un matrimonio que se vive engañando.

Lo cierto es que no parece que el nuevo entendimiento tenga nada sobresaliente más allá de incorporar el hecho de que la Argentina incumplió todas las metas por la sequía.

¿Habrá dinero por adelantado? Anker Latinoamérica, la consultora de Luis "Toto" Caputo, dice que la candidatura de Massa "refuerza el view de que las chances de que el FMI convalide un adelanto de desembolsos relevante sin exigir medidas a cambio (particularmente en lo cambiario) son muy bajas". 

"Por un lado, sería más difícil aún para el organismo adelantar fondos sin exigencias al candidato de la coalición oficialista, dadas las implicancias políticas que ello podría conllevar. Por otro lado, dado que el ahora ministro podría ser el Presidente con el cual el FMI tendría que negociar a partir de diciembre, no habría razón técnica que justifique la postergación de medidas que apunten al ordenamiento macroeconómico", afirma Anker.

Alejandro Werner, ex FMI, coincide con esta visión: "Es poco probable que el programa tenga recursos adicionales importantes para que Argentina pueda utilizarlos para intervenir en el mercado cambiario". 

El ex funcionario del organismo cree que si los hay, van a ser pocos porque el FMI sabe que los presta a un programa que no tiene sentido y porque además tendrán un uso electoral.

"Además sabe que entre diciembre y febrero tendrá una negociación con un nuevo Gobierno que probablemente también le pida nuevos recursos", sostuvo el mexicano que siempre catalogó como un "mal acuerdo" lo firmado entre Alberto Fernández y el organismo. 

Para Werner, lo que se verá, será un acuerdo con muy bajas exigencias por parte del Fondo dado que el actual Gobierno está terminando su gestión y no cuenta con margen para encarar un programa integral que incluya un paquete de reformas para sostenerlo. 

Sea como fuere, el desenlace del affaire Massa-FMI estará por verse. Por ahora, el oficialismo dijo que el viernes se pagarán los US$ 2.700 millones al organismo. Se pagarán con DEG y cambiando yuanes, algo inédito. 

Por lo pronto, en el sector privado hay cierta esperanza de que la economía que viene sea mejor. Desde los banqueros extranjeros nucleados en ABA dijeron que "el contexto desafiante que transitamos en 2023 debiera ser, al mismo tiempo, el puntapié para que en 2024 tenga lugar el despegue tan esperado de nuestro país".

"Aún en medio de la inestabilidad macroeconómica resultante del desequilibrio fiscal, la escasez de reservas internacionales, los fuertes compromisos asumidos con organismos multilaterales de crédito y la sequía que afectó al principal sector productivo, es posible vislumbrar los mecanismos para la recuperación de la actividad, la creación de empleo formal y una inserción estratégica en el mundo, para lo cual -como expresan las espadas económicas de la mayoría de los candidatos-, se requiere un plan económico o de estabilización de las variables macroeconómicas", pidieron los banqueros cuya cara visible es Claudio Cesario.

Carlos Melconian, que recientemente presentó su equipo y programa económico de la Fundación Mediterránea (para uso de los candidatos) dijo, a su modo, algo similar. "Veo mucha luz para el año que viene. La soja, el gas, el litio...va todo para mejor eso", apuntó. 

Pero, fiel a su estilo, aclaró: "Tampoco nos hagamos los rulos. ¿Los que vienen tienen la vaca atada? Nunca digas eso en la Argentina. Pero vamos a estar mejor si hacemos las cosas bien. Argentina es un deportista genéticamente bien dotado. El problema es que sale a las 12 de la noche, vuelve a las 6 de la mañana y en pedo"

El país que no fue. ¿El país que será?

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