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Ideas para una Argentina productiva e integrada
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Ideas para una Argentina productiva e integrada

A corto plazo la restricción externa limita el crecimiento. A largo, las consecuencias son peores.

Agustín Kozak 20 marzo de 2023

Estancamiento, inestabilidad, inflación y endeudamiento. Problemas recurrentes de raíz común: escasez de dólares.

¿Problema de cantidades (exportaciones) o de precios (tipo de cambio)? Desde 1850 vendimos lana, carne, cereales, soja. Para lo que viene: Vaca Muerta, minería, alimentos y litio. Argentina genera dólares sin esfuerzo. No parece un problema de "cantidades".

¿Qué hay del precio? Justamente por esa facilidad, el país sufre una tendencia crónica a la apreciación cambiaria que complica al resto de la producción, sea la industria que compite con importaciones como la que podría diversificar exportaciones. 

La enfermedad holandesa causa un aparato productivo desintegrado, concentrado y primarizado, demandante de dólares. Somete al país a un juego perverso: o crece a expensas de las exportaciones, o acumula reservas sacrificando actividad.

A corto plazo la restricción externa limita el crecimiento. A largo, las consecuencias son peores. La dinámica de Stop & Go degrada las capacidades productivas y destruye la soberanía monetaria. Argentina 1975: 5% de pobreza y 5% de desocupación. Desde entonces, el empleo se precarizó y la pobreza se multiplicó por 8. ¡Cambiamos cuatro veces de signo monetario!

Neutralizar esa apreciación fue clave en el éxito del este asiático. En los 50, Corea y Taiwán tenían problemas similares. A mediados de los 60 sus gobiernos diseñaron el desarrollo. No plantearon administrar los dólares escasos sino multiplicarlos. Partieron de un PIB per cápita del 50% del argentino. Al cabo de 50 años ya era 4 veces superior. Sabiduría oriental.

Estos gobiernos hicieron, entre otras, dos cosas. 

  • Depreciaron sus monedas durante algún tiempo. Así potenciaron sus exportaciones, subsidiando la actividad productiva, mejorando el retorno a la inversión. 
  • En paralelo, forzaron la acumulación de capital en actividades estratégicas. Lo que distingue al Este asiático, es que además de dominar al trabajo, el Estado también disciplinó al capital.

Lecciones. Primero: el tipo de cambio real competitivo y estable (TCRCyE) debe ser el target de política macro. Desde los 40, Argentina hilvanó 2 episodios de 5 o más años de crecimiento consecutivos: 1964/74 y 2003/08. Ambos bajo TCRCyE. El dólar como ancla de inflación termina en crisis y enormes perjuicios al desarrollo. 

Segundo: la política industrial es palanca de la diversificación; su componente cambiario, el más eficaz.

La relación entre grado de especialización y desarrollo tiene forma de "u". En estadíos tempranos, las exportaciones tienden a concentrarse en RR.NN. A medida que la economía progresa, la estructura exportadora se complejiza, para volverse a especializar (en nichos de alto valor agregado) a niveles elevados de ingresos per cápita.

La composición de nuestras exportaciones exhibe un alto grado de especialización y de concentración geográfica. 75% surgen de cereal-oleaginosa, carne bovina, minería y autopartes. Complejos basados en RR.NN., expuestos a shocks, o actividades promovidas pero con alta desintegración. El 80% de estas exportaciones se concentra en el 20% del territorio.

Un 15% surgen de complejos que cumplen alguno de estos criterios: localizados en provincias de menor desarrollo; intensivos en mano de obra; con alto contenido tecnológico; responden a las ventajas comparativas, pero con escaso desarrollo. Los cultivos regionales exportados satisfacen los 2 primeros. La economía del conocimiento, la biotecnología, petroquímica y farmacéutica, el tercero. Los complejos pesquero, porcino, aviar están poco evolucionados a pesar de ser las proteínas de origen animal más consumidas en el mundo. Estos son sectores estratégicos.

Para un piso de US$ 100.000 millones anuales de exportación, con los estratégicos duplicando su participación, el TCRCyE no alcanza. Una Argentina productiva y territorialmente integrada, requiere medidas diferenciales que compensen las asimetrías. Un único TC implica aceptar un país con una locomotora productiva y vagones dependientes. 

La locomotora, más resiliente en las crisis y pujante en los auges, atrae la población que los vagones expulsan. La concentración en los polos ensanchan "los conurbanos" gestando las condiciones para otro "Gran Rosario".

Enganchar los vagones al mundo necesita de las exportaciones estratégicas. Pueden promoverse concediendo un TC diferencial, que estimule una mayor producción en estas actividades. Tal beneficio debe estar atado al cumplimiento de metas de desempeño (inversión, exportación, empleo). La lección asiática: el Gobierno, la política, debe generar las condiciones para la inversión productiva, y también forzarla.

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