El Secretario de Comercio, Matías Tombolini, anunció este martes que el acuerdo de Precios Justos para la carne se extenderá hasta el 30 de abril.
El programa incluye 7 cortes a precios fijos: asado a $1068 el kilo, nalga a $1419, matambre a $1352, vacío a $1394, falda a $697, paleta a $1149 y tapa de asado a $1068.
Los precios de los cortes surgen del incremento del 3,2% mensual que el Gobierno pactó con representantes del sector ganadero.
Del acuerdo, participan las empresas exportadoras de carne vacuna, nucleadas en las cámaras ABC, UNICA y FIFRA, los supermercados e hipermercados de las cámaras ASU, CAS y FASA y carnicerías adheridas.
Sin embargo, dichos precios no se consiguen en las carnicerías de los barrios populares.
El Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) publicó recientemente un informe que indica que el incremento de precios en las carnicerías del conurbano bonaerense fue del 40,71% en los primeros tres meses de 2023.
Solo en marzo, la suba promedió 10,44%. En detalle, el asado se consiguió a $1700 por kilo, la nalga a $2000 y la paleta a $1700.
De esta manera, se evidencia un importante diferencial respecto de los precios pactados por el Gobierno.
Así, a pesar de su progresiva ampliación, el programa Precios Justos presenta dificultades para llegar a los sectores más pobres que son los que más sufren la inflación, especialmente en los alimentos.
Esto debido a que, según Ecolatina, se observa una mayor incidencia de la iniciativa en los supermercados e hipermercados pero no así en los comercios de cercanía o almacenes, los cuales son más concurridos por los sectores vulnerables y no están comprendidos dentro del programa.
