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Más pasajeros en Ezeiza, pero ningún plan para acercarlos al aeropuerto

Si bien las obras permitirán duplicar la capacidad de gestión hasta alcanzar los 30 millones de pasajeros anuales, el acceso a un aeropuerto ubicado a más de 30 kilómetros del centro de la ciudad continúa siendo restrictivo. Pero, ¿cómo llegarán esos 30 millones de pasajeros?

Más pasajeros en Ezeiza, pero ningún plan para acercarlos al aeropuerto
Ignacio Hutin 19 abril de 2023

Esta semana empezó a operar una nueva terminal de partidas en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza que, según el presidente Alberto Fernández, implicará duplicar la capacidad de gestión hasta alcanzar los 30 millones de pasajeros anuales. 

Durante 2022, aún con restricciones parciales por la pandemia de Covid-19, el tráfico total en el aeropuerto fue de 7.459.288 pasajeros, considerando vuelos internacionales y domésticos mientras que en 2019, el año previo a la propagación de la enfermedad, hubo 11.818.307 pasajeros. 

Si bien las obras inauguradas incluyen un nuevo estacionamiento de cinco niveles y 7.000 espacios para vehículos particulares, el acceso a un aeropuerto ubicado a más de 30 kilómetros del centro de la ciudad continúa siendo restrictivo. 

Entonces la pregunta es obvia: ¿cómo llegarán esos 30 millones de pasajeros?

Es cada vez más frecuente que las grandes ciudades tengan conexión a su principal aeropuerto a través de un metro, tranvía u otra vía ferroviaria. Incluso en noviembre pasado se inauguró la parada Aeropuerto del Tren del Valle en Neuquén, mientras que Mendoza planea una extensión de su Metrotranvía hasta la terminal aeroportuaria y el pequeño El Palomar, que funcionó comercialmente entre 2018 y 2020, se encuentra a pasos de la estación homónima del Ferrocarril San Martín. Pero el Ministro Pistarini, principal vía de conexión aérea hacia y desde el extranjero, permanece aislado.

En transporte público desde el centro de la ciudad, tan sólo existe la línea 8 de colectivos que, con un servicio semirrápido, conecta Plaza de Mayo con la terminal aeroportuaria en algo más de una hora, dependiendo del tránsito, y sin espacio para equipaje. Las únicas alternativas restantes son el auto particular, el taxi o empresas privadas de shuttle, como Tienda León.

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Desde Aeropuertos Argentina 2000, empresa que gestiona Ezeiza y otros 34 aeropuertos en el país, Carlos Armentano (Gerente de Comunicaciones Externas) afirma que el transporte depende exclusivamente del Estado. Por otro lado, desde la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Karina Iglesias dice que ANAC no tiene jurisdicción en los accesos a los aeropuertos y que ese tipo de proyectos se tratan en coordinación entre el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA), el aeropuerto y el gobierno local o municipal. 

Pero desde ORSNA, Nadina Alvarez apunta que todo lo que relacionado con transporte y bimovilidad desde y hacia el aeropuerto depende del Ministerio de Transporte. Y, desde éste, que no hay proyectos actualmente en carpeta. 

Las consultas a los cuatro organismos muestran que el acceso al principal aeropuerto del país no es una prioridad.

En 2017, el entonces ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, descartó la posibilidad de construir una conexión ferroviaria bajo el pretexto de que "nuestros aeropuertos son chicos" y que la demanda no justificaba la inversión necesaria. 

Al año siguiente, su cartera resolvió el cierre del servicio ArBus, que, desde 2014 y gestionado por la estatal Intercargo, conectaba Ezeiza y Aeroparque entre sí y con distintos puntos de la ciudad. El argumento fue el déficit que representaba el servicio, pero no se propuso alternativa alguna.

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El estudio de una nueva línea ferroviaria hacia el aeropuerto se planteó muchas veces. Por ejemplo, el consorcio Metropolitano, a cargo de las líneas San Martin, Belgrano Sur y Roca desde mediados de los '90 y hasta 2007, planteó un ramal de unos 8 kilómetros desde la estación El Jagüel, partido de Esteban Echeverría y parte de la línea Roca con terminal en Constitución, hasta ingresar al aeropuerto por el este. Una segunda posibilidad consistía en aprovechar las vías del ramal abandonado González Catán-La Plata para, desde la estación Ezeiza, llegar a la terminal aeroportuaria por el oeste.

Esta última variante fue presentada oficialmente en 2005, en un acto en la Casa Rosada del que participaron el entonces presidente Néstor Kirchner, el canciller Rafael Bielsa, el jefe de Gobierno Aníbal Ibarra y el ministro de Transporte Ricardo Jaime, hoy condenado por seis causas de corrupción. La inversión de 200 millones de pesos, unos US$ 60 millones entonces, correría por cuenta del Estado y de las empresas Aeropuertos Argentina 2000 y Transporte Metropolitano General Roca. 

Con la concesión de esta última rescindida, tanto este proyecto como el barajado previamente quedaron en la nada.

En 2011 se presentó la última propuesta oficial: extender la línea E de subte unos 20 kilómetros desde su terminal en Plaza de los Virreyes mediante una vía que correría en trinchera, viaducto y túnel. 

El costo sería de unos US$ 1.500 millones financiados mayoritariamente por bancos chinos, en el marco de una serie de convenios con el país asiático firmados en 2010. No se volvió a hablar del tema luego de que en 2012 murieran 51 personas en el accidente ferroviario de Once y de que Jaime fuera imputado en 2013.

Desde entonces, tan sólo volvieron a plantearse propuestas en ese sentido para Aeroparque, el otro gran aeropuerto del área metropolitana de Buenos Aires, apenas por debajo de Ezeiza en cuanto a cantidad de pasajeros transportados por año, al menos hasta ahora. En 2014 llegó a adjudicarse la construcción de la estación Aeroparque del Belgrano Norte, desde la cual los pasajeros abordarían un autobús que los trasladaría a la terminal, aunque se planteaba para una segunda etapa construir un túnel peatonal directo por debajo de la pista de aterrizaje. Al año siguiente, la empresa estatal porteña Autopistas Urbanas (AUSA), junto a la Dirección General de Control de Tráfico Aéreo de la Fuerza Aérea, la Subsecretaría de Transporte Aerocomercial y ANAC consideraron que el proyecto comprometía la seguridad de la actividad aérea, y el Ministerio del Interior y Transporte terminó por descartarlo.

En 2020, el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, sugirió la posibilidad de conectar Aeroparque con Plaza Italia, en Palermo, mediante un tranvía de poco más de 4 kilómetros a lo largo de la avenida Sarmiento. Pero apenas si se trató de una idea.

Finalmente, el avance más concreto para conectar a ambos aeropuertos llegó de la mano de la empresa Río Grande, que opera las líneas de colectivos 5 y 8. En octubre pasado, el Ministerio de Transporte autorizó la modificación de recorridos y unificación de ambas líneas entre Ezeiza y Aeroparque, con servicios regulares y semirrápidos y frecuencia de entre 15 y 23 minutos. 

Seis meses después, la nueva línea aún no se encuentra operativa. 

Y a los futuros 30 millones de pasajeros que espera recibir la nueva terminal de Ezeiza no les quedarán muchas más alternativa que tomarse un taxi.

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