El Economista - 70 años
Versión digital

vie 26 Abr

BUE 19°C

El Indo-Pacífico consolida alianzas y genera choques entre viejos amigos

Estas declaraciones demuestran que la relación entre los aliados occidentales está en un punto muy bajo. Francia es considerado el primer aliado histórico de EE.UU.

24 septiembre de 2021

Durante la jornada de hoy, el presidente estadounidense Joe Biden recibirá en la Casa Blanca a los mandatarios de Australia, India y Japón: Scott Morrison, Narendra Modi y Yoshihide Suga, respectivamente. Esto representará la primera cumbre cara a cara entre los líderes de los miembros del QUAD (Diálogo de Seguridad Cuadrilateral).

El QUAD surgió en el 2007 como respuesta al aumento del poderío de China. Sin embargo, fue recién durante la presidencia de Donald Trump que tomó verdadera relevancia. En ese momento, el enfrentamiento entre EE.UU. y China alcanzó niveles nunca antes vistos y, para el líder republicano, la región del Indo-Pacífico era vital en el conflicto, lo que decidió reactivar el grupo.

En los últimos años, China ha tenido varios conflictos territoriales en la zona del océano Pacífico. Sin embargo, Trump acuñó el término Indo-Pacífico para sumar el apoyo de India. En ese sentido, al problema del expansionismo chino, hay que sumar que por esa zona circula el 60% del comercio internacional por mar y existen enormes reservas de petróleo y gas natural.

Aunque Trump y Biden difieren en muchas cosas, ambos coinciden en que el Gigante Asiático es el máximo desafío de su país. Por ello, continuando con la política de su predecesor, el líder demócrata celebró este año la primera cumbre virtual del QUAD. Ahora, para reforzar los lazos, el norteamericano se reunirá en Washington con sus pares australiano, indio y japonés.

Para Biden, la importancia de estos tres países radica en que están entre los 12 países con mayor PIB en el mundo. Además, tienen el mismo enemigo en común: mientras que Japón e India tienen disputas territoriales con China, Australia, de principios más occidentales, está enfrentada con el gigante asiático por el origen del coronavirus y por prohibir que Huawei instale las redes 5G en su territorio por problemas de espionaje.

Sin embargo, como este no es solamente un foro militar, además de discutir cuestiones estratégicas, los mandatarios analizarán cómo contrarrestar la influencia china a través del “Soft Power” (medios culturales o ideológicos).

En este sentido, uno de sus objetivos será coordinar la entrega de 1.000 millones de vacunas en Asia e invertir en salud, ciencia y tecnología. En esa línea, se analizará la implementación de cadenas de suministro de semiconductores seguras, un área clave de competencia con China.

Francia desconfía

No hay dudas de que la región del Indo-Pacífico es clave para EE.UU. Esto quedó claro la semana pasada, cuando anunció una alianza de cooperación militar (AUKUS) con el Reino Unido y Australia, la cual tiene como objetivo que el país oceánico adquiera submarinos de propulsión nuclear.

Sin embargo, aunque AUKUS tuvo el impacto esperado en Pekín, también generó un gran malestar en Francia, ya que en 2016 el país europeo firmó un acuerdo con Australia por US$ 40.000 millones para proveerle sus propios submarinos.

Tras conocerse la noticia, el ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, dijo que Washington los “apuñaló por la espalda” y ordenó el retiro de sus embajadores en EE.UU. y Australia.

Todo pareció solucionarse el pasado miércoles, cuando Biden se comunicó telefónicamente con Emmanuel Macron y ambos acordaron iniciar consultas en profundidad para reconstruir la confianza y reunirse en Europa a fines de octubre.

Sin embargo, parece que la tensión continuará. Ayer, Bruno Le Maire, ministro de Economía y Finanzas francés, dijo que "nuestros socios europeos tienen que abrir los ojos (?) no podemos seguir contando con EE.UU. para garantizar nuestra protección estratégica".

“EE.UU. solo tiene una preocupación estratégica: China y contener la potencia creciente de China" y, en ese contexto, "sus aliados tienen que ser dóciles", agregó.

Estas declaraciones demuestran que la relación entre los aliados occidentales está en un punto muy bajo, pero es algo más común de lo que se cree. Francia es considerado el primer aliado histórico de EE.UU., ya que lo apoyó durante su Guerra de Independencia. Sin embargo, siempre han tenido conflictos diplomáticos debido a la resistencia de París de subordinarse a las decisiones unilaterales de Washington.

Un claro ejemplo es lo que ocurrió en la década de los '50, cuando EE.UU. no apoyó a Francia en la Crisis del Canal de Suez y el país europeo decidió acelerar su propio programa de armas nucleares para dejar de depender de la protección norteamericana.

Tan solo unos años después, el presidente Charles De Gaulle ordenó el retiro de Francia de la OTAN, ya que no estaba de acuerdo con el papel de líder que EE.UU. quería desenvolver en el Viejo Continente.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés