Las autoridades de China, el país más poblado del mundo, anunciaron un importante cambio en su política de natalidad. Debido al descenso de su población, a partir de ahora, las parejas chinas casadas podrán tener hasta tres hijos.
La “política de hijo único” fue introducida en el gigante asiático, en 1979, para controlar lo que en aquel entonces era un problema. En 2016, Pekín elevó el número de hijos a dos, intentando detener el envejecimiento de la población.
Sin embargo, esto no se logró: según el último censo, en comparación con el de 2010, la población tan solo aumentó 5,38%, la tasa de crecimiento más baja desde la década de 1950. Además, las cifras de 2020 arrojaron que la tasa de fecundidad es de 1,3 hijos por mujer, muy por debajo de los 2,1 necesarios para cumplir con el nivel de remplazo generacional.
Actualmente, China posee 1.411 millones de habitantes. Sin embargo, para 2050, la cifra se reducirá hasta los 1.320 millones. El principal problema es que la población china es cada vez más anciana, mientras que los jóvenes no alcanzan para cubrir los puestos laborales que los primeros dejan vacantes.
Actualmente, los mayores de 60 años representan 264 millones de personas o el 18,7% del total frente a los 177,6 millones de 2010, mientras que los mayores de 65 crecieron hasta los 190 millones, con respecto a los 118,8 millones del último censo. Por otro lado, las personas de entre 15 y 59 años representan el 63,35% de la población, mientras que hace diez años eran el 70,14%.
Según la agencia de noticias Xinhua, la nueva política de natalidad contará con "medidas de apoyo, que contribuirán a mejorar la estructura de la población de nuestro país, cumpliendo con la estrategia del país de hacer frente activamente al envejecimiento de la población".
Una de las principales razones por la que los ciudadanos no desean tener más hijos es el alto costo de criarlos. Por ello, el Partido Comunista reducirá los valores educativos, aumentará el apoyo a la vivienda y garantizará los derechos de las mujeres trabajadoras.
// China envejece y complica las perspectivas de su proyección global
Respecto a esto, Patricio Giusto, Director del Observatorio Sino-argentino, explicó que “hay razones culturales muy profundas en la baja de natalidad y muy difíciles de atacar para intentar revertirlas”. Pero también hay, dijo, “razones económicas que pueden ser abordadas con incentivos más ambiciosos que los desplegados en los últimos 5 años y que no resultaron”.
“La decisión de ampliar a 3 hijos por familia es lógica pero sus efectos dudosos, a menos que no haya fuertes incentivos fiscales y beneficios sociales para las familias. Por otra parte, China tiene que apelar a compensar en parte este problema con jóvenes extranjeros. Hasta ahora, una alternativa no considerada”, agregó.
