Si hay algo que caracteriza a las series y películas de Apple TV+ es que se ven bien. Muy bien. La calidad de imagen es superior a otras plataformas en general. Esto resalta especialmente en series donde la estética no siempre es prioridad sino los personajes, la historia, el guion. Las razones son variadas pero se resume en una: Apple tiene mucho dinero para gastar. Y cuánto más dinero, más recursos y mejor calidad, por lo menos en cuanto a la estética.
La plataforma también ha seducido a directores consagrados como Martin Scorsese que filmó Killers of the Flower Moon y Ridley Scott, quien hizo Napoleón. Junto con Argylle, de Matthew Vaughn, el otro estreno grande de los últimos meses, la plataforma gastó solamente en esas tres películas más de US$ 500 millones. La serie Masters of the Air, ambientada en la Segunda Guerra Mundial, tiene un costo de US$ 250 millones. En la industria, la plataforma se ha convertido en la más gastadora pero no en la más rendidora. La mayoría de las series las ve poca gente. Ted Lasso es quizás la más conocida, junto a la comedia The Morning Show.
¿El resto? Casi nadie las ve.
Según Nielsen Masters of the Air la vio menos gente en Estados Unidos que House of Ninjas, un programa de Netflix en japonés. Aun así, es el único programa nuevo de Apple este año que aparece en los ratings.
La plataforma tiene un presupuesto de miles de millones de dólares al año en programación original que ha recibido buenas críticas y muchas nominaciones a premios, pero la plataforma solo la ven el 0,2% de los espectadores de televisión en Estados Unidos. Apple TV+ tiene menos visualizaciones en un mes que Netflix en un día.
"El crecimiento de suscriptores ha sido débil, y el contenido original de la plataforma es una fracción de lo que ofrecen sus competidores", escribieron en artículo los analistas Geetha Ranganathan y Kevin Near.de Bloomberg Intelligence.
Apple TV+, al igual que Amazon que es una plataforma de ecommerce, no depende de las suscripciones para sobrevivir. Tampoco es un estudio de Hollywood sino que la empresa vende iPhones y todas las cosas lindas y blancas que conocemos. Con su plataforma, la empresa busca prestigio y no necesita dinero de suscriptores para existir.
La empresa, primero con iTunes y después en su tienda digital, vende películas y series de televisión hace muchos años. Para 2018 la empresa anunció el interés en generar contenido propio y contrató a Zack Van Amburg y Jamie Erlicht, dos ejecutivos de Sony, para hacer de su plataforma una heredera de HBO con programación de calidad y amigable con los creativos al tener básicamente recursos ilimitados. Finalmente la plataforma hizo su debut en 2019 casi al mismo tiempo que Disney+.
Una de las características de Apple TV+ es que no compra licencias de películas o series de otros estudios sino que el 100% de su contenido es propio.
Para eso, su política fue atraer pesos pesados de Hollywood y estrellas clase A para protagonizar sus productos. Tom Hanks ya filmó dos películas, Harrison Ford debutó en la televisión con la serie Shrinking, Jason Momoa protagoniza See y siguen las firmas. The Morning Show, por ejemplo, las tiene a Reese Witherspoon y a Jennifer Aniston como protagonistas con un sueldo inicial de US$ 1 millón por episodio a cada una.
Para la cuarta temporada, sus sueldos se duplicaron y el presupuesto de la serie contempla US$ 50 millones solo para el elenco. Aún sí, pocos programas son vistos por el público. Sí, Ted Lasso fue un éxito y ganó varios premios. Pero las otras, no.
En 2022, Apple tuvo una victoria al ganar CODA a Mejor Película en los Oscar y madrugar a Netflix o Prime que no tuvieron tal galardón todavía. ¿Se tradujo eso en más suscriptores? Difícilmente.
Además de las mencionadas The Morning Show y Ted Lasso, otro éxito del que se jacta la plataforma es Severance, originalmente protagonizada por Ben Stiller quien se bajó y solo dirigió el piloto. El drama distópico de ciencia ficción es mimado por los críticos y fue nominado a 14 Emmy para su primera temporada aunque terminó ganando dos.
Peleas entre los productores, mas una ida y vuelta de Ben Stiller, más la huelga de guionistas y actores del año pasado retrasaron la grabación de la segunda temporada e inflaron los costos a más de US$ 20 millones por episodio, un fortuna apenas superada por El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder de Prime Video.
Hace un par de años la industria se ha venido contrayendo como hemos contada acá en varias notas. Las plataformas comenzaron a tener pérdidas y decidieron echar empleados y producir menos contenido. Hace dos años Netflix había anunciado con bombos y platillos un tanque por semana, a estrenarse los viernes. Ahora, prefiere reducir presupuestos y hacer series más baratas y cada tanto tirarnos un blockbuster. Pero Apple, por ahora, sigue gastando.
Semana atrás se estrenó Time Bandits, la serie basada en la película de Terry Gilliam de 1981, donde un niño fanático de la historia se une a una banda de ladrones que robaron un mapa que contiene portales a diferentes lugares y tiempos de la historia. La serie, producida por Taika Waititi y Jermaine Clemente, quienes además tienen papeles importantes, fue filmada en Nueva Zelanda y dura 10 episodios.
Apple sabe que mientras siga teniendo nominaciones, sea bien considerada por los críticos y gane un premio cada tanto puede seguir produciendo, ya que no depende del dinero del público sino de que su casa matriz siga vendiendo iPhones.
Sin embargo, el estudio ha disminuido a velocidad en cuanto a la producción de series. No está lanzando tantas y la cancelación llega antes para algunas. Solo las mencionadas y otras favoritas de la crítica como Hijack y Slow Horses parecen tener su futuro asegurado. Las otras, como Foundation, basada en la serie de novelas de ciencia ficción de Isaac Aasimov, no se sabe si continuarán.
Por ahora, la prestigiosa plataforma sigue mostrándose incólume frente a los embates económicos, algo que su público, aunque reducido, ve con buenos ojos y los críticos también.
Ejemplos recientes de esto son las películas Fly me to the moon con Channing Tatum y Scarlett Johannson, que se puede ver en el cine antes de su estreno en la plataforma y la próxima F1, con Brad Pitt a estrenarse en enero de 2025, pero producida por Apple TV+.
