Una selección especial con las mejores series y películas, que incluye también estrenos en salas de cine.
Estas son las series y películas para ver en el fin de semana en Netflix, Max, Disney Plus y Prime Video.
1. Serie para ver en Prime Video: Mr. And Mrs. Smith
Una agencia de inteligencia une a una pareja para una serie de misiones. Deben convivir juntos, como si fueran un matrimonio. Ellos establecen pactos para que sus vidas no se entrecrucen, pero el amor se interpone en sus designios.
Quienes recuerden la película con Brad Pitt y Angelina Jolie se encontrarán aquí con algo distinto. Jane (Maya Erskine) es una mujer de ascendencia asiática; John (Donald Glover) es afroamericano. A medida que se van sucediendo las misiones, la relación se va afianzando, sobreviven a vecinos curiosos, a otra pareja de espías, a una serie de eventos que transcurren en Italia.
¿Sobrevivirán a los posibles daños colaterales que puede causar el amor?
El efecto sorpresa juega un gran papel durante los 8 episodios de la serie, que abunda en persecuciones automovilísticas y callejeras, y hace del efecto sorpresa una constante. Más de una vez el espectador se verá sobresaltado; los guiones suelen desafiar sus expectativas.
Más allá de la química entre Glover y Erskine, sus destrezas físicas y la compenetración emocional con sus roles, un elenco de invitados aviva esa sensación de asombro, luciéndose John Turturro, Paul Dano, Michaela Coel, Parker Posey, Ron Perlman, Billy Campbell, Alexander Skarsgard, Sarah Paulson, Wagner Moura y Sharon Horgan.
Como dijimos, dos de los episodios transcurren en Italia, luciendo los maravillosos paisajes de los Alpes Dolomitas y el lago de Como. Gran parte en Nueva York; el departamento en que conviven John y Jane, puesto por la agencia, es de ensueño.
Acción, suspenso, romance, sofisticación... Más de 15 nominaciones para los premios Emmy de este año.
Imperdible.
2. Serie para ver en Netflix: Asesinato para principiantes
Esta coproducción entre Netflix y la BBC está mayormente protagonizada por adolescentes, pero es un entretenimiento disfrutable también por los adultos.
Pip (Emma Myers) es una joven estudiante de 17 años que debe preparar un trabajo de investigación que le permitirá el ingreso a la universidad. Uno de los tópicos con los que más cómoda se encuentra es el de la novela gótica (de la que derivaron la literatura policial y la de horror), pero se decide por destapar un caso que afectó profundamente al pueblito en el que reside.
Hace 5 años, la bella Andie Bell (India Lillie Davies) desapareció. La policía concluyó que había sido asesinada por su novio, Sal Singh (Rahul Pattni), que se suicidó antes de ir a juicio. Pero Pip fue de las últimas personas en verlos a ambos antes de que sucedieran los trágicos hechos.
Basada en un best seller de Holly Jackson, la joven Pip -dueña de una feroz determinación- va descubriendo hilos que los policías dejaron sueltos y no duda en exponerse físicamente a peligros que harían retroceder al adulto más plantado.
De a poco, irá contando con la colaboración de Ravi (Zain Iqbal), hermano de Sal, con el que existe una tensión que podría derivar en romance. Pero encontrará la oposición de sus propios padres y del hermano de la difunta, Max (Henry Ashton), un hierático ricachón que goza insuflando sadismo a sus conquistas amorosas.
Con un suspenso creciente, los 6 episodios transcurren velozmente, y no faltan los detalles morbosos. Emma Myers construye un personaje cuya voluntad es difícil de quebrar y que, de a ratos, tambalea cuando se trata de mostrar su vulnerabilidad. La joven -estadounidense de origen- cuenta con un gran talento actoral y el resto del elenco cumple con otorgar verosimilitud a sus personajes.
Muy bien narrada, sin florituras estilísticas ni dejar de lado los apuntes sociales característicos de las buenas ficciones inglesas (Ravi es de ascendencia india; hay un policía que juega un papel ambiguo que es de clase baja), Asesinato para principiantes es un buen pasatiempo para quien guste de los policiales.
3. Serie para ver en Disney Plus: Abbott Elementary
Ya en su tercera temporada, las aventuras de estos maestros de primaria en una escuela pobre de Filadelfia siguen deleitando con su humor ingenioso y situaciones tiernas.
En esta ocasión Janine (Quinta Brunson, creadora del envío y protagonista), cansada de promover iniciativas para mejor las condiciones del estudiantado y de la escuela, acepta un traslado al área administrativa del distrito, en donde no tendrá que lidiar con la egocéntrica directora Ava (Janelle James), que le veta cada proyecto.
Sin embargo, no perderá contacto ni con las maestras veteranas, Barbara Howard (Sheryl Lee Ralph) y Melissa Schemmenti (Lisa Ann Walter), que se han adaptado a las falencias del sistema educativo haciendo cada vez menos, ni con el iluso Jacob (Chris Perfetti), tan joven y propositivo como ella.
Con avances y retrocesos, la relación entre Janine y el maestro de primer grado Gregory (Tyler James Williams) -el de la mirada fija que practica la jardinería- llega a un clímax, a la vez que el muchacho resiste las escaramuzas de la arrolladora Ava, que alardea de haber realizado una maestría en Harvard cuando sólo estuvo sentada un par de horas en un banco del parque de la Universidad.
Bradley Cooper aparece en uno de los 10 episodios, como estrella invitada, y en esta temporada, la escuela sale del edificio para una excursión a un parque. Las instancias que allí se suceden son por demás divertidas.
Como suele suceder en nuestro país, en esta escuela escasa de partidas presupuestarias, los maestros deben cubrir varias tareas más allá de enseñar, lo que produce una tensión en algunos que los guiones abordan con situaciones humorísticas, sin dejar de lado un enfoque empático.
Habiendo ganado varios Emmys en las temporadas anteriores, este año compite en 9 categorías. Merecidas son.
4. Película para ver en Max: Elizabeth Taylor: Las cintas perdidas
Este documental de Nanette Burstein es una suerte de biografía de una de las máximas estrellas que diera el Hollywood clásico, Elizabeth Taylor. Unas cintas de audio encontradas recientemente, en donde la actriz fuera entrevistada a lo largo de los años, son su fundamento.
En ellas, esta mujer que se casó 8 veces, repasa sus inicios como estrella infantil en la Metro Goldwyn Mayer, los papeles anodinos durante su adolescencia, la oportunidad de demostrar sus dotes actorales en Ambiciones que matan (1951) junto a Montgomery Clift, y Gigante (1955), junto a Rock Hudson y James Dean.
Elizabeth se llevaba muy bien con los actores gays con los que trababa profundas amistades; todos los nombrados lo eran.
A poco de enviudar del productor Mike Todd, le birló el marido -el cantante Eddie Fisher- a su amiga Debbie Reynolds, tras usarlo como paño de lágrimas. Eso predispuso al público en su contra e inició una retahíla de escándalos que la tuvieron en las portadas de las revistas durante años.
Casada con Fisher, asfixiada por él, se enamoró del galés Richard Burton durante la filmación de Cleopatra (1964), una de las películas más caras de la historia, por la que cobró ese famoso salario de un millón de dólares.
Burton también estaba casado. Hasta el Vaticano se pronunció ante tan descarada pareja, blanco favorito de los paparazzi. Como Elizabeth tomaba los votos matrimoniales cada vez que se enamoraba, con el actor inglés lo hizo dos veces. Él, compartía el amor que sentía por ella con cualquier botella de alcohol que le pusieran al alcance de su mano. Hundidos en una vaporosa nube beoda, fueron y vinieron durante años, tan volátil y apasionada era su relación.
La bella Liz se iba abotargando; vinieron los papeles de mujer madura. Junto a Burton protagonizó ¿Quién le teme a Virginia Wolff? (Mike Nichols, 1966), que le valiera su segundo y muy meritorio Oscar; el primero se lo dieron por lástima por un film olvidable, Una venus en visón (1960). No fue lo excelso de su interpretación lo que cautivó a los votantes de la Academia, sino su coqueteo con la muerte a través de una neumonía.
No hay nada profesionalmente destacable en los últimos años de carrera. Pero seguía atrayendo la atención del público con destellos de una fama muy bien amancebada. Fue una de las pioneras en recaudar millones de dólares a través de una fundación para que se investigara el virus del HIV, en un momento en que el gobierno conservador de Ronald Reagan no asignaba partidas para tal tarea.
Amiga de Michael Jackson, y de entrar y salir de las clínicas de rehabilitación, resulta muy placentero escucharla mientras en imagen desfilan cientos de sus fotografías y fragmentos de sus películas.
Reina de Hollywood, con unos ojos azules oscuros inigualables -lo de "violetas" fue un truco publicitario para destacar su singularidad-, dueña de una belleza tan pura como los enormes diamantes que Burton le regalaba, aderezada por conductas de una vulgaridad de entrecasa, la Taylor sigue despertando interés, 13 años después de su fallecimiento.
Imperdible.
5. Película para ver en Max: Amarga pesadilla
Conocida en la Argentina como La violencia está en nosotros (1972), dirigida con pulso firme por el inglés John Boorman, esta película combina el género de aventuras con toques de horror. El paso del tiempo la ha transformado en un clásico inoxidable.
Cuatro conocidos de la ciudad de Atlanta deciden dedicarle un fin de semana a un río en Georgia y disfrutar de la naturaleza antes de que el valle sea inundado por la construcción de una represa generadora eléctrica. Con sus canoas, atravesarán los rápidos, y alguno de ellos será "ensartado" en su enfrentamiento con los primitivos habitantes del lugar.
Pronto descubrirán que en ese ámbito la suficiencia urbana que los recubre no es tan apta para sobrevivir como un arco y una flecha.
Liderados por Lewis (Burt Reynolds) -un macho alfa que pronto se convertirá en lastre-, esta aventura adolescente los sumergirá en un torbellino de emociones inauditas y, alguno de ellos, Ed (John Voight), sufrirá una profunda experiencia de auto conocimiento.
Bobby (Ned Beatty), que no está capacitado para manipular ni un remo, preferirá haberse quedado en casa. Y Drew (Ronny Cox), con cierto talento artístico como para enfrentarse en un famoso duelo de banjos con un adolescente lugareño con retraso mental, tendrá una inesperada cita con la infinidad.
Con una atmósfera pesadillesca realzada por la extraordinaria fotografía de Vilmos Zsigmond (Del mismo barro, El largo adiós, Encuentros cercanos del tercer tipo), la belleza intocada de los parajes naturales, y un grupo de actores en estado de gracia (Reynolds se ganó aquí su carnet de estrella después de años de yugarla en cometidos menores), Amarga pesadilla fue nominada para el Oscar a la mejor película (compitiendo con El padrino y Cabaret), y fue homenajeada por Javier Bielinski en El aura (2005).
Su visión se constituye en una experiencia inolvidable que intimidará a más de uno.
Imperdible.
