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Legislativo

La volatilidad interna complica la actividad del Congreso de la Nación

Las negociaciones entre el Presidente y los gobernadores definen el curso de los debates legislativos, y los bloques encuentran dificultades para sostener una postura frente a LLA.

Senado de la Nación.
Senado de la Nación. ee

Tras el revés sufrido en el Senado, el gobierno de La Libertad Avanza anunció el envío de una nueva Ley Ómnibus, más acotada y con algunas modificaciones, que quedará en manos de los gobernadores. Así, el Congreso de la Nación se prepara para un periodo de intensa actividad, al tiempo que se enfrenta a una importante situación de volatilidad interna.

Una sesión fallida

Luego de que el presidente Javier Milei abriera el periodo de ordinarias, el bloque Hacemos Coalición Federal convocó a una sesión a fin de tratar un proyecto propuesto por la Coalición Cívica que implicaba una nueva fórmula de actualización jubilatoria. 

Pese al apoyo recibido de Unión por la Patria, el bloque liderado por Miguel Ángel Pichetto fracasó en su intento de avanzar con la iniciativa. La sesión en la Cámara de Diputados cayó por falta de quórum.

El sector de la oposición dialoguista sufrió la falta de apoyo de los gobernadores, que negocian en forma paralela un acuerdo fiscal a cambio de la aprobación de la Ley Ómnibus.

La política económica del presidente Milei y los recortes presupuestarios generan que los gobernadores necesiten fortalecer un buen vínculo con el Gobierno Nacional. 

Por eso, el bloque de Pichetto no contó con sus propios legisladores, que responden directamente a los mandatarios provinciales: los diputados que representan al cordobés Martín Llaryora y al entrerriano Rogelio Frigerio no bajaron al recinto. 

De esa manera, los jefes locales adquieren un nuevo rol de negociación en una conversación que no se da en el ámbito Ejecutivo, sino en el Legislativo. Esa deformación es permitida por el propio sistema político, en el cual los gobernadores tienen la responsabilidad de armar las listas de legisladores que compiten en las elecciones. Diputados y senadores quedan, entonces, íntimamente ligados a la influencia del mandatario de la provincia.

El primer intento de sesión en el Congreso mostró, además, una situación de inestabilidad interna en los bloques que lo conforman. 

Bloques variopintos

Los 23 legisladores que componen Hacemos Coalición Federal se convirtieron en la clave para alcanzar el quórum y permitir el avance de los proyectos de ley, en un contexto en el que ningún bloque alcanza el número mágico por sí solo. 

Sin embargo, una de sus principales dificultades es la adopción de una postura en común, dada la diversidad ideológica que lo compone. El espacio incluye al peronismo cordobés, aliado del presidente, tanto como al radicalismo y el socialismo santafesino, abiertamente críticos de Milei, desde antes de que el libertario ganara las elecciones.

Nuevos aliados para La Libertad Avanza

La misma situación se refleja en el radicalismo desde que sus 34 legisladores tomaron distintas posiciones frente a La Libertad Avanza. Mientras que el jefe del bloque, Rodrigo de Loredo, decidió establecer acuerdos con el oficialismo, diputados como Facundo Manes y Pablo Juliano prefirieron marcar las diferencias. 

El elemento decisivo para que se frustrara la convocatoria al recinto fue la decisión de la UCR, que mayoritariamente decidió vaciar el recinto. 

Apenas cinco diputados encabezados por Manes se sentaron en sus bancas. En tanto, De Loredo, cuyos legisladores no colaboraron con el quórum, obtuvo la presidencia de la comisión de Previsión y Seguridad Social.

Las disidencias también alcanzaron a Unión por la Patria. Si bien el espacio se mantiene como principal oposición, ya sufrió la salida de tres diputados tucumanos que responden al gobernador Osvaldo Jaldo

"Rehenes de la discusión"

Mientras tanto, en medio de un difícil contexto socioeconómico, las reformas no logran avanzar por vía legislativa y quedan a disposición de las negociaciones entre el Ejecutivo nacional y el provincial. 

En esa línea se expresó el diputado Juan Manuel López (CC), quien cargó contra Milei al apuntar que "al Presidente le cuesta tener empatía, compasión o entender la situación de algunas personas que sufren más que el resto". 

"¿Van a ser los jubilados, Presidente, rehenes de esa discusión entre gobernadores y Gobierno nacional? No pueden serlo, porque no pueden aguantar, y porque no tienen nada que ver con esa discusión", agregó el diputado en referencia a la disputa por la Ley Ómnibus.

Tensión en el Senado

En tanto, el DNU 70/2023 llegó a la Cámara de Senadores luego de que la vicepresidenta, Victoria Villarruel, lo incluyera en la sesión especial. 

La decisión de la titular de la Cámara Alta generó fuerte repudio en redes sociales por parte de la militancia mileísta y hasta el propio mandatario deslizó algunas directrices negativas al respecto. El presidente llegó a poner "me gusta" a un posteo que dice que a Villarruel "hay que colgarla en la plaza". La publicación luego fue eliminada.

Las diferencias quedaron al desnudo en un comunicado del Gobierno, en donde expresó su  "preocupación por la decisión unilateral" de algunos sectores de la clase política que "pretenden avanzar con una agenda propia e inconsulta".

El oficialismo argumentó que estas medidas "violentan el espíritu" del Pacto de Mayo, convocado por el Presidente. 

El ministro de Interior, Guillermo Francos, se refirió a la inclusión del DNU en el temario de la sesión en el Senado diciendo, en diálogo con Radio Rivadavia: "No creo que haya habido intención de la vicepresidenta, sí un error haber incluido este tema, pero no una intención de dañar al Gobierno".

Otra posición sostuvo en el recinto el senador oficialista Juan Carlos Romero de Salta que sostuvo que legalmente correspondía convocar a la sesión. Luego otros legisladores se manifestaron en el mismo sentido destacando la necesidad de respetar el reglamento de la Cámara. En un video posterior la propia Villarruel reforzó ese mensaje sosteniendo la importancia de respetar la institucionalidad.   

Llanero solitario

Después de cinco horas de discusión, el decreto 70/2023 fue rechazado por 42 votos en contra y 25 a favor (además, hubo cuatro abstenciones). 

Ya se conocían las posiciones en bloque de La Libertad Avanza, el PRO y el kirchnerismo, pero fueron clave las inclinaciones de pequeños bloques y los votos divididos de la UCR.

En el radicalismo, hubo 10 votos a favor, 3 en contra y 1 abstención. 

El más resonante fue Martín Lousteau, quien había votado en contra de la postergación del tratamiento del DNU. Y luego anticipó que no acompañaría el decreto presidencia. A él se sumó el fueguino Pablo Blanco y la radical chubutense Edith Terenzi (aunque no integra formalmente el bloque) mientras que Maximiliano Abad se abstuvo. 

La contradicción es que Eduardo Vischi, el presidente del bloque radical en el Senado, aseguro que "no es el momento de rechazar el DNU, es el momento de apoyar".

Una clara muestra de las diferentes visiones que existen en las UCR sobre como posicionarse rente al Gobierno es que el presidente del Comité Nacional y el titular del bloque de senadores votaron de manera diferente. 

Se trata de la primera vez en los 40 años de democracia en que un Gobierno en ejercicio experimenta ese traspié con un DNU en una de las cámaras. Cabe aclarar que, tal cual establece la Ley 26.122, promulgada durante el gobierno de Néstor Kirchner, el decreto no caerá sino hasta que sea rechazado (si eso sucede) por la Cámara de Diputados.

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