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La debilidad parlamentaria de La Libertad Avanza vuelve a ser un problema para el gobierno de Javier Milei

El Congreso está atravesando un proceso de renovación de estrategias y alianzas, mientras los bloques tienen dificultades para encontrar la heterogeneidad en su postura frente a LLA

La Cámara de Diputados
La Cámara de Diputados
Agustina Rocío Fernández 22 agosto de 2024

Esta semana, La Libertad Avanza se encontró, nuevamente, frente a las restricciones que le impone la debilidad de su representación parlamentaria. Fueron días agitados en el Congreso, y la oposición dialoguista los aprovechó para poner un límite a la agenda del oficialismo. 

Tras la sanción de la Ley Bases y el Paquete Fiscal, los bloques que colaboraron con el Gobierno para que el presidente Javier Milei obtenga las herramientas que reclamaba, decidieron ahora marcar distancia y empezar a mostrar el peso de sus espacios en el Congreso. 

En ese marco, el Gobierno sufrió tres duros golpes políticos en el lapso de una semana.

En primera instancia, la Cámara Baja rechazó el DNU 565/2024 que aumentó en $100.000 millones los fondos reservados destinados al funcionamiento de la SIDE. La derrota fue de 156 a 52. 

Luego, la Cámara de Senadores decidió aprobar la reforma de jubilaciones por la que Milei llamó "degenerados fiscales" a los diputados que la votaron en su momento. Los 7 senadores de LLA apenas pudieron sumar una voluntad del PRO para su rechazo. Se espera, tal como anticipó el Presidente, el veto de la medida a pesar del amplio apoyo que reunió. Pero el Congreso puede lograr los votos para insistir con ella.

Además, el senador Martín Lousteau se quedó con la codiciada presidencia de la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Servicios de Inteligencia. Mientras Victoria Villarruel disputaba candidatos con Karina Milei y Santiago Caputo, el radical logró alcanzar suficientes voluntades para ahora supervisar la reforma de la SIDE. 

Martín Lousteau saluda a Mariano Recalde, con Juliana Di Tullio como testigo, en una reunión de la comisión de Presupuesto del Senado.
Martín Lousteau saluda a Mariano Recalde, con Juliana Di Tullio como testigo, en una reunión de la comisión de Presupuesto del Senado.

Todo esto, acompañado con el escándalo por el aumento de la dieta de los legisladores, marcó una muy complicada semana para La Libertad Avanza. Y, al mismo tiempo, puso en evidencia el proceso de renovación de estrategias que atraviesa el Congreso: mientras que se tejen nuevas alianzas, también se desarman otras más antiguas. 

Distancia con el PRO

Antes de la sesión, el expresidente Mauricio Macri reunió a la dirigencia del PRO y pidió no sólo que bajen a dar quórum, sino también que voten en contra del decreto que firmó Milei, lo que constituyó el golpe de gracia para el oficialismo.

Se trata de un paso más en la profundización de la distancia entre el PRO y La Libertad Avanza. Macri decidió que su espacio abandonaría el rol de socio permanente del oficialismo para caminar hacia un apoyo condicionado. De esa manera, busca dejar en claro que su espacio es distinto del Gobierno: si bien participaría de sus logros, no sería cómplice de sus desaciertos. 

En tanto, en el Senado el PRO marcó otra distancia cuando apoyó la reforma de las jubilaciones, que la Casa Rosada confirmó que será vetada por Milei.  Sólo Carmen Álvarez Rivero (PRO) votó de la misma manera que los 7 senadores libertarios. 

La oposición consiguió convertir en ley la recomposición de las jubilaciones.
La oposición consiguió convertir en ley la recomposición de las jubilaciones.

Malestar con Pichetto

El malestar en el bloque liderado por Miguel Ángel Pichetto comenzó a principios de mes, cuando decidió frustrar una sesión convocada por LLA que anticipaba una discusión polarizada en el recinto. 

En aquella ocasión, el espacio dejó en claro que aspiraba a ser parte de la agenda parlamentaria y recriminaron al oficialismo que el tratamiento de sus temas se demora en las comisiones y sus proyectos no se incluyen en los temarios de las sesiones especiales.

Ahora, pusieron un nuevo límite a la agenda del Gobierno y subrayaron su propia identidad. Y, al mismo tiempo, ponen en evidencia el peso de sus 16 legisladores en el Congreso. 

Los diputados Miguel Ángel Pichetto, Cristian Ritondo y Florencio Randazzo dialogan durante el tratamiento en particular de la Ley Bases.
Los diputados Miguel Ángel Pichetto, Cristian Ritondo y Florencio Randazzo dialogan durante el tratamiento en particular de la Ley Bases.

Fuga de votos

Por otro lado, la firma del Pacto de Mayo acercó a algunos gobernadores al Gobierno.

A fines de enero, el tucumano Osvaldo Jaldo permitió que sus diputados rompieran con Unión por la Patria y formaran su propia bancada. Los diputados del mandatario provincial se convirtieron en socios permanentes de La Libertad Avanza. En este caso, decidieron votar en contra del rechazo del DNU, para así afianzar aún más su alianza con el oficialismo. 

En tanto, el catamarqueño Raúl Jalil también intentaría diferenciarse del peronismo y acercarse cada vez más al Gobierno, para entonces encontrar una mejor posición desde la cual negociar con la Casa Rosada. Sin embargo, el quiebre no es tan profundo como el de Jaldo. Sucede que todos los diputados de Catamarca decidieron este miércoles darle la espalda a Milei y votar el rechazo del DNU. 

Así se evidencia que las alianzas federales perdieron estabilidad y dependerán, a partir de ahora, del texto que se esté debatiendo en el momento. 

Quiebres internos

En este proceso de construcción de nuevos posicionamientos, los bloques encuentran dificultades para mantener la unanimidad. La heterogeneidad caracteriza a cada vez más espacios a la hora de votar, dado que aún no está en claro cuál es el rol que cada uno tomará de frente a La Libertad Avanza. Y esto conlleva varios cruces internos.

Por el lado del PRO, la diferencia entá entre quienes prefieren la distancia con el oficialismo, liderados por Macri; y quienes eligen acompañar todas las decisiones del Gobierno, encabezados por Patricia Bullrich

Fueron veinte los diputados que siguieron al fundador del partido, y cuatro los que eligieron el camino de la ministra de Seguridad. Los primeros argumentaron que "esto no es el cambio", mientras que los segundos criticaron la interferencia de Macri en las decisiones de la bancada. "Lamento que algunos dirigentes manden a romper la orgánica del bloque", expresó Damián Arabia, uno de los diputados que no dieron quórum.

En tanto, el radicalismo aportó ocho voluntades al Gobierno, mientras que veintidós le dieron la espalda. Rodrigo De Loredo, jefe de la bancada y cercano al oficialismo, no sólo estuvo ausente, sino que además afirmó que el DNU estableció "una asignación imprevista" que se apoya en motivos "que hoy se desconocen".  

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