Tras haber re-asumido la presidencia del PRO, Mauricio Macri encabezará una cumbre de la Fundación Pensar en Entre Ríos en los últimos días de agosto.
La reaparición de Macri en La Boca sirvió para marcar la distancia definitiva con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y definir un acompañamiento crítico hacia el presidente Javier Milei. Si bien el espacio avala el rumbo definido por el Gobierno, cuestiona su gestión.
Se trata de otro encuentro masivo que busca potenciar el músculo institucional del PRO ante los intentos de La Libertad Avanza de fagocitar el espacio. Según trascendió, habrá una doble jornada pautada para 29 y 30 de agosto en Paraná, que contará con el cierre de Macri en el escenario.
Poder institucional
El think tank que preside María Eugenia Vidal ya lanzó dos informes con algunos cuestionamientos al Gobierno. A principios de julio, la Fundación Pensar consideró que se ven "más interrogantes que certezas" a mediano y corto plazo.
De esa manera, las acciones del expresidente se encuadran en una estrategia de diferenciación con La Libertad Avanza, para así ganar peso en la negociación para las listas de 2025.
La cuestión de fondo es que el PRO mantiene numerosos recursos institucionales, pero fue perdiendo músculo electoral: el grueso de los votantes del partido fundado por Macri se identifica ahora con Milei.
Entonces, Macri apunta a mostrar su poder territorial y recursos institucionales y señalar las dificultades que sufre la actual administración en su gestión, para así subirle el precio al partido que fundó frente a la ola libertaria que le quitó peso electoral.
La idea de fusión con La Libertad Avanza ya fue descartada: el expresidente insiste en reforzar la idea de independencia respecto del Gobierno, marcando una agenda propia y sólo apoyando las medidas que se consideren beneficiosas.
El objetivo de Macri es marcar distancia con la Casa Rosada, pero también ser su aliado y partícipe de los triunfos del oficialismo.
Milei, en silencio
Mientras Macri continúa con su raid mediático, alternando entre elogios y críticas al Gobierno nacional, Milei elige, por ahora, no confrontar directamente con el exmandatario. Sin embargo, envía algunas señales sutiles, tal como mostrarse junto a su equipo de Gobierno.
Sucede que el líder del PRO cuestionó al "entorno" de Milei, afirmando que lo que pudo acordar con el libertario "fue a pesar de su entorno". Un sector importante del partido amarillo pide, desde hace tiempo, que las autoridades nacionales que acepten incorporar a ex funcionarios y dirigentes de su agrupación a la gestión diaria a fin de "ayudar" y "mejorar la calidad de gestión".
En ese marco, el Presidente intenta hacer equilibrio en la relación con el PRO. La Libertad Avanza no necesita al PRO para alcanzar éxitos electorales, pero sí lo requiere en términos institucionales. La realidad es que el oficialismo no habría logrado la sanción de los proyectos impulsados por el Ejecutivo sin el apoyo total del partido amarillo.
Además, el próximo año se realizarán las elecciones de medio término, que tienen una dinámica distinta en cada provincia. Milei ya no será la cara visible de las boletas, y por eso La Libertad Avanza necesitará de la estructura política del PRO para obtener buenos resultados en los comicios.
Pero al mismo tiempo, debe mantener a su electorado "anticasta" y no dar el brazo a torcer frente a Macri, quien rechazó el co-gobierno y condiciona su apoyo a las medidas que se consideren beneficiosas en su espacio.
