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"Isabel", el nuevo libro de Facundo Pastor

Casi olvidada, o tal vez escondida, es momento de empezar a contar lo que vio, lo que sabe y lo que oculta.

Facundo Pastor reconstruye, con ritmo de thriller, lo que pasó con María Estela Martínez de Perón
Facundo Pastor reconstruye, con ritmo de thriller, lo que pasó con María Estela Martínez de Perón Alejandra López
27 febrero de 2024
  • La madrugada del 24 de marzo de 1976, María Estela Martínez de Perón, Isabel, dejó de ser presidenta de la Argentina, casi dos años después de la muerte de Juan Domingo Perón. El helicóptero que la sacó de la Casa Rosada no fue a la Quinta de Olivos. ¿Quién la acompañaba? ¿Fue víctima de una trampa de su propio entorno? ¿Por qué Massera la tuvo estrictamente vigilada? ¿Cómo es la vida hoy de esta mujer, a la que envuelve un silencio que parece más obligado que voluntario? Casi olvidada, o tal vez escondida, es momento de empezar a contar lo que vio, lo que sabe y lo que oculta. 
  • Facundo Pastor reconstruye, con ritmo de thriller, una historia en la que no faltan espías infiltrados en el entorno de una viuda acorralada, pilotos entrenados para una operación secreta de inteligencia militar, traiciones y una negociación extorsiva jamás revelada que hubiera cambiado la historia argentina.

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Fragmento de Isabel

Una imagen en blanco y negro disparó la idea de este libro. Hace meses que miro esa foto que recorté de un diario de época y decidí pegar sobre la base de madera del escritorio en el que trabajo cada día. Está colocada junto a una línea de tiempo que me ayuda a orientar mi investigación. La foto es el punto de partida. El mojón inicial.

Contemplo esa fotografía cargada de interrogantes sin la garantía de poder darle respuesta a todo lo que busco. Cada vez que me detengo sobre la imagen aflora el mismo sentimiento. Es un magnetismo particular que me atrapa y me obsesiona; que me arrastra y me deja sin aliento. Y que siempre me obliga, como un voyeur, a volver a mirar. Pese a las decenas de veces que vi esta instantánea, por algún extraño motivo cada vez que volvía sobre ella sentía que era la primera vez que la miraba. Siempre surgían detalles en donde reparar. La imagen es hipnótica.

La noche convive con el resplandor de dos farolas encendidas. Las celosías de las ventanas están entreabiertas. Las cortinas no dejan ver más allá. Nadie se asoma. Las luces de adentro están apagadas. No hay una sola oficina iluminada. En la parte superior de la imagen hay un helicóptero.

El helicóptero lleva una escarapela gigante pintada. También una inscripción que dice Fuerza Aérea Argentina junto a una letra y dos números. Un guion gigante los separa: H-02. Las letras negras abarcan casi la totalidad de la estructura de cola. Más atrás está el rotor. En la parte de adelante, sobre la puerta de acceso a la cabina de pasajeros, se ve una bandera argentina con un Sol de Mayo diminuto.

El helicóptero acaba de despegar. Lleva un reflector encendido en la trompa. La luz encandila. Rompe la monotonía de la noche y genera un manchón blanco en la fotografía. Un círculo imperfecto. Un destello inevitable.

Hacia abajo, unas veinte personas concentran sus miradas sin sospechar lo que está a punto de suceder. Todos, sin excepción, miran hacia arriba. Hacia el cielo negro. Hacia el helicóptero. Es medianoche. Hacía cuarenta y nuevo minutos que era 24 de marzo de 1976.

La foto ostenta que algo trágico está a punto de suceder. El pensamiento es arbitrario porque la miro conociendo el final de la historia. Aun así, estoy convencido de que esa fotografía hace posible un juego de fantasías. Como si existiera un lenguaje encriptado entre el ejercicio de mirar y la acción de imaginar.

Ese juego de fantasías se asemeja a una alucinación. A una mezcla de sentidos.

El ruido del helicóptero.

El bullicio de los testigos.

La noche ventosa.

La acción de mirar se confunde con la acción de escuchar, con la acción de sentir, pero sobre todo con una sensación indescriptible. Una sensación que te traslada hacia ese lugar, en el preciso instante en que suceden los hechos.

¿Qué busco en esa fotografía? En rigor, nada de lo que me interesa se puede ver en esa imagen. Más bien es un recorte, una edición. Mi investigación va mucho más allá de ese instante. Todo lo que busco, justamente, es lo que no se ve. Aun así, vuelvo a esa imagen en blanco y negro por lo menos una vez al día en los últimos meses.

Necesito saber quién fue el reportero que logró esa fotografía. ¿Qué pasó cuando el obturador de su cámara abrió camino a la luz? ¿Pudo darse cuenta de que estaba documentando un momento de inflexión para la historia argentina?

Tardé dos días en encontrar a Horacio Villalobos, un cronista argentino que, al momento de lograr esa imagen, trabajaba para la United Press Internacional, una agencia de noticias, con sede central en Washington, fundada en 1907.

—Claro que recuerdo la foto del helicóptero. ¿Cómo olvidarla? —rememora ni bien atiende el teléfono en su estudio de la ciudad costera de Estoril.

Va a repetir esa frase varias veces: la foto del helicóptero. Como si fuera un mantra periodístico, como si la imagen llevara impregnada esa síntesis de cuatro palabras. Luego, me contará que reside en Portugal desde 2016 y que podría describir, con precisión, cada detalle de aquella noche.

Y es así. Habla pausado de un oficio que nunca abandonó a pesar de sus 76 años. Su reconstrucción es ordenada. Su memoria no falla. Las sensaciones surgen como huellas imborrables. Huellas que prefiere enumerar:

El sonido del helicóptero dispuesto a desplegarse por una ciudad adormecida.

Los otros testigos, ahí parados, observando el devenir de la historia.

El manchón blanco del reflector encendido en la parte delantera de la nave.

El silencio del final cuando el helicóptero es devorado por la noche, y ya no hay nada más para ver.

El vértigo de revelar esos negativos y transmitirlos al mundo.

El miedo de ser interceptado y nunca poder publicar eso que vuelve a llamar por su nombre: la foto del helicóptero.

Siento una vibración especial en su tono de voz. Antes de cortar, Horacio hace un silencio y remarca:

—No sabíamos lo que iba a pasar, pero ya se respiraba un aire espeso. Empezamos a escuchar el zumbido de las aspas antes de descubrir el vuelo del helicóptero. Había rumores de todo tipo. Se decía que el final era inminente. De un lado, la plaza vacía; del otro, lo que me interesaba retratar. Me alejé unos metros. Necesitaba tomar distancia en busca de una mirada distinta.

Fue eso lo que me quedó retumbando en la cabeza cuando terminó la conversación telefónica. La importancia de una mirada distinta (distante).

La foto de Villalobos es una postal replicada hasta el hartazgo en revistas y diarios viejos, libros de historia y documentales. Es una imagen que simboliza la transición de la democracia hacia la dictadura más cruenta que tuvo nuestro país. Una imagen que documenta de manera certera el camino hacia el horror. Un portal hacia la tragedia.

Es la madrugada del 24 de marzo de 1976. Miércoles. Son los últimos minutos como presidenta de la Argentina de María Estela Martínez de Perón. Isabelita. Los últimos minutos de una democracia débil comandada por la viuda y heredera de Juan Domingo Perón.

En la foto, el helicóptero Sikorsky S-58DT ya está surcando el cielo de la Capital Federal. La ruta de vuelo va a ser modificada. Una conspiración militar está en marcha. El destino final no va a ser la Quinta de Olivos, como suponían los pasajeros. Un nuevo golpe de Estado irrumpía en la Argentina, uno más de los tantos que sucedieron a lo largo del siglo XX.

Isabelita se va a convertir en la primera prisionera de un grupo de militares que usurparon el poder. El mismo grupo de golpistas con los que ella negoció, hasta el final, la eliminación de las organizaciones revolucionarias de izquierda.

¿Cuál fue la responsabilidad de la viuda de Perón en los crímenes de lesa humanidad cometidos durante su presidencia?

¿Cómo se gestaron los tres decretos que ordenaban a las Fuerzas Armadas "aniquilar" a la subversión?

***

CV de Facundo Pastor

Facundo Pastor (Buenos Aires, 1979) es periodista, abogado y productor. Comenzó su carrera redactando crónicas deportivas y luego se desempeñó como cronista de radio y TV. Se especializó en investigaciones judiciales y policiales para el noticiero de América 2. Su programa Documentos América recibió un Martín Fierro y el prestigioso New York Festival. Desde 2007 conduce Foja Cero, en La Red (AM 910) todos los sábados a la mañana. Además, es editor general de la revista 1986, dedicada a los fanáticos de River Plate. 

En 2015 publicó su primer libro de investigación: Nisman. ¿Crimen o suicidio? ¿Héroe o espía?, una rigurosa investigación periodística que puso al alcance de la opinión pública datos certeros sobre una de las muertes políticas más significativas de la Argentina. En 2018 escribió su segundo libro, El gran arrepentido, sobre el FIFAGate. Ese mismo año obtuvo el Martín Fierro por su labor periodística en televisión. 

Actualmente conduce el noticiero de la señal A24 y un envío radial cada tarde en La Red. También trabaja en la producción de proyectos documentales para distintas plataformas. Su libro Emboscada. La historia oculta de la desaparición de Rodolfo Walsh y el misterio de sus cuentos inéditos (Aguilar, 2022) fue finalista de la Semana Negra de Gijón en su edición de 2023.

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