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El trabajo remoto requiere 3 pilares fundamentales para que funcione: confianza, responsabilidad, organización

Todo trabajo que pueda ser remoto, debería ser remoto. O al menos, debería existir la posibilidad de elegir.

Lucas Tortonese 01 diciembre de 2023

El trabajo remoto es un desafío y una oportunidad. Pero, ¿qué es el trabajo remoto? Se refiere a la realización de actividades laborales fuera de las instalaciones físicas tradicionales de la empresa. Algo que hemos observado en demasía durante la pandemia, dando lugar al nuevo mundo laboral. 

El trabajo remoto requiere 3 pilares fundamentales para que funcione: confianza, responsabilidad, organización.

  • Organización en términos de saber gestionar el tiempo y priorizar las tareas y responsabilidades. La organización va desde saber "qué voy a hacer hoy y en cuanto tiempo", hasta setearse espacios de 15 o 30 minutos para hacer break o pausas activas. 
  • Confianza entre las partes (empleador) y (empleado) acerca de las competencias y capacidades profesionales. La empresa tiene que confiar en las personas y en que van a hacer bien su trabajo; y el trabajador debe responder brindando la misma confianza. 
  • Responsabilidad de cada trabajador de cara a cumplir con los objetivos. Responsabilidad al hacerse cargo de los alcances de su rol y el servicio brindado a la empresa. Y también responsabilidad con uno mismo, para cultivar buenos hábitos de salud y trabajo.

Así, el trabajo remoto fue ganando terreno en las principales industrias laborales, donde en lugar de trabajar en una ubicación específica, como una oficina, las personas pueden realizar sus tareas en diferentes lugares (casa, cafeterías, espacios de coworking). Libertad y flexibilidad. 

Algunos de los beneficios comprobados del trabajo remoto: flexibilidad de ubicación, mejor balance entre la vida personal y profesional, optimización del tiempo, aumento de la productividad, reducción de costos operativos, mayor inclusión y diversidad, entre otros. 

Entre las principales dificultades encontramos: desafíos constantes de comunicación, falta de interacción social, sedentarismo, autodisciplina, problemas de desconexión laboral, entre otros. 

El trabajo remoto se convirtió en una gran opción viable gracias a los avances tecnológicos que permiten la comunicación y colaboración en línea (meets, chats, apps, plataformas, nube, etc), apoyándose también en la flexibilidad en términos de horarios y ubicación, dando lugar a un gran logro: equilibrar la vida laboral y personal. 

Sin embargo, también presenta varios desafíos, como la necesidad de una buena gestión del tiempo, la comunicación efectiva a distancia y la superación de posibles sentimientos asociados a la lejanía entre las personas. 

Una buena gestión del trabajo remoto se da cuando hay un acompañamiento acorde de todos los detalles mencionados y un seguimiento a cada trabajador para entender su situación y lograr su bienestar laboral y una gran experiencia. 

Considero que todo trabajo que pueda ser remoto, debería ser remoto. O al menos, debería existir la posibilidad de elegir. 

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