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¿Se viene un nuevo periodo de oro para Italia?

La foto de los líderes del G20 en la Fontana di Trevi recordó aquella famosa escena de la “Dolce Vita”. Italia podría estar a punto de vivir otro renacimiento

¿Se viene un nuevo periodo de oro para Italia?
Paolo Rizzo 08 noviembre de 2021

La reciente cumbre del G20 ha dado visibilidad mundial a Italia. Entre reuniones plenarias, bilaterales y visitas turísticas, los jefes de Estado y de Gobierno han acordado para limitar el cambio climático a 1,5 grados, sostener la recuperación económica mundial y garantizar vacunas a los países más pobres. Ha sido un éxito para Italia.

Quizás el momento más emblemático de la cumbre ha sido la foto en la Fontana di Trevi. Se trata de una foto que entrará en la historia.

No solamente los líderes se han mostrado juntos en un lugar público e histórico. Era también la primera vez que aparecían juntos después del comienzo de la pandemia y, sobre todo, estaban sin barbijo. 

Viendo la foto es casi imposible no pensar en la famosa escena de la “Dolce Vita” con Marcello Mastroianni y Anita Erkberg bañándose en la Fontana. Era 1960. Roma era la ciudad anfitriona de los Juegos Olímpicos e Italia estaba a punto de empezar su boom económico. En la siguiente década el PIB per cápita italiano creció a un ritmo del 5% anual. Italia dejaba así atrás el difícil periodo de la posguerra y volvía a ser uno de los países más ricos del mundo. 

Hoy, a más de 60 años de distancia, Italia está en las condiciones de vivir otro renacimiento. No sé trata solamente de la centralidad diplomática adquirida con la organización del G20 sino de un conjunto de fenómenos. 

  1. Primero el orgullo por los recientes éxitos culturales y deportivos. En mayo el grupo italiano de los Måneskin ha ganado el Eurovision, el festival de la canción europea. Luego, Italia ha levantado la Eurocopa de fútbol, 53 años después de su último triunfo. En los Juegos Olímpicos de Tokio, Gianmarco Tamberi ha ganado el oro en el salto de altura y quince minutos después, Marcell Jacobs los 100 metros. Unos días más tarde el equipo italiano se ha consagrado campeón en el relevo 4x100 masculino. Son éxitos históricos. En fin, el equipo olímpico italiano ha logrado superar su récord de medallas establecido en los JJ.OO. de 1960.
  2. Segundo, desde febrero todos los partidos políticos italianos se han comprometido en apoyar un Gobierno de unidad nacional liderado por Mario Draghi, exgobernador del Banco Central Europeo y salvador del euro. Es decir que todos los partidos políticos se han hecho responsables frente al difícil momento del país. En ningún otro país occidental el Gobierno ha enfrentado la crisis pandémica con una mayoría tan amplia. El único partido que no quiso apoyar el gobierno fue Fratelli d'Italia que, en las últimas elecciones, había logrado el 4% de los votos. Hoy la coalición de gobierno está formada por democráticos, populistas, liberales y nacionalistas. Pero no es un gobierno de todos. Es el Gobierno de Draghi. El primer ministro toma las decisiones y el Parlamento vota sus propuestas. Por eso, a pesar de tener una mayoría tan heterogénea, el Gobierno de Draghi resulta creíble a los ciudadanos y a los líderes mundiales. Hoy el 75% de los italianos aprueba el Gobierno de Draghi.
  3. Tercero, el éxito de la campaña de vacunación. Como otros países europeos, Italia ha introducido la obligación de presentar el pase sanitario para ir al restaurante, bar, cine o teatro. Luego, en las últimas tres semanas el Gobierno italiano ha dado un paso más extendiendo la obligación para poder trabajar. El resultado es que Italia tiene un porcentaje de vacunados (72%) superior a Francia (68%), Reino Unido (67%) y Alemania (66%). Por ahora Italia no está viviendo la cuarta ola como Alemania y no planea reintroducir restricciones.
  4. Cuarto, los fondos europeos. Tener acceso a los 191.500 millones de euros del Recovery and Resilience Fund, parte en subvenciones (68.900 millones de euros) y parte en préstamos (68.900 millones de euros) representa una ocasión única para relanzar la actividad económica italiana. Es una situación similar a los años '50 cuando el Marshall Plan financió la reconstrucción de los países europeos destruidos por la guerra. Ahora los fondos europeos podrían reactivar la economía italiana gracias a las inversiones en tres macroáreas: digitalización, transición ecológica e inclusión social.
  5. Quinto, el vigoroso rebote económico que está sorprendiendo a muchos. Incluso al Gobierno italiano que solamente hace unas semanas atrás proyectaba un rebote del 6% del PIB. Pero en los últimos días, Istat, la oficina estadística de Italia, ha certificado que el crecimiento en los primeros 9 meses del año ha sido del 6,1%. Es decir que, con un buen dato en el último trimestre, el PIB italiano podría llegar a crecer entre 6,5% y 7% en 2021. No es un fenómeno europeo. Alemania ha recortado sus previsiones de crecimiento a 2,4%. La euforia sobre la economía ha contagiado la Bolsa de Valores de Milán que cotiza a los mismos niveles de 2007.

El conjunto de factores hace que Italia pueda volver a recuperar su nivel de actividad económica prepandemia ya en el primer trimestre de 2022. Es un resultado que parecía impensable solamente unas semanas atrás pero, a la vez, que nadie está dispuesto a celebrar. La pandemia mató a 132.000 italianos y, solamente entre 2019 y 2020, el número absoluto de pobres ha pasado de 1,1 millones a 1,6 millones. 

Además, el Gobierno de Draghi sabe que ahora deberá enfrentar dos problemas típicos de Italia. El primero será no caer en una crisis política. La presencia de Draghi garantiza estabilidad, pero no será eterna. Una eventual crisis de gobierno podría dañar a la credibilidad del país y, por ende, a su economía. La elección del Presidente della Repubblica en enero será el próximo banco de prueba. Nadie puede excluir que sea elegido el mismo Draghi y que luego siga una crisis de gobierno. 

El segundo es poner las bases para que el crecimiento sea de largo plazo. Recuperar el nivel del PIB prepandemia es el mínimo que la sociedad esperaba. Pero merece recordar que el PIB de 2019 seguía siendo inferior al PIB de 2007. Se necesita entonces lograr una tasa de crecimiento superior a la media europea. Al hacer todo bien, después de más de 10 años de estancamiento económico y declive general, Italia podría estar a punto de vivir otro renacimiento. 

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