Más de la mitad de la población mundial vive en países que tendrán elecciones de alcance nacional en 2024. Tomando en cuenta la cantidad de habitantes de esos países y los recientes comportamientos electorales, puede estimarse que cerca de 2.000.000.000 de personas votarán el año que viene.
En Asia, India concentrará la atención porque es la democracia más grande del mundo y su economía es, entre las de mayor tamaño, la que registra la mayor tasa de crecimiento. Los analistas descuentan que Narendra Modi obtendrá la reelección en mayo. También se votará en dis países muy populosos como Indonesia y Bangladesh. En cuanto a elecciones previstas para este año que aparecen como más reñidas, se destaca la del Reino Unido que podría marcar el fin de la hegemonía conservadora con un triunfo de los laboristas.
El continente con mayor número de elecciones será Africa aunque en varios de sus países hay muchos cuestionamientos al funcionamiento del sistema democrático.
En la región se destacan las elecciones de México que tienen la particularidad de aunque serían dos mujeres las que competirían con más chances por acceder a la Presidencia. Si bien todo indica que se impondrá la oficialista Claudia Sheinbaum, se supone que hará algunos cambios con relación al actual gobierno. También se votará en Uruguay que tampoco contempla la reelección inmediata del presidente y la sucesión de Luis Lacalle Pou es una incógnita. A diferencia de otras épocas, no hay en este momento una tendencia política homogénea entre los distintos gobiernos de América Latina. También habrá elecciones, si es que pueden recibir ese nombre, en Venezuela en donde continuaría gobernando Nicolás Maduro. Un comentario simular corresponde para los comicios de Rusia en donde la continuidad de Vladimir Putin no estará puesta en duda.
Pero por su impacto más allá de las fronteras del país, las elecciones presidenciales de Estados Unidos serán las que concentrarán la mayor atención. La rutina democrática más antigua del mundo tendrá un nuevo capítulo el martes 5 de noviembre. Un escenario probable es que reedite la elección de 2020 entre Joe Biden y Donald Trump invirtiendo los roles de entonces entre presidente y candidato opositor. Una opción que en principio no aparece muy atractiva para los votantes porque remite al pasado más que el futuro que es sobre lo que se tratan las elecciones.
El regreso de Trump a la Casa Blanca sería un retroceso para la democracia global porque su desconocimiento del resultado de las elecciones de 2016 afectó la credibilidad de las instituciones políticas estadounidenses.
También habrá elecciones para una institución supranacional como es el Parlamento Europeo que el 9 de junio elegirá a sus 720 integrantes y los analistas esperan que continúen prevaleciendo los partidos centristas.
El intenso calendario electoral a nivel global que involucrará a millones de personas se dará, curiosamente, en un momento en que la democracia liberal está en retroceso en varios países con la presencia de tendencias autoritarias y populistas de distinto signo. Con muchos gobiernos surgidos del voto popular, pero con prácticas que alteran el funcionamiento institucional. En ese sentido, la apuesta es a que los resultados de las elecciones contribuyan a revertir las tendencias más negativas para la consolidación de la democracia a nivel global.
