Las protestas de los "farmers" continúan en Europa y ya comienzan a impactar más allá del Viejo Continente: según diversas fuentes, no están dadas las condiciones para que se ratifique el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur.
Este martes, agricultores franceses y belgas siguieron con sus protestas en contra del aumento de los costos, las políticas ambientales de la UE y las importaciones de alimentos baratos. También se registraron manifestaciones en Alemania y Polonia.
En Francia, los agricultores, que han estado protestando durante más de dos semanas, aumentaron su presión sobre el gobierno bloqueando carreteras con sus tractores cerca de París y prendiendo fuego fardos de heno para obstruir el acceso al aeropuerto de Toulouse.
Por otro lado, en Bélgica, donde las protestas se inspiraron en las de la vecina Francia, los agricultores bloquearon las carreteras de acceso al puerto de contenedores de Zeebrugge.
Además, dijeron que planeaban prohibir el acceso al puerto del mar del Norte, el segundo más grande del país, durante al menos 36 horas.
El impacto de las manifestaciones ha sido tan elevado, que el propio Emmanuel Macron ya confirmó que discutiría sobre el asunto con la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y los líderes gubernamentales.
En este sentido, Macron intentará abordar algunas de las normas agrícolas del bloque, los fuertes subsidios y las normas de importación, que se deciden en Bruselas de forma conjunta entre los estados miembros y el Parlamento Europeo, junto con la Comisión Europea ejecutiva.
"Hemos pedido (a la UE) cosas muy concretas para nuestros agricultores", dijo Macron, pidiendo, por ejemplo, que se garantice que los productos importados cumplan con los estándares europeos.
Francia quiere "tener medidas claras sobre las importaciones procedentes de Ucrania porque hoy tenemos en volumen y calidad cosas que están desestabilizando el mercado europeo, ya sea pollo o cereales", afirmó Macron.
Por otro lado, para intentar evitar que las protestas se intensifiquen, Macron abandonó sus planes de reducir gradualmente los subsidios al diésel agrícola y prometió flexibilizar las regulaciones ambientales.
Respecto a las negociaciones con el Mercosur, la Comisión Europea dijo que continuaba con las conversaciones comerciales, algo que fue confirmado por la secretaria de Comercio Exterior de Brasil, Tatiana Prazeres.
Las declaraciones salen a la luz después de que el propio Macron dijera que no quería el acuerdo tal como estaba redactado actualmente, debido a la falta de garantías de que los productos importados tendrían que seguir reglas similares a las europeas.
"Las discusiones continúan y la Unión Europea continúa cumpliendo su objetivo de lograr un acuerdo que respete nuestros objetivos de sostenibilidad y nuestras sensibilidades, particularmente en agricultura", dijo un portavoz de la Comisión.
Por su parte, desde Brasilia, Prazeres agregó que "no ignoramos la dimensión de las discusiones políticas dentro de la Unión Europea, pero el Mercosur negocia con la Comisión y no con los países miembros".
Más allá de esto, el portavoz europeo consideró que "en la actualidad, el análisis de la Comisión es que no se dan las condiciones para concluir las negociaciones con el Mercosur".
