En la Primera Cumbre Mundial de Energía Nuclear, celebrada en Bruselas, líderes y delegaciones de más de 30 países abogaron por el uso de energía nuclear para afrontar la crisis climática y "construir autonomía estratégica" frente a la dependencia de Rusia.
Durante la cumbre, el argentino Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), explicó que existe "una creciente comprensión de que la energía nuclear es una parte indispensable de la solución a algunos de los desafíos globales más apremiantes de nuestro tiempo".
Por ello, la OIEA organizó esta cumbre, la primera de su tipo, lo que atrajo a líderes y delegados de Estados Unidos, Brasil, China y Francia, entre otros países.
En este sentido, Grossi consideró que "los jefes de gobierno y los presidentes creen que, en el contexto actual en materia de energía y seguridad, la energía nuclear tiene una contribución muy importante que hacer".
Por su parte, el asesor climático de la Casa Blanca, John Podesta, dijo que la cumbre dejó en "claro que la expansión de la energía nuclear es crítica para abordar la crisis climática que realmente está comenzando a perturbar a todos en todo el mundo".
Argentina estuvo representada a través del secretario de Estrategia Nacional, Jorge Antelo, quien resaltó que "para Argentina, esta cumbre representa un hito, es la primera vez que tenemos reunidos a los principales actores de energía nuclear, tanto a los representantes de Estado como del sector industrial y la sociedad civil".
"Es importante poner en relieve y discutir sobre el rol de la energía nuclear en materia de transición energética, seguridad energética y desarrollo económico", agregó.
Además, remarcó que "la Argentina es un país en expansión en materia de energía nuclear, posee ya 74 años de experiencia del uso pacífico de la misma con un ecosistema nuclear amplio y altamente desarrollado, lo que nos ha dado un perfil de exportador responsable de energía nuclear a distintos países en los distintos continentes".
Actualmente, más de 400 plantas nucleares operan en unos 30 países, y otras 500 están planificadas o en construcción.
Sin embargo, hoy en día, la participación de la energía nuclear en la generación eléctrica mundial ha caído al 9,2 %, su participación más baja en cuatro décadas, registrándose una disminución neta de 51 reactores.
