La OCDE dio a conocer sus nuevas proyecciones económicas en un documento titulado “El precio de la guerra” que pone en evidencia el fuerte impacto negativo que tiene sobre todas las variables la invasión de Rusia a Ucrania.
- El crecimiento global en 2022, que en diciembre se estimaba en 4,5%, fue ajustado a 3%, en línea con la proyección de 2,9% del Banco Mundial publicada ayer.
Las economías desarrolladas tendrán una expansión moderada de 2,5% en el caso de Estados Unidos y de 2,6% la zona euro, pero en ambos casos se espera una desaceleración en 2023.
A su vez, el PIB de China crecería 4,4% este año y 4,9% el próximo mientras que el PIB de Brasil subiría 0,6% en 2022.
Argentina es uno de los países, los otros son Turquía y Australia, en el que el pronóstico sobre la suba de PIB en 2022 es mejor ahora que en diciembre ya que pasó de 2,5% a 3,6%.
Por otra parte, el aumento de los precios de la energía y de los alimentos sigue pegando en los niveles de inflación que alcanzaron, según destaca la OCDE, sus registros más altos “en cuatro décadas en Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido”.
Las proyecciones de inflación para todos los países son mayores que en diciembre ratificando las declaraciones de Jerome Powell y Janet Yellen que reconocieron que la suba de precios tuvo una magnitud y una duración superior a la que esperaban.
La inflación en los países de la OCDE llegaría a 9% este año, el doble de la proyección de diciembre. De todas maneras, se estima que la normalización de la cadena de suministros y la suba de la tasa de interés deberían moderar la tasa de inflación en los próximos meses, pero “quedaría por encima de las metas de inflación de los bancos centrales en la mayoría de los países”.
Para Argentina, la OCDE proyecta, con excesivo optimismo una suba del índice de precios al consumidor de 60%.
- También la OCDE mostró su preocupación por la posibilidad de una crisis alimentaria en varios países que podría derivar en protestas sociales.
Pero la OCDE considera que el riesgo de una estanflación es limitado aunque en 2023 la inflación global seguirá en niveles elevados en y el nivel de actividad tenderá a desacelerarse porque se estima que el PIB mundial subiría 2,8%.
