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La guerra de Ucrania, en el centro de la mesa de la ONU

Durante la primera jornada en la que los líderes mundiales participaron de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la mayoría de los mandatarios hizo referencia al conflicto entre Ucrania y Rusia. Además del propio Volodímir Zelenski, Joe Biden y Lula da Silva dieron sus opiniones sobre el tema.

La guerra de Ucrania, en el  centro de la mesa de la ONU
19 septiembre de 2023

Este martes, comenzó en Nueva York una nueva Asamblea General de las Naciones Unidas y, como se esperaba, la guerra en Ucrania ocupó el centro de atención. 

El primero en disertar fue el secretario general de la ONU, António Guterres, quien atacó la invasión rusa, ya que esta viola la Carta de la ONU: "Si cada país cumpliera sus obligaciones bajo la Carta, el derecho a la paz estaría garantizado. Cuando los países incumplen esas promesas, crean un mundo de inseguridad para todos".

"La invasión rusa de Ucrania. La guerra, en violación de la Carta de las Naciones Unidas y del derecho internacional, ha desatado un nexo de horror: vidas destruidas; abusos contra los derechos humanos; familias destrozadas; niños traumatizados; esperanzas y sueños destrozados", agregó.

Además, explicó que "más allá de Ucrania, la guerra tiene graves implicaciones para todos nosotros. Las amenazas nucleares nos ponen a todos en riesgo (...) Nuestras operaciones humanitarias se ven obligadas a hacer recortes masivos. Pero si no alimentamos a los hambrientos, estamos alimentando el conflicto".

Las declaraciones de Guterres no fueron casualidad, ya que quien estuvo presente en Nueva York fue justamente el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

El mandatario, que a lo largo de toda la guerra ha participado de este tipo de foros (incluso dio una charla para la UBA de manera virtual), les imploró a los líderes mundiales que permanezcan unidos contra la invasión rusa y dijo que Moscú tiene que retroceder para que el mundo pueda dedicarse a resolver desafíos globales apremiantes.

"Ucrania está haciendo todo lo posible para garantizar que, después de la agresión rusa, nadie en el mundo se atreva a atacar a ninguna nación. Se debe frenar el uso de armas, se deben castigar los crímenes de guerra, las personas deportadas deben regresar a sus hogares y el ocupante debe regresar a su propia tierra. Debemos estar unidos para lograrlo, y lo haremos", expresó el mandatario. 

Además, en un momento en el que se intenta reflotar el acuerdo de cereales del mar Negro, Zelenski acusó a Rusia de manipular los mercados mundiales de alimentos para buscar el reconocimiento internacional de la propiedad de las tierras que le arrebató a Kiev.

Uno de los grandes ausentes en la Asamblea, como viene sucediendo en otros grandes eventos, fue el presidente ruso, Vladimir Putin, quien tiene una orden de arresto internacional en su contra por, supuestamente, deportar niños ucranianos hacia Rusia.

Al respecto, Zelenski dijo que "a esos niños en Rusia se les enseña a odiar a Ucrania y se rompen todos los lazos con sus familias. Y esto es claramente un genocidio cuando el odio se utiliza como arma contra una nación".

Biden, el gran protagonista

En un momento en el que Estados Unidos intenta nuevamente recuperar su prestigio como líder mundial, uno de los discursos más esperados de la jornada fue el del presidente Joe Biden.

El líder demócrata, que ya confirmó que en 2024 irá en busca de su reelección, también hizo un llamamiento a los líderes mundiales para que apoyen a Ucrania contra los invasores rusos.

"Rusia cree que el mundo se cansará y permitirá que brutalice a Ucrania sin consecuencias. Si permitimos que Ucrania sea dividida, ¿está segura la independencia de alguna nación?", explicó el mandatario, y añadió que "Rusia es la única responsable de esta guerra. Solo Rusia tiene el poder de poner fin a esta guerra de inmediato".

Justamente, la llave del asunto puede estar en esta última frase de Biden: aunque Rusia sin dudas es el actor agresor, desde el Kremlin dicen que su accionar es una respuesta a la expansión de la OTAN hacia el este de Europa.

Para Moscú, que Ucrania se una a la Alianza Transatlántica es una línea roja que no está dispuesta a tolerar y, por ello, exige garantías tanto de Kiev como de Washington de que esto no sucederá, algo que por el momento no se ha concretado. 

Hasta ahora, el gobierno de Biden, quien está a punto de enfrentarse a un juicio político -se lo acusa de haberse beneficiado de los negocios de su hijo Hunter justamente en Ucrania-, ya le ha enviado más de US$ 70.000 millones en ayuda a Kiev.

Sin embargo, aunque desde el ala demócrata siempre se ha defendido esta idea de apoyar y difundir la democracia por todo el mundo, los republicanos ya han comenzado a mostrar su disgusto con esta política. 

El expresidente Donald Trump, favorito para la nominación republicana, ha prometido ponerle fin a la guerra si regresa al poder, mientras que el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, el principal republicano en Washington, ha cuestionado si Estados Unidos debería seguir enviando miles de millones de dólares en armamento a Ucrania.

Según un sondeo de Reuters/Ipsos, el 65% de los estadounidenses apoya el suministro de armamento a Ucrania porque creen que eso les demuestra a China y a otros rivales de Estados Unidos la voluntad de proteger los intereses y aliados del país.

Lula dijo presente

Para los defensores de Kiev, otro de los discursos más esperados era el del presidente de Brasil, Lula da Silva, quien este año se ha mostrado muy cerca de países como China y Rusia.

Incluso, el líder del PT llegó a acusar a EE. UU. y Europa de prolongar el conflicto en Ucrania a través del envío de armas y que "Zelenski es tan responsable por la guerra como Putin, porque en la guerra no hay un solo culpable".

Sin embargo, lejos de acercarse a Ucrania, Lula consideró que el conflicto muestra "nuestra incapacidad colectiva para hacer aplicar los objetivos y principios de la Carta de Naciones Unidas".

"No subestimamos las dificultades para alcanzar la paz. Ninguna solución será duradera sin diálogo", por lo que es necesario "crear espacio para las negociaciones", agregó Lula, quien este miércoles se reunirá mano a mano con el propio Zelenski. 

Más allá de esta cuestión, el líder brasileño también advirtió sobre la perspectiva de un golpe de Estado en Guatemala, " que impediría la toma de posesión del ganador de las elecciones democráticas".

La semana pasada, la Fiscalía Superior de Guatemala allanó instalaciones electorales y abrió papeletas selladas de las elecciones, en las que el presidente electo, Bernardo Arévalo, resultó ampliamente victorioso. 

Por otra parte, Lula también dijo que su gobierno continuaría manifestándose en contra del embargo comercial de Estados Unidos contra Cuba, y atacó al FMI por no representar a los países pobres y a la OMC por no evitar un mayor proteccionismo en el mundo.

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