Ya es sabido que un posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca podría ser una muy mala noticia para Europa militarmente hablando: en diversas oportunidades, el magnate ha dejado en claro que no solo les exigirá a los miembros de la OTAN que destinen más recursos a la alianza, sino que incluso podría reducir la ayuda a Ucrania.
Pero, aunque estos son motivos más que válidos para que el Viejo Continente se preocupe, la reciente elección de J.D. Vance como compañero de fórmula de Trump le suma más leña al fuego.
En febrero, en un artículo publicado en Financial Times, el propio Vance explicó que "Estados Unidos ha proporcionado un manto de seguridad a Europa durante demasiado tiempo. Después de la guerra fría, las naciones europeas hicieron recortes profundos y duraderos en sus presupuestos de defensa".
"A medida que el presupuesto de defensa estadounidense se acerca a 1 billón de dólares al año, deberíamos ver el dinero que Europa no ha gastado en defensa como lo que realmente es: un impuesto implícito sobre el pueblo estadounidense para permitir la seguridad de Europa", agregó.
Por ello, el candidato a vicepresidente por el Partido Republicano dijo en su momento "la pregunta que cada nación europea debe hacerse es la siguiente: ¿está preparado para defenderse? Y la pregunta que debe hacerse Estados Unidos es: si nuestros aliados europeos ni siquiera pueden defenderse, ¿son aliados o clientes?".
"Para ser honestos, se lo debemos a nuestros socios europeos: los estadounidenses quieren aliados en Europa, no estados clientes, y nuestra generosidad en Ucrania está llegando a su fin. Los europeos deberían considerar la conclusión de la guerra en Ucrania como un imperativo", explicó el candidato.
Y, en esta línea, sentenció que "ha llegado el momento de que Europa se sostenga por sí misma. Eso no significa que tenga que estar sola, pero no debe seguir usando a Estados Unidos como muleta".
Ante esta situación, muchos en Europa comienzan a creer que su peor pesadilla está cada vez más cerca de cumplirse: que Washington deje de protegerla.
"Su elección como compañero de fórmula es preocupante para Europa", dijo Ricarda Lang, colíder del Partido Verde alemán, que forma parte del gobierno del canciller Olaf Scholz.
Por su parte, Nils Schmid, portavoz de política exterior del partido socialdemócrata de Scholz, dijo que había observado a Vance y concluyó que el senador se veía a sí mismo como el portavoz de Trump.
"Él toma una postura aún más radical sobre Ucrania que Trump y quiere poner fin al apoyo militar. En términos de política exterior, es más aislacionista que Trump", añadió.
Sin embargo, no todos han perdido la esperanza: "J.D. Vance es un cristiano devoto y las circunstancias de su infancia me dan una gran esperanza de que él llegue a la conclusión de que el apoyo de Estados Unidos a Ucrania es la única opción", dijo Melinda Haring, asesora principal de Razom for Ukraine, una organización benéfica con sede en Estados Unidos que aboga por Kiev.
"Si bien Vance se ha pronunciado fuertemente en contra de Ucrania, no ha estado en un puesto importante y, como vicepresidente, espero ver evolucionar sus puntos de vista", declaró.
Para otros, como Guy Verhofstadt, miembro del Parlamento Europeo y ex primer ministro belga, la situación ya es crítica y no hay tiempo que perder: "¿Se están preparando Europa y el Reino Unido ya o siguen barajando las tumbonas del Titanic?".
