Tras el debate presidencial en Estados Unidos, los aliados de Washington parecen haber aceptado que un retorno de Donald Trump al poder es inevitable.
El presidente Joe Biden se mostró débil y confundido, lo que revitalizó la idea de que su elevada edad es un impedimento para mantenerse al frente del país más poderoso del mundo.
Pero el problema para la mayoría de los aliados de EE.UU. es que quien volverá al poder será uno de los presidentes más "aislacionistas" en las últimas décadas, algo más que preocupante para alianzas como la OTAN.
Periódicos globales como el francés Le Monde compararon a Biden con un naufragio, mientras que el diario británico Daily Mirror, de tendencia izquierdista, calificó su actuación como una "pesadilla plagada de meteduras de pata".
Además, el periódico alemán Bild publicó "¡Buenas noches, Joe!" y el Sydney Morning Herald dijo: "Trump monstruó a Biden. Los demócratas no pueden ganar con Joe".
La preocupación se observó también en los medios de comunicación: Matteo Renzi, un centrista que estuvo cerca de los demócratas mientras se desempeñaba como primer ministro de Italia, consideró que "Joe Biden no puede hacerlo".
"¡La democracia estadounidense fue asesinada ante nuestros ojos por la gerontocracia!", dijo Guy Verhofstadt, miembro del Parlamento Europeo y ex primer ministro de Bélgica.
Cabe recordar que, durante su anterior mandato, Trump se caracterizó por criticar a la OTAN y su poco compromiso con la defensa de Europa, exigiéndoles a los demás miembros que gastaran más dinero.
Incluso, este mismo año dijo que le permitiría a Rusia "hacer lo que quiera" con los miembros de la OTAN que no cumplan con los requisitos de gasto en defensa.
Pero el magante no sólo apuntó contra Europa en su anterior mandato, sino que además lo hizo contra otros de sus socios históricos, como Japón.
Por ello, vaticinando lo que se viene, Kunihiko Miyake, un exdiplomático japonés y ahora director de investigación del Instituto Canon de Estudios Globales, alertó que "el señor Trump no ganó, pero el señor Biden podría haber implosionado".
Quien seguro quedó más que conforme con los resultados del debate fue el presidente de Rusia, Vladimir Putin, que en el pasado mantuvo un vínculo de cordialidad con Trump.
Según el Kremlin, Putin no se levantó en medio de la noche para ver el debate presidencial: su portavoz Dmitry Peskov dijo que Rusia tenía cosas más importantes en las que centrarse.
"Bueno, mira, no creo que esperes que el presidente de Rusia ponga un despertador, se despierte antes de la mañana y vea los debates en Estados Unidos. Tenemos muchos temas que son realmente importantes para nuestro país, que son relevantes para nosotros. Estos son los temas que nuestro presidente está tratando. Los debates en Estados Unidos no forman parte de los principales temas de la agenda", agregó.
Sin embargo, más allá de lo que Moscú diga, muchos creen que está prolongando la guerra en Ucrania hasta que se definan las elecciones en EE.UU., a pesar de estar en en condiciones de ganarla. En este sentido, desde el Kremlin creen que una vuelta de Trump a la Casa Blanca podría significar la obtención de más concesiones en Ucrania una vez finalizada la guerra.
