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Crisis en Tesla: ¿es el fin de la era de Elon Musk?

Mientras el magnate continúa enfocado en Twitter, Tesla se derrumba: en lo que va del año, las acciones perdieron más del 65% de su valor

En lo que va de diciembre, la empresa acumula un retroceso de más del 40%, mientras que en 2022 ha perdido más del 65% de su valor.
En lo que va de diciembre, la empresa acumula un retroceso de más del 40%, mientras que en 2022 ha perdido más del 65% de su valor.
29 diciembre de 2022

Tras siete días consecutivos a la baja, ayer las acciones de Tesla lograron recuperarse y cerraron con un alza del 3,31%, a US$ 112,71 por unidad. Sin embargo, el futuro de la empresa parece poco alentador.

El martes, Tesla Motors, la compañía de automóviles eléctricos fundada por Elon Musk en 2003, vio cómo sus acciones caían 11,4% luego de confirmar que había recortado su producción en China, especialmente en su fábrica de Shanghái. 

Sus caídas en la bolsa durante una semana completa representaron la racha más prolongada desde 2018, mientras que su cierre por acción a US$ 109 significó su valor más bajo desde agosto de 2020, en plena pandemia del coronavirus. 

Así, en lo que va de diciembre, la empresa acumula un retroceso de más del 40%, mientras que en todo 2022 ha perdido más del 65% de su valor en Bolsa. Con esta floja performance, Tesla superaría a Meta y se convertiría en la peor acción entre las tecnológicas en lo que va del año, y cerraría su peor mes, trimestre y año de su historia. 

Por el momento, excepto un poco probable aumento en los próximos días, la valoración de mercado se ubica en los US$ 341.000 millones, por debajo de la de Walmart y JPMorgan Chase & Co. 

Esto le costará a Tesla su posición entre las 10 empresas mejor valoradas del índice S&P 500, una ubicación que ha mantenido desde diciembre de 2020, fecha en la que ingresó al índice de referencia.

¿Qué explica la caída en picada?

Sin dudas, el último gran golpe que recibió Tesla está relacionado con su programa de producción reducido en su planta de Shanghái en enero.

La empresa ejecutará la producción de vehículos eléctricos durante 17 días en enero, entre el 3 y el 19, y la detendrá del 20 al 31 para un receso prolongado por el Año Nuevo chino.

Sin embargo, a esto se suman otras cuestiones de fondo que preocupan aún más a los inversores. 

Uno de los principales problemas de la empresa es la campaña del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para impulsar el uso de autos eléctricos en el país. A simple vista, esto parecería ser una buena noticia para Tesla. Pero, con el objetivo de fomentar la industria nacional y a la vez combatir el cambio climático, la gestión de Biden anunció que subvencionará la compra de ese tipo de vehículos a partir de marzo, lo que impulsa la competencia en el sector y hace que la demanda de los vehículos de Tesla caiga.

Es probable que, hace un par de meses, cuando los precios de la gasolina volaron por los aires como consecuencia de la guerra en Ucrania, la compañía podría haber resistido la noticia sin ningún problema.

Pero, desde hace un tiempo, los precios del combustible comenzaron a disminuir, lo que ha hecho que la demanda de autos tradicionales esté nuevamente al alza. 

A esto se debe agregar que la política monetaria agresiva de la Fed que, para combatir la inflación, eleva sus tasas de interés constantemente, lo que podría provocar que EE.UU. caiga en recesión en 2023.

La clara señal sobre esta debilidad en la demanda de los automóviles de Tesla quedó en evidencia cuando la empresa anunció rebajas en el precio de los modelos 3 e Y en EE.UU. (los descuentos son de US$ 7.500). Además, Tesla también empezó a ofrecer recarga gratuita durante 10.000 millas (16.093 km) para los vehículos entregados en diciembre. 

Pero, además de los problemas de mercado, a los inversores les preocupa un asunto muy en particular de Tesla: su CEO Elon Musk.

  • El magnate, que recientemente dejó de ser el hombre más rico del mundo, está enfocado en dirigir Twitter, red social que adquirió en octubre por US$ 44.000 millones, y muchos creen que esto ha provocado que deje de prestar atención a otros proyectos.

Musk, el mayor accionista de Tesla, vendió US$ 23.000 millones en acciones desde que anunció que estaba interesado en comprar Twitter en abril. 

Aunque Musk prometió que no venderá más títulos de Tesla hasta al menos 2024, la delicada situación financiera de la red social no permite que los inversores confíen en sus palabras. 

Y, como si todo esto no fuese suficiente para Tesla, también debe tenerse en cuenta que este año se registraron algunos accidentes mortales con varios modelos de la marca.

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