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COP26: la escocesa Nicola Sturgeon, un modelo de liderazgo

Escocia se destacó por mostrar un rol activo durante todo el evento y Sturgeon logró ser una de las caras más relevantes de las reuniones

COP26: la escocesa Nicola Sturgeon, un modelo de liderazgo
Victoria Rinaldi 08 diciembre de 2021

“Una nación a la espera le da la bienvenida a las naciones del mundo”. Con esta impresión en los diarios fue como Escocia recibió a las naciones que participaron de la 26° Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021, originalmente planificada para el año anterior. El evento contó con el objetivo principal de presentar y analizar los avances realizados de acuerdo a lo que las naciones habían pactado en el Acuerdo de París, además de tratar otros temas asociados al cambio climático. 

Para eso se optó por designar una ciudad comprometida con la sustentabilidad, Glasgow, en un país con un gran desarrollo de energías renovables. Escocia, que cuenta con la presencia de un partido verde en su coalición de gobierno, fue destacada por António Guterres, Secretario General de la ONU, por su objetivo de reducir a cero sus emisiones de carbono antes del 2050. 

Sin embargo, un tema inconcluso vuelve a aparecer. No es ninguna novedad que la PM escocesa, Nicola Sturgeon, desea obtener un nuevo referéndum de cara a la independencia de Escocia del Reino Unido y, en consecuencia, el malestar que esto genera con Boris Johnson. Ni siquiera la COP26 logró escapar de las tensiones que esta disputa genera. 

Pequeños pasos 

El evento contó con la presencia de importantes actores internacionales, incluso de la Reina Elizabeth II, aunque de forma virtual. Previo a la conferencia, la Reina Elizabeth II grabó un mensaje en video para el evento, en el que instaba a los líderes de las naciones a actuar, por sus hijos y por los hijos de sus hijos, recordando con orgullo el compromiso que su difunto marido, el Príncipe Felipe, tenía con los problemas climáticos. Por su parte, el Príncipe Carlos y el Duque de Cambridge, Guillermo, asistieron de forma presencial. 

Las intensas jornadas de negociaciones y debate llevaron a un resultado final: el Pacto Climático de Glasgow. A pesar de que lo planteado en ese documento no contó con el grado de compromiso que muchos actores esperaban, y otros lo calificaron directamente de insuficiente, deben destacarse ciertos puntos que no dejan de ser relevantes: se reconoció la utilización del carbón como la principal fuente del cambio climático, acordándose la reducción de su uso. También se lograron distintos acuerdos entre más de 100 países para reducir en 30% las emisiones de gas metano y frenar por completo la deforestación para el 2030. 

En esa línea, cabe destacar el compromiso tomado en conjunto por China y Estados Unidos, los principales países emisores de CO2, en el que acordaron trabajar juntos para reducir las emisiones de metano, abandonar el uso de carbón y frenar la deforestación en sus países. Si bien es posible que este compromiso no sea suficiente para lograr la meta del 1,5° que se planteó siete años atrás, un acuerdo de este tipo puede abrir las puertas a mayores colaboraciones a futuro, algo que se había detenido entre los dos gigantes al iniciar la presidencia de Donald Trump.

Un principal problema no obtuvo solución, y ese es el financiamiento a países en vías de desarrollo que se han visto afectados por los desastres naturales productos del cambio climático. Los países considerados como “en desarrollo” tienden a ser quienes menos contribuyen al mismo. A pesar del interés por parte de Escocia de ofrecer una solución, la respuesta final al problema fue el compromiso de iniciar discusiones a futuro al respecto. 

La inevitable comparación 

La COP26 también implicó el reencuentro en persona de Johnson y Sturgeon. Su última reunión había sido en 2019 y había estado fuertemente marcada por la intención de Sturgeon de llevar a cabo un nuevo referéndum. A partir del aviso que figuró en los medios escoceses al iniciarse la conferencia, puede evidenciarse que ese último objetivo no se ha modificado. 

A partir de esta sostenida tensión, Johnson buscó evitar que Sturgeon estuviera presente en eventos oficiales de la conferencia, negándole un espacio para hablar durante los actos de la primera semana. La escocesa logró mantenerse relevante, participando de reuniones con importantes figuras como Joe Biden, Angela Merkel, Greta Thunberg y Nancy Pelosi, con quien compartió un panel de debate donde indicó que la lucha contra el cambio climático también es un asunto feminista, requiriendo una mayor participación por parte de las mujeres en el mismo. 

A su vez, Sturgeon se expresó con preocupación sobre la falta de financiamiento para países en vías de desarrollo afectados por el cambio climático, señalando que uno de los principales resultados de la Conferencia debía ser un verdadero compromiso con el asunto. En esta línea, anunció la creación de un fondo de un millón de libras, por el cual logró que se la condecorase con el Premio “Ray of the Day”, otorgado por la Climate Action Network (una red de distintas ONG). Esta acción también llevó a que el Centro Internacional para el Cambio Climático y el Desarrollo (ICCCAD) la considerase la verdadera líder de la COP26.

Un punto en el que Sturgeon podría haber actuado más rápido es en asegurar la presencia de Escocia en la “Beyond Oil and Gas Alliance”, organización lanzada por Costa Rica y Dinamarca para dejar de lado la utilización de petróleo y gas. Se le objetó no ser de los miembros fundadores, a pesar de que Sturgeon indicó que se estaban llevando a cabo discusiones activas para ser parte de la alianza. 

Por su parte, Johnson, quien se describió como “cautamente optimista” en relación a la lucha contra el cambio climático, no posee el mejor historial en relación al tema, habiéndolo puesto en duda en el pasado y solo recientemente habiéndose familiarizado con él. 

Sin embargo, su acto más criticado durante este último tiempo fue el abandonar Glasgow durante la Conferencia para reunirse en Londres con distintas personalidades, entre ellas Charles Moore, editor del diario Daily Telegraph, un escéptico del cambio climático. Por el contrario, es en cuestiones como éstas que Sturgeon se destaca, logrando que el resultado de la inevitable comparación de su persona con la de Johnson, resulte ampliamente favorable para la escocesa.

Un resultado favorable para Escocia 

Distintas opiniones y conclusiones se han emitido en relación a los hechos de la COP26 y su documento final. Muchos destacan el avance ocurrido, por más pequeño que sea, y observan el mismo con gran optimismo, como es el caso de Sturgeon. Otros consideran que los acuerdos no son suficiente para generar un verdadero cambio: no son vinculantes, y sus puntos son débiles. La meta de los 1,5° apenas puede sostenerse, luego de lo analizado en esta última conferencia. 

Pero puede concluirse que el impacto que la organización de semejante evento y su desempeño en él le han dado al mundo una nueva mirada sobre Escocia, Sturgeon, y su situación con la independencia. El país se destacó por mostrar un rol activo durante todo el evento, permitiendo incluso protestas civiles en Glasgow en tanto estas se mantuviesen pacíficas. Sturgeon logró ser una de las caras más relevantes de las reuniones, y aunque muchos no lo quisieran, mantener en agenda su intención de llevar a cabo el referéndum. 

La COP26 fue otro significativo escenario donde Escocia ha demostrado al mundo el camino que el gobierno del Scottish National Party desea que el país tome y seguramente, la mayoría de los escoceses esperan recorrer.

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