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Colapso del SVB: Joe Biden y un frustrado intento de llevar calma

Tras la quiebra del Silicon Vlley Bank, el presidente dijo que el sistema bancario de EE.UU. es seguro y que todos tendrán acceso a sus depósitos cuando los necesiten. Sin embargo, esto no evitó que la mayoría de las acciones se desplomaran e incluso el impacto se sintió en Europa.

Colapso del SVB: Joe Biden y un frustrado intento de llevar calma
Damián Cichero 13 marzo de 2023

Tras la inminente crisis, este lunes el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, salió a dar la cara e intentó llevar calma por el colapso generado por el Silicon Valley Bank y el Signature Bank.

El líder demócrata afirmó que "los estadounidenses pueden confiar en que el sistema bancario es seguro. Sus depósitos estarán allí cuando los necesiten".

Además, intentando trasmitir confianza, dijo que los gerentes de los bancos serán despedidos y los inversores perderán dinero: "Se arriesgaron a sabiendas, y cuando el riesgo no valió la pena, los inversores perdieron su dinero. Así es como funciona el capitalismo". 

Biden también prometió una nueva regulación tras la mayor quiebra de un banco estadounidense desde la crisis financiera de 2008. 

En este sentido, recordó que parte de la ley Dodd-Frank, aprobada después de esa crisis, fue revertida por los republicanos bajo el mandato de Donald Trump: "Le voy a pedir al Congreso y a los reguladores bancarios que refuercen las reglas para los bancos para que sea menos probable que vuelva a ocurrir este tipo de quiebras bancarias y para proteger los empleos estadounidenses como pequeñas empresas".

Sin embargo, las declaraciones de Biden no lograron su cometido y las acciones bancarias de todo el mundo se desplomaron el lunes: los principales bancos estadounidenses perdieron más de US$ 70.000 millones en valor bursátil, lo que elevó su pérdida total en los últimos tres días a unos US$ 170.000 millones.

Las acciones de First Republic Bank cayeron más del 50%, mientras que Western Alliance Bancorp y PacWest Bancorp cayeron un 49% y 21%, respectivamente. 

Los fondos administrados por Morgan Stanley, Fidelity y BlackRock parecen encontrarse entre los más expuestos a la crisis.

Como era de esperar, el impacto también se sintió en Europa, en donde el índice bancario STOXX cerró con una caída del 5,7%, mientras que el Commerzbank, de Alemania, y el Credit Suisse sufrieron caídas del 12,7% y 9,6% respectivamente.

El regulador financiero suizo FINMA informó que estaba monitoreando de cerca a los bancos y las aseguradoras, mientras que un supervisor del Banco Central Europeo dijo que, por el momento, no veía la necesidad de una reunión de emergencia.

De todas formas, el ministro de Economía de Italia, Giancarlo Giorgetti, dijo que la Unión Europea debería actuar rápidamente para apuntalar a los bancos si es necesario.

¿Qué desencadenó la crisis? 

Como ya se mencionó, el viernes el Silicon Valley Bank (SVB), el decimosexto mayor prestamista de EE.UU., se convirtió en el banco más grande en desplomarse en este país desde la crisis financiera de 2008, solo por detrás del Washington Mutual.

Las primeras señales se observaron el miércoles, cuando las autoridades del SVB informaron que necesitaban recaudar unos US$ 2.250 millones para cubrir pérdidas. Esto generó el pánico entre sus clientes, los cuales en las horas siguientes retiraron más de US$ 42.000 millones.

Tras el comienzo de la crisis, los reguladores norteamericanos cerraron el banco y tomaron el control de los depósitos de los clientes del SVB, fundado en 1983, que se caracterizaba por ser un importante prestamista de las startups.

A la hora de analizar en profundidad qué provocó el estallido, hay que mencionar dos factores: por un lado, en los últimos meses se ha registrado una importante caída en el valor de las acciones de las empresas tecnológicas, a lo que se suma la agresiva subida de las tasas de interés de la Fed.

En los últimos años, con los depósitos de sus clientes, el SVB había comprado una gran cantidad de bonos de renta fija, una inversión considerada segura. Pero el problema con el que nadie contaba era la inflación: a medida que esta comenzó a subir en EE.UU., la Reserva Federal no tuvo otra opción que subir sus tasas, lo que provocó que los pecios de los bonos descendieran y que la inversión del SVB perdiera valor.

A esto se sumó que, ante la crisis económica y el temor de seguir endeudándose, muchos de sus clientes comenzaron a retirar sus depósitos para pagar, por ejemplo, los salarios de sus empleados. Y, ante la falta de liquidez, el SVB no tuvo otra opción que vender esos bonos a pérdida.

Así se llegó al pasado 8 de marzo, cuando el SVB anunció que necesitaba recaudar US$ 2.250 millones para cubrir esas pérdidas. Además, el domingo, los reguladores estatales cerraron el Signature Bank, con sede en Nueva York, lo que representó la tercera mayor quiebra en la historia bancaria de EE.UU.

La Corporación Federal de Seguros de Depósitos, que tomó el control del Signature, comunicó que este tenía US$ 110.360 millones en activos y US$ 88.590 millones en depósitos a fines del año pasado.

Un tema clave en toda esta crisis fue la derogación de varias de las reglas de la Ley Dodd-Frank en 2018, cuando Donald Trump era presidente de EE.UU. Los cambios elevaron el umbral en el que los bancos se consideran sistémicamente riesgosos y sujetos a una supervisión más estricta, llevándolo de US$ 50.000 millones a US$ 250.000 millones, Y el SVB tenía US$ 209.000 millones en activos a fines del año pasado.

¿Qué ha hecho el gobierno para frenar la crisis? 

La Fed ya confirmó que cubrirá a todos los depositantes en el SVB y el Signature Bank, y no solo a los que están por debajo del tope de seguro de US$ 250.000, aunque los tenedores de acciones y bonos no recibirán ninguna ayuda.

Esto cobra mayor relevancia si se tiene en cuenta que alrededor del 89% de los US$ 175.000 millones en depósitos del SVB no estaban asegurados a fines de 2022. 

Por otra parte, ante una inflación que está descendiendo más lentamente de lo que la Reserva Federal espera, una de las grandes cuestiones es si la entidad se arriesgaría a subir las tasas de interés la próxima semana, tal como había afirmado su presidente, Jerome Powell, recientemente. 

Los analistas de Goldman Sachs dijeron que ya no esperan que la Fed suba las tasas en 25 puntos básicos en su próxima reunión de política monetaria, a realizarse del 21 al 22 de marzo.

Justamente, este lunes el dólar cayó 0,59% frente a una canasta de otras seis monedas, ya que los mercados apostaron a que la Reserva Federal desacelerará el aumento de las tasas. 

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