Las exportaciones de China crecieron en el primer bimestre 16,3% con relación al mismo período del año anterior y alcanzaron a US$ 544.700 millones. A su vez, las importaciones aumentaron 15,5% hasta 428.700 millones.
En 2021, China tuvo un superávit comercial de US$ 676.000 millones, pero los analistas estiman que este año se reducirá a US$ 480.000 millones. Esa disminución sería consecuencia de un menor dinamismo exportador por la caída de la demanda por parte de algunos países y la fuerte suba, como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania, en los precios de las commodities que China importa. La zona euro, principal destino de las exportaciones chinas, crecería este año 3%, un punto menos de lo que ese estimaba antes del ataque a Ucrania.
Pero hay además, un contexto menos favorable para el comercio global que se desaceleraría en el primer trimestre de este año y existe el riesgo que se agudicen los cuellos de botella en algunas cadenas de suministros.
El sector externo no jugará un papel tan expansivo en la economía china como lo hizo en los últimos tiempos. En ese contexto, las autoridades fijaron como objetivo que el PIB suba 5,5% en 2021. Y si bien es la meta de crecimiento más baja en treinta años, se ubica por encima de la proyección del FMI que es de 4,8% y la de los bancos de inversión que se ubican en torno al 5%.
