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Geopolítica

Ampliación del grupo BRICS: ¿puede competir con el G7?

Tras el anuncio de que Arabia Saudita, Argentina, Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos se unirán a los BRICS a partir del 1 de enero de 2024, varios actores han remarcado que el grupo ya posee el mismo poder de influencia que el G7. Sin embargo, no todo es lo que parece.

Ampliación del grupo BRICS: ¿puede competir con el G7?
Damián Cichero 29 agosto de 2023

La histórica ampliación del grupo de los BRICS, algo que no sucedía desde 2010, continúa generando amplias repercusiones en todo el mundo.

Este martes, quien se refirió al respecto fue el presidente de Brasil, Lula da Silva, uno de los actores claves para que dicha ampliación se concretara.

Al respecto, el mandatario consideró que, con la integración de Arabia Saudita, Argentina, Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos, "el BRICS pasó a ser una cosa más poderosa y el mundo no será más el mismo en las discusiones económicas. Ahora es más fuerte que el G7".

"Los BRICS ahora tienen el 32% de la llamada paridad de compra contra el 29% del G7. Estamos cambiando las bases de negociación internacionales", aseguró el mandatario.

Sin dudas, la ampliación de los BRICS fortalece al grupo en un momento en el que las tensiones entre los países del "Sur Global" y Occidente van en aumento. Sin embargo, en el caso particular de Brasil, que nuevos actores se sumen al grupo pareciera que le resta un poco de protagonismo, ya que ya no podrá hablar desde un "lugar privilegiado".

Incluso, antes de la cumbre se mencionaba que, mientras que China y Rusia, los dos países más enfrentados con Estados Unidos, abogaban por una expansión del grupo, Brasil e India eran los más reacios a esta idea. 

Una posible respuesta a por qué Brasil podría haber cedido terreno se puede encontrar en otras declaraciones de Lula, en las que insistió con que desea discutir la posibilidad de realizar cambios en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con su homólogo estadounidense, Joe Biden.

Se espera que Lula, que ha hecho campaña durante mucho tiempo para que Brasil se convierta en miembro permanente del Consejo, se reúna con Biden al margen de la Asamblea General de la ONU el próximo mes en Nueva York. Y a dicha reunión asistiría con el visto bueno del resto de los BRICS. 

Actualmente, Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia, los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, son los únicos miembros permanentes del Consejo, además de que poseen poder de veto.

Sin embargo, Lula considera que este Consejo debe reflejar las condiciones geopolíticas globales actuales en lugar de las que predominaban en la década de 1940, ya que algunos países han superado en influencia al Reino Unido o Francia. 

Por ejemplo, India colocó recientemente una nave espacial en la Luna, algo que ni París ni Londres han logrado. Además, los PIBs de Alemania y Japón superan ampliamente los de Francia y Reino Unido. 

No todo es color de rosas

Aunque a la hora de analizar los datos, los BRICS podrían superar al G7 en varias aristas, el grupo se enfrenta a un problema mayor, que es la falta de consenso.

Así, mientras la mayoría de los países occidentales parecen completamente alineados detrás de Washington, no todos los miembros de los BRICS están seguros de cuál es la finalidad del grupo.

En el caso del G7, el grupo ha condenado duramente la invasión rusa de Ucrania y todos los miembros han sancionado a Moscú. Además, en lo que respecta a China, la mayoría mira con desconfianza a Pekín y, en general, intentan privarla del acceso a sus tecnologías. 

Quizás sea la Francia de Emmanuel Macron la única gran excepción a la regla, ya que ha intentado vincularse más que sus homólogos con Pekín, aunque París no mantiene ningún tipo de disputa grave con EE. UU.

Pero, en el caso de los BRICS, las cosas son más complicadas: durante la cumbre de líderes en Johannesburgo, fue el propio Lula, quien en febrero fue recibido por Biden en la Casa Blanca, quien destacó que "no queremos ser un contrapunto al G7, G20 o Estados Unidos. Solo queremos organizarnos".

Lula parece ser consciente de que, sin el apoyo de Biden, su sueño de que Brasil se convierta en miembro del Consejo de Seguridad de la ONU es una utopía. 

A esto se suma que India, la otra gran potencia del grupo, cada vez se aleja más de Pekín debido a las grandes disputas territoriales que poseen. 

Justamente, este martes India informó que había presentado una fuerte protesta ante China por un nuevo mapa que reclama territorio indio.

El reclamo de Nueva Delhi se produjo tras informes en los medios indios de que Beijing había publicado un "mapa estándar" oficial que mostraba el estado indio de Arunachal Pradesh y la meseta de Aksai Chin como su territorio oficial.

China afirma que Arunachal Pradesh, en el Himalaya oriental, es parte del sur del Tíbet y en abril publicó un mapa cambiando el nombre de 11 lugares del estado como parte de "Zangnan", o sur del Tíbet en chino.

"Hoy hemos presentado una fuerte protesta a través de canales diplomáticos con la parte china sobre el llamado 'mapa estándar' de China de 2023 que reclama el territorio de la India", dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores indio.

"Rechazamos estas afirmaciones porque no tienen fundamento. Tales medidas por parte de China sólo complican la resolución de la cuestión fronteriza", agregó. 

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de la India, Subrahmanyam Jaishankar, desestimó las reclamaciones territoriales de China: "Hacer afirmaciones absurdas sobre el territorio de la India no lo convierte en territorio de China".

Actualmente, los dos gigantes asiáticos comparten una frontera de 3.440 kilómetros, denominada LAC (Line of Actual Control) y, como consecuencia de esto, han tenido infinidad de disputas por reclamos territoriales. 

Entre ellos, se destaca el de 1962, cuando las tropas chinas derrotaron categóricamente al Ejército indio, siendo una humillación recordada hasta el día de hoy por la población de ese país, que acusó a Pekín de ocupar hasta 38.000 km2 de su territorio.

Además, veinte soldados indios y cuatro chinos murieron cuando un nuevo enfrentamiento se dio en el Himalaya en junio de 2020.

La clara prueba de que las tensiones entre Nueva Delhi y Pekín van en ascenso es que India cada vez se acerca más a Estados Unidos, ya que, al igual que sucedió con Lula, Modi fue recibido por Biden en la Casa Blanca. Actualmente, India y Estados Unidos, junto a Australia y Japón, forman parte del Diálogo de Seguridad Cuadrilateral (QUAD) que busca frenar el expansionismo chino en la región del Indo-Pacífico. 

¿Lluvia de inversiones?

Al estilo de Mauricio Macri, uno de los grandes argumentos para defender el ingreso de Argentina a los BRICS es que esto permitirá fortalecer los lazos económicos y atraer una gran cantidad de inversiones al país.

Sin embargo, hay datos que son más que preocupantes: aunque China es el principal socio comercial de Brasil, las inversiones del Gigante Asiático en el país sudamericano se desplomaron un 78% en 2022 en comparación con el año anterior.

No obstante, el dato más llamativo es que la cifra registrada el año pasado fue la más baja desde 2009, justo el año en el que los BRICS fueron creados.

China canalizó US$ 1.300 millones en inversiones directas a Brasil el año pasado y solo el 28% de los proyectos chinos anunciados, por valor de US$ 4.700 millones, siguieron adelante.

Si bien los fondos de origen chino canalizados a Brasil experimentaron una fuerte caída, las inversiones del Gigante Asiático a nivel mundial experimentaron un repunte del 2,8% durante 2022, llegando a US$ 116.800 millones.

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