Nueva York, una de las ciudades insignia de Estados Unidos, está tomando medidas enérgicas contra los alquileres ilegales, lo que limitará la cantidad de ofertas al estilo de Airbnb.
La Ley de Registro de Alquiler a Corto Plazo, que se aprobó en 2022 y estableció reglas para registrarse como un alquiler a corto plazo, comenzará a aplicarse el 5 de septiembre.
Sin embargo, desde Airbnb consideran que esta es una "prohibición de facto contra los alquileres a corto plazo".
Específicamente, la ordenanza local requiere que los anfitriones de alquiler a corto plazo (cualquiera que alquile una habitación o una casa a invitados por menos de 30 días) se registren en la Oficina de Cumplimiento Especial del Alcalde.
Según las nuevas regulaciones, "los alquileres a corto plazo solo están permitidos si se hospeda en la misma unidad o apartamento que sus invitados, y no tiene más de dos invitados que paguen a la vez". Los anfitriones que no cumplan con esto podrían recibir una penalización de hasta US$ 5.000.
Según Airbnb, "es casi imposible para los neoyorquinos no especializados certificar el cumplimiento y la comprensión del laberinto de regulaciones complejas en diferentes códigos legales que rigen los alquileres a corto plazo".
Pero el gran problema para la empresa es que muchas ciudades de todo el mundo analizan regular los alquileres a corto plazo, entre las que se destacan Barcelona, Londres, París, San Francisco, Seattle, Singapur, Tokio y Vancouver.
