Este lunes, largas filas de tractores bloquearon autopistas cerca de París y toda Francia a modo de protesta por la alta inflación y otros problemas.
Las manifestaciones, que también se registraron en países como Alemania, Bélgica y Polonia, se producen un par de meses antes de las elecciones para el Parlamento Europeo, que se celebrarán en junio y en las que se considera que la extrema derecha lleva la delantera.
En el caso específico de Francia, el mayor productor agrícola de la UE, los agricultores argumentan que no se les paga lo suficiente, además de que se sienten asfixiados por una regulación excesiva sobre la protección ambiental.
Por un lado, aducen que la presión del gobierno y los minoristas para reducir la inflación de los alimentos no les permite a los productores cubrir los altos costos de energía, fertilizantes y transporte.
A esto se suma que las grandes importaciones desde Ucrania, para las cuales la UE ha renunciado a cuotas y aranceles desde la invasión rusa, y las negociaciones entre la UE y el Mercosur han avivado el descontento en el sector. En el caso de las importaciones, estas presionan los precios europeos sin cumplir con los estándares ambientales impuestos a los agricultores de la UE.
Y como si esto no fuese motivo suficiente de enojo, los agricultores están en desacuerdo tanto con las reglas de subsidios de la UE como con el requisito de dejar el 4% de las tierras agrícolas en barbecho.
Este tipo de políticas verdes se consideran objetivos contradictorios de cara al gran objetivo de la UE: ser más autosuficiente en la producción de alimentos y otros bienes esenciales en el marco de la guerra en Ucrania.
Intentando reducir las tensiones, el gobierno de Emmanuel Macron dio marcha atrás con su plan de eliminar gradualmente una exención fiscal para los agricultores sobre el combustible diésel, como parte de una política de transición energética.
Francia también informó que presionaría a sus pares de la UE para que aceptaran flexibilizar las regulaciones sobre las tierras agrícolas en barbecho.
Además, Macron ha insistido ante la Comisión Europea en que era imposible concluir las negociaciones con el Mercosur y, desde su oficina, dijeron que entienden que la UE ha puesto fin a las conversaciones.
Sin embargo, las organizaciones de agricultores no parecen conformes y avisaron que continuarán bloqueando las carreteras tanto tiempo como sea necesario.
"Nuestro objetivo es presionar al gobierno para que podamos encontrar rápidamente una solución para salir de la crisis", dijo Arnaud Rousseau, líder del poderoso sindicato de agricultores FNSEA.
