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Una semana clave con Massa buscando fondos en el mercado

Tras la semana pasada corta, el mercado argentino se prepara hoy para una apertura complicada

Sergio Massa, con el foco en los pesos
Sergio Massa, con el foco en los pesos
12 diciembre de 2022

Más allá de lo que pase en Qatar, el mundo sigue rodando y debemos abrir muy bien los ojos porque acabamos de superar una semana pasada rara: fue corta en Argentina (con dos feriados) y con datos económicos muy robustos en EE.UU., que puso a los  inversores en activos de riesgo con los pelos de punta.

Esta situación global inquietante se dio con una liquidación menor a la esperada de parte de los productores con el dólar soja 2.0: como los alquileres de los campos se pagan con porotos y no con papel moneda, se ve que los $230 por dólar que se pagan en diciembre no es un valor suficiente, las reservas del BCRA no crecen con la velocidad esperada, y los mercados cambiarios se alteran acá, allá y en todas partes.

A la espera de lo que esté por venir, el dato probablemente más determinante del viernes pasado fue la completa inversión de la curva de las tasas largas de EE.UU. En un mercado que está funcionando sin esperar sobresaltos, las tasas más cortas en general son más bajas que las más largas. Pero ahora se da todo lo contrario: el viernes se pagó por los bonos de la Fed 4,7% anual a 1 año de plazo, 3,8% a 5 años, 3,6% a 10 años y 3,6% a 30 años.

¿Por qué están invertidos estos intereses? Porque el mercado supone que EE.UU. ingresará probablemente en el primer trimestre de 2023 en una recesión, por ahora imaginada de tamaño leve. Y eso hace que la tasa más corta se empine sobre las más largas, ya que todos concluyen en que la menor actividad terminará aplacando la inflación y que hacia 2024 o 2025 todo volverá a la normalidad.

Pero estos intereses, con EE.UU. sufriendo una inflación superior al 7% anual, ya no invita tanto a los inversores globales a montarse en masa encima del dólar como refugio. Por eso, la semana pasada estuvo mixto: subió 1,7% contra el yen, avanzó 0,5% contra el real y 0,3% contra la libra, no cambió contra el euro y bajó 0,3% contra el franco suizo, descendió 0,9% contra el yuan y cayó 2,4% en Chile.

Los dólares en Argentina

En Argentina, donde se vive una situación económico-financiera aún más compleja, los dólares libres fueron todos para arriba: el dólar fuga o contado con liquidación saltó 3,4% en los tres primeros días de la semana (no operó jueves y viernes), el dólar cajas de seguridad o MEP subió 3,2% y también aumentó el dólar colchón o blue, que tuvo un incremento del 1,3%, a pesar de que muchos pequeños ahorristas están vendiendo el "canuto" para pagar gastos de almacén. 

Y debe decirse que el pulso cambiario ocurrido entre lunes y miércoles pasado no fue cualquier cosa. El dólar fuga tocó los $340 a media rueda del miércoles y después con intervención retrocedió a $338, pero lo importante es que tocó un récord nominal histórico. 

Detrás del movimiento cambiario anotado entre lunes y miércoles, los analistas del mercado advierten que más allá de lo que anuncie el Indec el jueves sobre el IPC de noviembre, el Banco Central está realizando una fuerte emisión de pesos.

Es que el BCRA está haciendo una tripe emisión (más si se cuentan ayudas especiales al Tesoro): emite para comprar los dólares soja (paga $230 y le vende las divisas a los importadores a $170, 26% más baratos, emite para pagar intereses de las Leliq y emite para comprar bonos en pesos, para que sus precios no se caigan y que ese mercado siga vivo.

Con esa triple fuente de pesos recién impresos, luego de haber realizado una emisión por $140.000 millones en octubre y $ 380.000 millones en noviembre, analistas de varias consultoras advierten que en diciembre la emisión será de $1,2 billones, un número que no entra en la cabeza de casi nadie, y la comprensión es aún menor cuando se conoce que el stock de deuda en pases y Leliq del BCRA a bancos ya roza los $10 billones, equivalente a US$ 31.250 millones, que en realidad son depósitos de ahorristas e inversores que creen que tienen el dinero en el banco.

Bonos y acciones para abajo

Las complicaciones de la semana pasada determinaron que los bonos regionales y que las bolsas del mundo sufrieran. Los bonos de Brasil bajaron tanto en su precio contado que su tasa a vencimiento superó el 13% anual, cuando se pagaba 6% hace dos años. Y con los bonos argentinos hubo un empate, por dos razones: los capitales en pesos que están encerrados fueron comprando bonos en dólares, la única opción que les queda por estar encepados, y los bonos en pesos se sostuvieron porque hubo un gran comprador, el BCRA con la maquinita a todo vapor.

Y con los índices bursátiles la semana fue de mucha volatilidad y nervio. En general bajaron todas las bolsas, con una declinación destacada del 2,8% para el índice industrial Dow Jones de Wall Street y una caída del 4% para el tecnológico Nasdaq de ese mercado y un deterioro similar para la Bolsa de San Pablo. 

En la Bolsa de Buenos Aires volvió a darse una ilusión: el índice S&P Merval subió 0,9% en pesos pero bajó 0,4% en dólares, también con mucha compra de los inversores institucionales que están encepados. 

  • Pero atención, entre jueves y viernes, durante el feriado doble argentino, hubo caídas de hasta el 8% en los ADR argentinos que cotizan en Nueva York, lo cual plantea una apertura difícil para hoy. 

Si como muestra basta un botón, debe decirse que la acción de YPF (el papel estrella que tiene  Argentina este año por todo lo que está hundiendo en la petrolera el Estado) cae en lo que va de diciembre de US$ 8,61 a US$ 7,38, con un retroceso del 14,2% tras una suba del 197% en los cuatro meses anteriores. En un movimiento muy ligado a la caída vertical que viene mostrando el petróleo a nivel global: el barril de WTI cayó de US$ 124 a US$ 71,60 en los últimos seis meses y medio. 

Y en Vaca Muerta están con mucha inquietud: para que los pozos con explotación tipo fracking sean financieramente potables se requiere que el barril cotice arriba de US$ 65. Si baja por debajo de ese nivel, Vaca Muerta será financieramente inútil y al gasoducto le puede pasar algo parecido.

Una semana clave

Pero más allá de esas especulaciones, debe entenderse que hoy se abre una semana con elementos muy decisivos. Sin dólares en Argentina, lo cual hace que el pleno de los analistas anticipe dificultades cambiarias muy serias de acá en adelante. A pesar de que la sequía amainó algo por la lluvia del fin de semana, se sigue pronosticando poca liquidación de divisas hasta bien entrado abril. 

Pero más allá de la sequía de agua y de dólares a nivel local, hay una situación incierta y muy negativa para EE.UU. por temores a la Fed. Este martes 13 se difunde el IPC de noviembre de EE.UU. y el miércoles 14 Powell dirá si la suba de la tasa corta es de medio punto o más. El 78,2% del mercado espera que el aumento sea efectivamente de 50 punto básicos, con lo cual ese indicador clave iría al 4,5% anual, pero el 21,8% de los operadores cree que puede ser mayor, lo cual agudizará el riesgo recesivo, tras los buenos datos de empleo y de actividad económica que se conocieron en el mercado estadounidense durante jueves y viernes.

La probable recesión norteamericana está haciendo que las industrias se desprendan de dólares (que están perdiendo valor a nivel global) y que aumenten sus stocks en metales (no perecederos): de ahí que en diciembre hay subas del 1% al 7% para el níquel, la onza de plata, el cobre, el oro e incluso el aluminio. 

  • Los granos se sostienen con una suba del orden del 1%, las criptomonedas están sostenidas por encima del pozo que hubo con la quiebra de la plataforma FTX, pero el petróleo no deja de bajar. Y los que más saben sobre energía advierten: "Si para Navidad el frío boreal no lleva al barril cerca de los US$ 100 dólares, ajústense los cinturones porque para marzo puede caer a US$ 50, y eso dejaría a muchos países productores de crudo y a muchas empresas energéticas patas arriba".

Y si todo eso no fuera suficiente, el presidente de EE.UU. Joe Biden acaba de llamar al presidente de Turquía, Recep Erdogan, para que abra el Bósforo, que libere los barcos que inundan el Mar Negro, repleto de granos y de petróleo. Putin hasta ahora viene pactando con Erdogan para abrir y cerrar el estrecho que abre toda la oferta hacia el Mediterráneo. Si esos barcos pasan, es altamente probable que los granos y el petróleo sufran en sus cotizaciones. Algo que será doblemente doloroso para Argentina, porque tendremos menos cosecha y probablemente menos precio, lo cual llevará menos dólares al BCRA.

¿Qué nivel puede tener la recesión en EE.UU.? ¿Puede haber más quiebras, que desencadenen otros problemas? Nadie puede asegurar qué profundidad tendrá el movimiento que viene. Como alta probabilidad, los bancos de inversión son muy pesimistas, todos, sin distinción. JP Morgan, Morgan Stanley, Goldman Sachs y Deutsche Bank ven caídas de hasta 33% en Wall Street, lo cual pone a todo el mundo en alerta.

Cambios en la región

Y no olvidemos que luego de nombrar a sus colaboradores, Lula vio caer el precio de los bonos y el dólar rebotó en Brasil de 5,17 a 5,24 reales. También hubo un temblor político en Perú, con la vice de Castillo asumiendo su lugar con un gabinete liberal. Y no hay que descartar ecos tras el fallo que condenó a Cristina Kirchner, ni a los movimientos sociales que bloquearon las calles la semana pasada, reclamando más dinero y alimentos. CFK dijo que no será candidata a nada. 

Pero si bien el CCL llegó a $340 el miércoles, en el mercado los analistas aseguran que está baratísimo. Ya que probablemente lo más complicado que sufra el país esta semana llegue el miércoles, cuando Massa deba buscar en el mercado local $405.000 millones, por vencimientos de bonos en pesos que están casi todos en manos de inversores privados, que están huyendo del peso. 

Y esto es apenas un anticipo: desde enero a septiembre hay vencimientos mensuales en bonos en pesos por más de $ 1billón por mes, con pico más de $1,7 billones en julio, con mayoría de bonos duales, por lo que los inversores que lleguen a ese momento elegirán con qué se retiran, si con sus inversiones ajustadas por inflación (CER) o por tipo de cambio (dollar linked), algo indescifrable.

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