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Silvina Batakis está "alone", pero la crisis está "stand"

La ministra busca sumar apoyo para su gestión y las decisiones que vienen por delante

Manzur y Batakis recibieron a gobernadores ayer: hoy llega la segunda tanda
Manzur y Batakis recibieron a gobernadores ayer: hoy llega la segunda tanda
Luis Varela 19 julio de 2022

La recorrida que entregó un diálogo por el espinel de economistas y operadores que siguen minuto a minuto la marcha del mercado encontró una palabra que define perfectamente la situación económico-financiera de  Argentina: "inconsistencia".

Dentro de una semana la ministra Silvina Batakis tiene que enfrentar a los inversores, plantando una nueva licitación de deuda en pesos, en la que necesita de manera imperiosa recaudar $310.000 millones y la desconfianza de los inversores es absoluta, no hay manera de que el mercado de pesos siga vivo.

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El cronograma de “La Griega” para julio y el siguiente trimestre

Y la valla del llamado para colocar Letras y Bonos de este 27 de julio quizás no sea el problema principal: la condición casi terminal se presentará en septiembre, mes en el que, según el economista Ramiro Castiñeira, "el Tesoro deberá enfrentar vencimientos de bonos en pesos por un equivalente a US$ 7.000 millones y si los inversores no renuevan van a reperfilar”. 

Entre los vencimientos que hay por delante, las declaraciones de la flamante ministra de Economía, las expresiones que hacen el Presidente de la Nación y su vicepresidenta, más un muy escaso, casi nulo, apoyo de los gobernadores, esta Argentina calificada como "standalone", fue descripta ayer desde Wall Street con la siguiente sentencia: Batakis está "alone" y la crisis está "stand".

En su discurso de debut, hace apenas ocho días, Batakis planteó frente a los argentinos que ella buscará equilibrar la caja, poniéndole un límite al gasto público, llevándolo de la mano en línea con la recaudación impositiva. Por esa razón, una de las ideas base de su planteo es frenar los gastos, subejecutar presupuestos, para buscar dar una señal de que el grifo del Estado Nacional se cierra.

Con la idea de aplicar esa alternativa, en la que en su centro estaría un freno en la continuidad de la obra pública porque según dijo "la falta de dólares es desesperante y la situación económica es delicada", convocó a través del jefe de Gabinete, Juan Manzur, a todos los gobernadores, para anunciarles por dónde vendrá la poda. Y ciertamente la ministra quedó muy "alone" sola, porque a la reunión se acercaron cuatro gobernadores, otro par sólo por zoom, y el resto dijo no poder concurrir porque tenían agendas complicadas.

Pero no fueron sólo los gobernadores los que le dieron la espalda al discurso de Batakis: ayer el mismísimo presidente Alberto Fernández dio un discurso en el que reafirmó que seguirán con la obra pública sin parar, y le echó la culpa de la desestabilización cambiaria actual "a los turistas que compran dólares para viajar y hacen subir el blue".

Esperando a Cristina

Al tiempo que, luego de una semana entera en la que toda la sociedad estuvo esperando que Cristina emitiera una sola palabra pública apoyando o no a  Batakis, la vicepresidenta salió ayer con su tema: se tomó el tiempo para emitir  dos videos con su voz en off para cargar contra la Corte Suprema, donde describió que hay "decadencia".

Toda esta situación, con un Gobierno tan necesitado de dólares, se encontró ayer con otros dos elementos: por un lado, los productores de granos no están liquidando porque entienden que el dólar oficial no puede quedarse demasiado tiempo en ese lugar, con una brecha cambiaria superior al 130%. Y por otra parte el Poder Ejecutivo tuvo que gastar más divisas para seguir pagando importación de GNC y gasoil, por lo que las reservas del Banco Central continúan con un goteo inquietante.

Cuando se inicia desde ahora hasta por lo menos noviembre el período en el que las liquidaciones del campo son tradicionalmente escasas, el Banco Central se vio obligado ayer a vender US$ 130 millones de las reservas, un resultado que la aleja completamente de las metas acordadas con el FMI, justo en un momento en el que hubo un cambio de funcionarios en ese organismo: salió Julie Kozack, una blanda, y entra un halcón, Ilan Goldfajn, que pasa a tener las riendas del monitoreo de metas de Argentina. Es una secuelas de la salida de Guzmán; y eso anticipa una negociación más dura.

El dólar en Argentina

El gran tema es que con todas estas inconsistencias, el mercado cambiario argentino volvió a vivir otro día caliente. 

Con ayuda de manos oficiales (y muchos turistas llegados desde el exterior) el dólar blue bajó $2, hasta $291, pero el resto de los dólares libres estuvieron todos para arriba. El dólar Senebi (que se opera a través de criptos o de ADR) saltó $7 hasta $308,90, el MEP subió $2,74 hasta $295,24 y el contado con liquidación subió $2,43 hasta $303,92. 

Por lo que la brecha entre el dólar oficial y el blue fue del 114% y la del CCL y el mayorista fue del 135,8%.

Esta situación cambiaria local se dio con un panorama internacional donde no hubo tanto temor por el nivel al que las tasas la Fed en su reunión del 27 de julio, por lo que en el exterior el dólar subió solamente en un mercado, el brasileño, a once semanas de la elección que definirá si Bolsonaro sigue al mando o si lo reemplaza Lula da Silva, en lo que se presenta como una puja muy reñida. Ayer, por eso, el dólar subió 0,8% en Brasil pero bajó 0,2% contra el yen, 0,3% en México, 0,6% contra el euro, 0,7% contra la libra y cayó 2,9% en Chile.

Detrás de esos movimientos cambiarios, los mercados de títulos fueron ayer de mayor a menor. Iniciaron el día en general con luces verdes, pero con el correr de las horas fueron apareciendo estados contables, sobre todo bancarios, y los números no vinieron con datos positivos. Por lo que la Bolsa de Nueva York pasó de subir a terminar con una baja promedio del 0,7%. Al tiempo que las bolsas latinoamericanas se mostraron mixtas, con San Pablo 0,4% arriba y México 0,3% abajo.

Otra suba del riesgo

Los títulos argentinos, mientras tanto, volvieron a mostrar ilusión: subas medidas en pesos pero que son bajas si se comparan en dólares. Los titulos públicos subieron apenas en pesos, pero achicaron algo en dólares y con eso el riesgo país subió otras 10 unidades, hasta 2.764 puntos básicos, nueve veces más alto que el promedio de los países vecinos de la región (que también tuvieron pandemia, y guerra rusa, aunque no "Ah pero Macri".

Y la Bolsa de Buenos Aires no estuvo mal. Con $997 millones operados en acciones y $7.262 millones en Cedears, hubo una suba del 1,2% en el índice S&P Merval. Mientras que los ADR argentinos que cotizan en Nueva York tuvieron mayoría de subas, hasta el 5%, con Edenor, IRSA, Francés y Cresud como las más favorecidas, aunque hubo bajas leves para Central Puerto y Loma Negra.

El pulso del mundo intenta adivinar si la economía global va a un estancamiento, una recesión o algo peor. Y el resultado mostrado en el día por las materias primas no parece mostrar una gran preocupación. Hubo una suba del 1,5% para el petróleo. Los metales preciosos estuvieron sostenidos. Se anotó un rebote para los metales básicos. Los granos mostraron un buen día, más en Chicago que en Rosario. Y la jugada del momento es el repunte de las criptomonedas, con el Bitcoin 2,3% arriba y el Ethereum resucitando casi 10%, a pesar de que J P Morgan les pronostica "pérdidas brutales".

¿Logrará Batakis poner algún número en su lugar? Ni el Presidente ni su vice están muy demostrativos para acompañarla. Los gobernadores tampoco. El Banco Central está con reservas negativas y se rumoreó que en la reunión de directorio hubo discusiones fuertes. Todas las miradas están puestas en la CNV, ya que si en lo que resta de esta semana el mep y el ccl siguen escalando, es posible que la palabra más usada del día ya no sea "inconsistencia" sino "parking".

 

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