El Economista - 70 años
Versión digital

mar 16 Abr

BUE 16°C
Contexto global en tensión

El mundo vibró mientras que Argentina pudo aguantar

Tres motivos hicieron temblar ayer a los mercados: Evergrande fue sacada de cotización, el petróleo pegó un salto y se produjo una caída de varias redes durante horas.

La Bolsa de Buenos Aires tuvo leve bajas, mientras que el resto del mundo surió
La Bolsa de Buenos Aires tuvo leve bajas, mientras que el resto del mundo surió Archivo.
Luis Varela 05 octubre de 2021

El primer lunes de octubre tuvo a inversores y consumidores en general en tensión y con el corazón en la boca. La situación que generó muchas incomodidades tuvo en el centro del escenario la caída de casi seis horas de las redes de Facebook, Whatsapp e Instragram, con decenas de rumores en el medio. Pero también hizo mucho ruido la salida de cotización de la gigantesca inmobiliaria Evergrande de la Bolsa de Hong Kong. Y lo que coronó un día repleto de incertidumbre fue la tozudez de la Opep+, que no quiso aumentar más su oferta, por lo que el crudo volvió a pegar un nuevo salto, colocando a un mundo que ya sufre inflación, al borde de una gran inquietud. 

Esos tres factores -la caída de las redes, la baja de Evergrande y la suba del crudo- determinó una marea roja en las bolsas, con una nueva estocada preocupante en la de Nueva York, pero con un mayor corrimiento de los inversores globales hacia posiciones más conservadores, por lo que sufrió mucho ayer el mercado brasileño, que tuvo fuerte suba del dólar y una baja importante en la Bolsa de San Pablo. Todo coronado a nivel local con una Argentina que está aislada, con el Gobierno aguantando, tomando medidas  con la intención de llegar al 14 de noviembre como sea. 

Ya desde el jueves la situación del mercado local fue pasando de claro a oscuro. Se empezaron a conocer anuncios de empresas que deben enfrentar vencimientos de deuda privada (Obligaciones Negociables) con intenciones de reprogramación, o llamados a acreedores para iniciar negociaciones en ese sentido. Y por si eso no fuera suficiente, la Comisión Nacional de Valores (que no atiende a los inversores) sacó un comunicado indicando que se empiezan a emitir títulos de deuda a un mes de plazo. Y con multinacionales que se inquietan, y empiezan a dar de baja depósitos a plazo fijo UVA, ya que vencen después de las urnas, donde la neblina manda, porque nadie sabe cómo quedará  Argentina después de las elecciones. 

Los mercados temblaron  

Toda esa realidad, con un mundo que está temblando, porque el sistema monetario mundial no aguanta tanta emisión de efectivo, ni tanta deuda, confronta hoy con un ministro de Economía que intentará salir a tomar deuda de nuevo. Ayer se realizó el pago final del Bonte 21, un papel que en una parte estaba en manos del Fondo de Inversión extranjero Templeton, lo cual volvió a generar presiones en el mercado cambiario, obligando nuevamente al Banco Central a entregar más reservas para que los 14 dólares de Alberto no se disparen, y lograron que el blue y el senebi no inquietaran, pero los dólares financieros volvieron a subir. 
Y hoy habrá otro momento de nerviosismo ya que de acá a fin de año el gobierno tiene vencimientos netos en dólares por US$ 2.300 millones con el FMI y otros US$ 1.100 millones por otros títulos menores. Y, además, también hasta diciembre el Tesoro tiene vencimientos adicionales en pesos, equivalentes a US$ 2.035 millones (de los cuales US$ 500 millones se los debe al BCRA). Es tan tensa la situación que la consultora Ecolatina salió a advertir que el Banco Central genera $2 de cada $5 del déficit (emisión, Leliq y pases). Y si se quiere, la montaña de lo que se debe no es tan grande: los países vecinos consiguen financiamiento a 30 años con tasas de entre 3% y 6% anual, pero en Argentina se está en un embudo porque nos colocaron en la categoría “stand alone”, fuera del mercado, por mala praxis gubernamental. Tanto que S&P Global pronosticó que en Argentina las presiones sobre el dólar se mantendrán por la escasez de reservas. 

Guzmán va al mercado 

Y hoy habrá un test ciertamente duro para Martín Guzmán. Saldrá a pedirle al mercado pesos para cubrir deuda de cortísimo plazo: ofrecerá cuatro Letras del Tesoro para formadores de mercado y un bono para inversores. Serán una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de diciembre de 2021 (s31d1 - reapertura); una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de enero de 2022 (s31e2 - reapertura); una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 28 de febrero de 2022 (s28f2 - reapertura); una letra del Tesoro nacional en pesos ajustadas por CER a descuento con vencimiento 29 de julio de 2022 (x29l2 - reapertura); y un bono del Tesoro Nacional vinculado al dólar estadounidense 0,30% vencimiento 28 de abril de 2023 (tv23d - reapertura). Y, al mismo tiempo, se hará una licitación para canjear el bono atado al dólar (T2V1D) por una canasta de diferentes instrumentos. 

Particularmente, a pesar de este embudo, a 40 días de las elecciones legislativas, los valores financieros del mundo sufrieron ayer mucho más que Argentina, con caídas duras y un panorama absolutamente mixto en el frente cambiario. Ayer en el exterior el dólar subió 1,5% en Brasil, 0,3% en Chile y 0,2% en México, pero bajó 0,1% contra el yen, 0,2% contra el euro y cedió 0,5% contra la libra. Mientras que en Argentina ocurrió lo de siempre, los dólares subieron mucho en la apertura, el Gobierno quemó reservas e hipotecó futuro entregando bonos, y las cotizaciones subieron otro escalón, aunque no en todas las categorías. 

Mientras las tasas de interés se mantuvieron quietas (a pesar del retiro de depósitos) en el 38% las Leliq y en el 37% los plazos fijos, el dólar turista subió 6 centavos hasta $172,16. El dólar oficial subió 4 centavos hasta $104,34 y el blue bajó $1 hasta $185. El dólar mayorista subió 7 centavos hasta $98,86, con el Banco Central perdiendo otros US$ 23 millones de las reservas, hasta US$ 42.825 millones. Mientras que el dólar Senebi no cambió: cerró nuevamente a $191. Pero el dólar MEP subió 42 centavos hasta $175,89, otro récord, y el contado con liquidación subió 41 centavos hasta $175,98, acercándose ya a su máximo histórico del 22 de octubre pasado. Por lo que la brecha entre el dólar oficial y el blue fue del 77,3% y la del CCL con el mayorista fue del 78%. Y, medidos en pesos, la libra saltó 87 centavos hasta $134,59, el euro subió 47 centavos hasta $114,93 y el real bajó 24 centavos hasta $18,15. 

La marcha de los bonos 

En el panel de bonos, los titulos argentinos no se movieron demasiado, a pesar de que hay inquietud en todo el panel de Obligaciones Negociables, con Aeropuertos Argentina 2000 ofreciendo canjear un vencimiento de bonos por US$ 336 millones, con Longvie citando para el 15 de octubre a sus acreedores, buscando evitar un default, y con una particular reorganización en IRSA (el gigante inmobiliario) absorbiendo su negocio de los shoppings para escalonar compromisos. Por toda esas razones fundamentalmente públicas, que se van extendiendo a los privados, el riesgo país argentinos sigue en las alturas, elevándose ayer a 1.616 puntos básicos, ocho veces más alto que el de los países vecinos. 

A nivel bursátil, sin embargo, como los papeles de las bolsas desarrolladas están carísimos y se está por terminar el dinero barato, los mercados externos están experimentando una descompresión, mientras que el mercado local aguanta, aunque sin volumen. Ayer el motivo que mantuvo la baja de las acciones fue el retiro de cotización de la gigante inmobiliaria china Evergrande, que fue sacada de cotización, ya que el Gobierno chino está buscando la manera de reestructurarla, para que los privados que están colgados de ella no sufran el embate. Pero además de eso, está la discusión en el Capitolio para ver si se le autoriza a Biden ampliar su deuda para realizar sus planes de obra pública. Y como colofón, la Opep+ se resistió a subir más el pequeño incremento de oferta diaria de barriles que ya está realizando, por lo que el precio del crudo y todos sus derivados calentaron mucho más las cosas. 

Así, hubo duras caídas en la bolsa de Nueva York: el Dow bajó 0,9%, el S&P cedió 1,3% y el Nasdaq cayó 2,1% (con Facebook y Twitter sufriendo mucho). Pero lo que empieza a preocupar en la región es el retiro de fondos de lo que son posiciones más riesgosas, por lo que la Bolsa de México bajó solo 0,4%, pero la Bolsa de San Pablo se hundió 2,2%, por lo que cae en lo que va de este año casi 8% y se convierte en la peor del mundo. 

A nivel local, los inversores siguen operando con empresas extranjeras y dejan de lado las nacionales, por lo que el volumen se reparte en una proporción de 3 a 1. Así, con $881 millones operados en acciones y $2.914 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires tuvo una baja insignificante. Al tiempo que los ADR que operan en Nueva York estuvieron mixtas, con buen día para IRSA P y Cresud, pero con mala jornada para Mercado Libre y Despegar. 

Finalmente, los temblores en las commodities reflejan que todos los mercados están al borde de cambios significativos. El petróleo saltó más del 2%, a su máximo valor en siete años. Los metales preciosos se despiertan y los básicos también estuvieron firmes, aunque los granos estuvieron mixtos. Y lo más llamativo ocurrió en el panel de criptomonedas, con el bitcoin sostenido, pero el resto de las variantes del sector mostraron bajas de hasta el 3,5%. 

La licitación de hoy de Guzmán y su necesidad de postergar pagos, ante inversores grandes que empiezan a retirar depósitos, se están convirtiendo en una encrucijada compleja. Muchos se preguntan si este esquema de aguantar diseñado por el Gobierno podrá mantenerse hasta las urnas. ¿Después? La mayoría de los economistas ve una devaluación del 50%, abrupta o escalonada. Sólo Daniel Marx fue menos pesimista, y ve una suba de apenas 20% en el tipo de cambio oficial. 
 

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés