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El FMI calmó lo financiero, pero menos de lo esperado

Pasó una semana desde que el FMI dio el sí. Hubo una buena respuesta cambiaria y los dólares financieros bajaron. Y los bonos mejoraron, pero la Bolsa se planchó.

En la primera semana desde quese cerró el acuerdo con el FMI hubo una clara distensión con el dólar.
En la primera semana desde quese cerró el acuerdo con el FMI hubo una clara distensión con el dólar.
Luis Varela 01 abril de 2022

Cinco días después de que se deslizara desde las usinas K que la presión social llegaría a hervir en menos de un mes, tras el paro de trenes del jueves ayer se repitieron acampes y bloqueo en la 9 de Julio y en varias autopistas, con piqueteros opositores al Gobierno presionando por más planes y más comida y, por primera vez, con un representante del Ejecutivo, el subsecretario de Desarrollo Social, Gustavo Aguilera, manifestando que hay una motivación política en toda esta movida.

El distanciamiento ya casi irreconciliable entre Alberto y el kirchnerismo, más las discusiones cada vez más intensas en la oposición, con Gerardo Morales advirtiendo que el PRO ya no va a comandar Juntos por el Cambio, van colocando en el tablero las 63 semanas que faltan para las PASO 2023, cuando recién se lleva desarrollada una semana desde que el FMI aceptó el programa diseñado con el Gobierno argentino, y le envió reservas para que pueda enfrentar las presiones hasta que comience la llegada de dólares importantes a través de la cosecha gruesa, a partir de mediados de abril.

Reclamos generalizados

Sin embargo, las protestas no fueron únicamente de los movimientos sociales con gente más desprotegida, pobres e indigentes, sino también de parte de representantes del campo, la industria y también la política. El gobernador de Santa Fe fue muy directo expresándole su clara disconformidad al Presidente  ante la suba de las retenciones a la agroindustria: "Hace unos meses dijo que quería desarrollar el sector ¿y ahora le sube los impuestos? Evidentemente hay mucha inequidad, ya que en este momento tan complicado otros sectores como la minería y el petróleo también tienen que aportar, no solo el agro", señaló el dirigente.

Y desde el sector privado fueron todavía más allá. Después de que el secretario de Comercio Roberto Feletti admitiera que la inflación de marzo será muy alta: “Milagros no hago”, amenazando con fuertes multas a cuatro o cinco grandes empresas que no bajaron los precios al 10 de marzo tal como se había acordado (de modo unilateral), el CEO de la compañía Aceitera General Deheza, Roberto Urquía, salió a advertir que en el Gobierno "hay gente que no sabe nada y quiere tomar medidas". Y desde la Unión Industrial Argentina, su presidente Daniel Funes de Rioja, criticó el sistema aplicado, diciendo que en vez de querer frenar a miles de productos entre los que hay muchos premium, el Gobierno "debería armar una canasta básica para asistir a los que menos tienen".

De esta forma se cierra la primera semana posterior al acuerdo con el FMI, en la que hubo decididamente una clara distensión con el dólar: el blue bajó $2  desde el viernes pasado, el dólar MEP se hundió $10 entre el viernes y el cierre de ayer y el contado con liquidación siguió exactamente el mismo recorrido, hasta retroceder desde $200 a $190. En la semana se vio también una mejora de más del 5% en los bonos, una baja de unos 70 puntos en el riesgo país, aunque la Bolsa de Buenos Aires terminó con una baja semanal de algo más del 2% y seca de operaciones, con un volumen de negocios ciertamente reducido.

La sensación que expresaron ayer voces de todo el espinel de la economía y de la política es que se vienen tiempos de fuerte tensión, en los que se deberán ir regularizando muchos de los precios que se atrasaron en el último año, como el dólar mayorista, las tarifas de los servicios públicos y otros valores, a la espera que eso contribuya a regularizar los desequilibrios y achicar los subsidios, administrando una inflación retrasada, que se escondió debajo de la alfombra y que será muy complicado de aceptar.

El espejo externo

Toda esta situación está muy emparentada con lo que está ocurriendo en el exterior, con alguna señal de menor contagiosidad del Covid-19 y con señales muy confusas en torno a la guerra en Ucrania, con informaciones cruzadas de todo tipo, desde denuncias de bombardeos constantes a ciudades menores habitadas por civiles, hasta un Putin cada vez más aislado, alejado incluso de su núcleo duro político, sin conocer con claridad lo que está sucediendo en el campo de batalla.

Con toda esa incertidumbre, los mercados se movieron ayer bajo tres patrones principales: la reunión de la Opep, la decisión de Biden de liberar reservas de petróleo y las inminentes medidas de astringencia financiera que parece tener decidida Jerome Powell desde la Fed, a pesar de las repetidas advertencias de especialistas como el financista Bill Gross, que le advirtió que las subidas de tipos de la Fed "agrietarán la economía estadounidense".

Con todas esas señales cruzadas, mientras el dólar estuvo débil en Argentina, también estuvo hacia abajo en el mundo. En el exterior el billete verde subió ayer 0,8% contra el euro, no cambió en México pero bajó 0,1% contra el yen y la libra, achicó 0,3% en Chile y 0,8% en Brasil. Y sigue habiendo movidas extrañas con la compra de bonos del Tesoro norteamericano, con los rendimientos aplanándose, tanto que ayer se pagó 2,5% anual a 5 años, 2,3% a 10 años y 2,4% a 30 años.

Todo esto, por supuesto, tuvo impacto en las commodities. El petróleo sufrió una fuerte caída del 6,3%, los metales preciosos actuaron mixtos, los metales básicos estuvieron débiles, los granos anotaron tendencia mixta, con un buen día para el maíz y una mala jornada para el trigo y la soja. Y las más afectadas de todas fueron las criptomonedas, con un descenso del 3,4% para el Bitcoin, pero con descensos aún más fuertes, de hasta el 5,5% para el resto de las criptomonedas.

Las bolsas para abajo

Frente a esta tendencia tan indefinida, las bolsas globales terminaron en general con bajas. Hubo un fuerte descenso en bloque del 1,5% para los tres principales índices de la bolsa de Nueva York, en tanto que la Bolsa de San Pablo bajó 0,2% mientras que la de México subió 1,3%. Y la Bolsa porteña tuvo un día sin cambios, con apenas $887 millones operados en acciones y $2.292 millones en Cedears. Y con ADR mixtos, con buena recuperación para Globant (tras la caída dura del miércoles) y con otra rueda pálida para YPF y Mercado Libre.

Como resumen de esta primera semana puede decirse que se termina de manera aceptable en lo financiero, pero con un clima social muy tenso y con más alquimia de Guzmán y de Pesce algunos números que asustan. Ayer, por ejemplo, el Banco Central volvió a perder otro US$ 50 millones en las reservas y chupó de los bancos nada menos que otros $415.492 millones en Leliq cortas al 44,5%. Guzmán tomó mucha deuda atada al CER, como no recomendaba el FMI, o pagando más tasa, y ayer el riesgo país terminó subiendo de nuevo, 12 unidades, hasta 1.736 puntos básicos. Por lo que de alguna manera puede decirse que el "driver" del FMI pasó, no causó gran impacto, y ahora solo queda mucha lucha por delante.

EL DATO

33,67

Los bonos argentinos marcaron ayer su sexta jornada consecutiva al alza. Los globales registraron subas de entre 0,5% y 0,9% y el precio promedio ponderado se ubicó por encima de US$ 33 por cuarta rueda consecutiva. El indicador subió hasta US$ 33,67 y la tasa promedio ponderada se ubicó en 20,10%. “Así, con la recuperación de la última semana, los globales consiguieron dar vuelta el balance de marzo (entre +2,1% y +5%) poniendo fin a la racha negativa de los últimos dos meses”, dijeron desde PPI.

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