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Capitales buscan renta: bonos y reservas suben

Mientras la Bolsa de Nueva York muestra cierto cansancio, inversores internacionales empiezan a bajarse de tecnológicas con precios excesivos y buscan papeles regalados, con algún potencial. Así entraron capitales, los bonos subieron, el riesgo cayó al menor nivel en diez meses y el BCRA sigue juntando reservas, pero con superávit comercial dando un aviso.

La Bolsa de Nueva York muestra cierto cansancio y los inversores internacionales empiezan a bajarse de tecnológicas con precios excesivos.
La Bolsa de Nueva York muestra cierto cansancio y los inversores internacionales empiezan a bajarse de tecnológicas con precios excesivos. .
Luis Varela 20 febrero de 2024

La reapertura de Wall Street tras el feriado del lunes entregó tanto para el mercado externo como el interno otro round entre las eternas pulseadas de los gobiernos que pretenden inducir las tendencias y la realidad que tarde o temprano siempre se impone. 

En Nueva York, luego de que los inversores se excedieran apostando por la inteligencia artificial, empieza a verse que la economía real está siendo impactada por la tasa de la Fed y que más pronto que tarde Jerome Powell deberá ceder y bajar su tasa de interés base. Y en Argentina, con Luis Caputo usando al dólar como ancla para evitar un Rodrigazo, el tipo de cambio real se atrasa y el gran superávit comercial de diciembre se apagó en enero.

En ese contexto, a menos de 60 días de que Argentina empiece a cobrar la cosecha gruesa, los inversores neoyorquinos están empezando a rotar: salen de tecnológicas que se adelantaron demasiado y buscan activos con precios de ocasión, y entre ellos se destacan los argentinos, que tienen a nivel internacional un volumen de negocios diminuto y una gota de capitales puede hacer un estrago. 

Por eso, el dólar blue subió apenas, pero los dólares financieros bajaron, las acciones estuvieron débiles tanto en Buenos Aires como en Nueva York. Pero lo destacado del día fue que el Banco Central volvió a sumar una buena cantidad de reservas con otro paso alcista para los bonos, que siguen mejorando sus precios contado, achicando sus tasas a vencimiento, con un riesgo país que se desinfla, hasta el menor nivel de los últimos diez meses, casi 1.200 puntos menos desde el momento en el que Sergio Massa se lanzó a realizar un súper Plan Platita recargado, para comprar los votos de los argentinos y llegar a su soñada presidencia.

Por supuesto que lo que se vive en este momento no es un jardín de rosas. El 60% de la población no llega al día 10 y mucha gente se ve obligada a vender dólares ahorrados o en muchos casos a pedir prestado para entrar en modo de supervivencia, a un día de que La Fraternidad, que tiene sueldos cinco veces más altos que los jubilados, decide un paro unilateral, dejando a la población sin trenes. Al tiempo que también se establece en un inminente paro en la Sanidad y con muchísimo riesgo de que los chicos vuelvan a iniciar el año lectivo con otro paro de maestros.

Además, tratando de que no se produzca el Rodrigazo que dejó plantada la súper emisión de Massa, Caputo ancla el dólar para ver si logra que la inflación de febrero vuelva a mostrar una baja sustantiva, como ocurrió de diciembre a enero.

Pero el freno al dólar oficial, con alta inflación tiene su consecuencia: el tipo de cambio real se atrasa, crecen más las importaciones que las exportaciones y el superávit comercial argentino se redujo de los US$ 1.018 millones logrados en diciembre a US$ 797 millones en enero.

En el registro de 2024, el GD30 es uno de los mejores bonos emergentes del mundo (+11%), solo superado por el rebote de los títulos de Ecuador (+23%)
 

Este complicadísimo enjambre argentino llega junto a un mundo con una sucesión de problemas geopolíticos, que provocan una inflación pegajosa. 

  • Una parte de la economía norteamericana sigue sostenida, pero ya hay muchos sectores que se van frenando. Y si bien Powell insiste con que la Fed bajará su tasa base (5,5% anual) recién en junio, o incluso después, los problemas de algunos sectores plantean que la realidad del mercado quizás lo obligue a hacerlo antes. Por eso se concretó un paso atrás para las tasas largas de EE.UU.: se pagó 4,9% anual a 1 año de plazo, 4,2% a 5 años, 4,3% a 10 años y 4,4% a 30 años. Y con ese menor precio en el exterior el dólar subió 0,2% en México, pero bajó 0,1% en Japón y China, 0,2% contra la libra, 0,3% contra el euro, y 0,7% en Chile y Brasil.

En el mercado cambiario local, mientras tanto, con un dólar exportador de $933,03, el BCRA compró nada menos que US$ 140 millones en el mercado, y al final del día la autoridad monetaria logró aumentar sus reservas en US$ 235 millones. 

Y con ese número de respaldo, mucho chiquitaje que ya pagó sus principales cuentas del mes volvieron a comprar blue subió por lo que subió $5  hasta $1.115, pero el resto de los dólares libres retrocedió: el Senebi bajó $12,40 hasta $1.135,33, el MEP cayó $25,61 hasta $1.083 pesos y el contado con liquidación bajó $8,59 hasta $1.135,33. Por lo que la brecha entre oficial y blue fue del 26% y la del CCL con el  mayorista se ubicó en el 36%.

Y, mientras la número dos del FMI, Gita Gopinath, está en Argentina, en una visita que sucede a la presencia de al menos 14 CEO de fondos de inversión internacionales, los títulos públicos argentinos lograron operar doble volumen. 

El cobro de la cosecha gruesa está a la vista, todo apunta que la deuda se pagará en los próximos meses, hay cupones ya aceptables y con eso se anotó una nueva suba del 2% para los bonos argentinos, por lo que el riesgo país bajó otras 26 unidades hasta 1.762 puntos básicos, el menor nivel desde mayo del año pasado.

Con los papeles privados la música fue diferente, tanto aquí como en el exterior. Hay estrés por inteligencia artificial, aparecieron números de Nvidia que no gustaron demasiado, la empresa retrocedió, el S&P tiene una excesiva concentración de siete u ocho empresas que se llevan gran parte de los negocios, y con esa luz amarilla hubo otro día en baja en la Bolsa de Nueva York: el Dow retrocedió 0,2%, el S&P bajó 0,6% y el Nasdaq cedió 0,9%. En tanto que la Bolsa de San Pablo subió 0,7% y la de México bajó 0,4%.

Y en el mercado bursátil local, viendo que Javier Milei hace todo el esfuerzo macro, pero sin que nadie sepa cuál será el resultado en una población empobrecida, llena de paros gremiales y amenazas de todo tipo desde oposiciones cruzadas, se ve que la situación es inestable y riesgosa. 

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Por lo que, con $17.645 millones operados en acciones y $35.073 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires perdió 1,2% en pesos (y del 1,7% en dólares). En tanto que los ADR argentinos en Nueva York actuaron mixtos, con subas del 1% al 3% para Macro, Edenor y Francés, con bajas del 1% al 2,5% para TGS, Telecom, Mercado Libre, YP y Pampa E.

Pero más allá de lo que pasa con monedas, bonos o acciones, los precios de las materias primas parecen ir reacomodándose a un mundo que seguirá con economía desacelerada. Así hubo una baja del 1,7% para el petróleo y, con un dólar global que tiende a apuntar para abajo, el resto de las commodities se sostuvo: los metales preciosos actuaron en alza, los metales básicos también estuvieron para arriba, se anotaron mejoras para los granos tanto en Chicago como en Rosario. 

  • Y en el mundo cripto hubo un clima selectivo, con baja del 0,2% para el Bitcoin con descensos de hasta el 4% para el resto de las criptomonedas, pero con excepción para el Ethereum que sigue buscando su lugar.

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