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Implicancias del Gasoducto Néstor Kirchner para la economía

La construcción del GPNK tendrá múltiples efectos positivos.

Gonzalo Semilla 03 julio de 2023

La idea de que Vaca Muerta, segundo yacimiento de gas no convencional más importante a nivel mundial, tiene una importancia fundamental para el desarrollo del país ya no es una novedad. 

Así como en su momento Loma La Lata revolucionó la producción de gas a partir de la cual se construyeron gasoductos como NEUBA II y Centro Oeste (entre otras implicancias), en la actualidad se está produciendo un escenario similar con la consolidación del yacimiento neuquino y las obras de infraestructura que requiere el aprovechamiento de todo su potencial. 

Aquí se analizan los datos de la construcción del nuevo Gasoducto "Presidente Néstor Kirchner" (GPNK), una obra que finalizará en tiempo récord y permitirá superar el cuello de botella que actualmente afecta al transporte de gas proveniente de la cuenca neuquina y potenciará el desarrollo local y regional.

El gasoducto en cifras 

La obra del GPNK consta de dos etapas: la primera, con fecha de finalización el 20 de junio de 2023, une las localidades de Tratayen (provincia del Neuquén) con Salliqueló (provincia de Buenos Aires) y, una segunda etapa que prevé extender la obra desde esta hasta la localidad de San Jerónimo (provincia de Santa Fe). La primera etapa tiene un recorrido de 660 km, y su construcción estuvo mayormente a cargo de la unión transitoria de empresas SACDE-Techint y BTU. 

En esta obra sobresalen las siguientes estadísticas:

• Se utilizaron 56.000 caños de 5 toneladas. En su mayoría de 36 pulgadas y 12 metros de longitud. 

• Se emplearon soldadoras automáticas para la unión de los caños, lo que permitió duplicar la productividad y acortar así los tiempos de ejecución de la obra. 

• Según datos oficiales trabajaron de forma directa 10.000 personas, en tanto que en forma indirecta estuvieron involucrados alrededor 50.000 trabajadores. 

• Más de 9.000 transportes fueron necesarios para la ejecución del proyecto. 

• La inversión ascendió a US$ 2.700 millones. 

• Con esta primera etapa la capacidad de transporte se incrementará en 11 millones de m3 de gas por día. Una vez que la segunda parte de la obra y sus tareas complementarias estén finalizadas, esta cifra superará los 40 millones de m3 diarios.

Implicancias para la economía 

La construcción del GPNK tendrá múltiples efectos positivos. En primer lugar, contribuirá a revertir el déficit energético, no solo porque permite sustituir importaciones si no debido a que posibilitará la exportación de gas proveniente de Vaca Muerta en meses de baja demanda interna por cuestiones estacionales. 

Desde 2011 a esta parte, Argentina registró un saldo negativo por US$ 3.000 millones anuales. Con la puesta en funcionamiento del GPNK se estima reducir las importaciones de gas en US$ 2.200 millones en el corriente año y US$ 4.400 en 2024. Esta última cifra equivale al saldo negativo registrado durante el 2022.

Otra de las ventajas que generará la puesta en funcionamiento de este proyecto es la posibilidad de abastecer de gas, tanto a industrias como a usuarios residenciales, a precios competitivos. El gas de Vaca Muerta es significativamente más económico que el importado: en 2022 se pagó un promedio de US$ 3 por millón de BTU, en tanto que la licitación para el invierno de 2023, según datos de ENARSA al 24/4/2023, arrojó un precio promedio de US$ 17,8 para el GNL importado. Esto tendrá un triple impacto: mejorará la ecuación de costos de producción de la industria, así como también el poder adquisitivo de los hogares al tiempo que permite la paulatina eliminación de los subsidios energéticos.

Un aspecto tal vez poco mencionado es el medioambiental. La ampliación de la capacidad de transporte de gas que implica este proyecto redundará en una importante reducción del uso de combustibles fósiles (fuel oil y el gasoil, relativamente más contaminantes que el gas natural) en la generación de electricidad. 

Por otra parte, la obra permitirá no solo avanzar hacia el autoabastecimiento en materia energética, sino que permitirá que el país se posicione como uno de los proveedores de gas de la región ante el declinamiento de la producción boliviana. 

Si bien hacen falta obras adicionales para llegar a lograr este objetivo, se puede pensar en dejar de importar gas desde Bolivia e incluso llegar a exportarlo, así como también abastecer a Brasil y Uruguay.

Gráfico 1. Balanza comercial energética, en millones de dólares (1980-2022).
Gráfico 1. Balanza comercial energética, en millones de dólares (1980-2022).

Relevancia local del nuevo gasoducto 

La imagen del buque regasificador, que amarra en el puerto local para cubrir las necesidades de gas para los meses de bajas temperaturas, ha sido una de las postales de Bahía Blanca por varios años. 

Con la ampliación de transporte de gas que significará este nuevo proyecto ya no será necesario hacer frente a los altos costos de importar GNL a través de este mecanismo. El autoabastecimiento podría ser una realidad palpable en el futuro cercano. 

En la misma línea, se garantizará la provisión de gas para el polo petroquímico de la ciudad, el cual recibe el insumo por medio de los gasoductos NEUBA (Neuquén-Buenos Aires) I y II. Con la puesta en marcha del GPNK se incrementará el volumen de gas que Bahía Blanca puede retener proveniente de Vaca Muerta y que, previo a la obra, debía continuar su camino hacia Buenos Aires para abastecer el consumo de los grandes centros urbanos de la provincia. 

Por otra parte, esta obra puede allanar el terreno para potenciales proyectos que impacten en la economía de la ciudad.

Reflexiones finales 

Si se materializan las inversiones necesarias, se podría pensar en exportar GNL por el puerto de Bahía Blanca en los próximos años. Esto implicaría un gran logro dado los mercados que hoy están ávidos de abastecerse de gas en el marco del conflicto Rusia-Ucrania que hizo escalar los precios de las commodities energéticas y complicó el abastecimiento en toda Europa. De concretarse, sería la primera planta de licuefacción del país, con lo que ello significaría para la ciudad en términos de empleo y producción, así como también macroeconómicamente hablando. 

El GNPK significa para la economía nacional y local una obra de gran envergadura por varios motivos: 

• Permitirá sortear la restricción que enfrentaba el sistema de transporte de gas proveniente de Vaca Muerta. En una primera etapa ampliará en 11 millones de m3 por día la capacidad del mismo. Esta cifra podría cuadruplicarse cuando se terminen las obras complementarias y se lleve adelante la construcción del segundo tramo del proyecto. 

• Lo anterior impactará favorablemente, tanto en la sustitución de importaciones que implica un ahorro de divisas (en torno a los US$ 2.200 millones en el invierno del corriente año y US$ 4.400 en 2024), así como también avanzar en el camino hacia el autoabastecimiento y la posibilidad concreta de exportar a países vecinos. 

• A nivel local, liberará un gran caudal de gas que podrá ser utilizado para el desarrollo de nuevos proyectos en el Polo petroquímico de la ciudad, entre los cuales se destacan la instalación de plantas de licuefacción de GNL cuya finalidad seria exportar a los principales mercados mundiales. 

• El punto previo implica inversiones millonarias que demandarán de empleo calificado y de alta remuneración, con el impacto que esto tiene para la economía de la ciudad y alrededores.

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