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Salarios e inflación en 40%, la nueva estrategia del Gobierno para que los ingresos no caigan

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Agustín Maza 22 junio de 2021

Por Agustín Maza

Los integrantes del gabinete económico del Gobierno repiten en cada intervención pública que el objetivo de 2021 es acompañar la recuperación de la economía con una mejora del salario en términos reales.

La aceleración de los precios, sobre todo en el primer trimestre de 2021, puso en duda la verosimilitud de esa búsqueda. En ese marco, las paritarias volvieron al centro de la escena y los analistas consideran que la nueva pauta del 40% podría tener efectos negativos en la inflación, haciendo que ese objetivo oficial sea más difícil de alcanzar y el arco se vaya corriendo.

Las negociaciones paritarias comenzaron el año en base a la pauta oficial dictada desde el Ministerio de Economía: unos puntos por encima de la inflación proyectada en 29% para todo el 2021. Así, muchos gremios acordaron dentro de ese esquema. El caso más significativo fue el de los Bancarios, que firmaron 29% en varias cuotas y hoy tendrán una reunión en el Ministerio de Trabajo con la intención de renegociar para llegar a 40%, por lo menos.

La inflación acumuló en los primeros cinco meses 21,5% y, por más voluntarismo político que pueda existir, ese 29% quedó totalmente obsoleto. El propio Gobierno impulsó en el último tiempo subas arriba del 40% para trabajadores del Congreso, de Pami, de Anses, etcétera.

Los datos de la Remuneración Imponible de Trabajadores Estables (Ripte) mostraron que durante los primeros cuatro meses del año el salario promedio aumentó el 20,4%, algunos puntos por encima de la inflación para el período (17,6%). Sin embargo, en los últimos 12 meses, los sueldos acumulan una alza del 41,3% contra una inflación interanual del 46,3%.

Si se analiza la evolución de estas dos variables en los últimos tres años, se ve más clara la necesidad de conseguir que el poder de compra del salario pueda recuperar lo perdido en ese tiempo. Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) aseguró que en el último trienio (2018, 2019 y 2020) "un trabajador percibe hoy un salario que ha perdido entre un cuarto y un quinto de su valor real”.

En concreto, esa pérdida equivale en los últimos tres años a una caída de entre 3 y 7 salarios. El mayor golpe al poder adquisitivo se dio, por otra parte, entre 2018 y 2019. La actividad económica "inició una caída en 2018, que siguió en 2019 y 2020, año de inicio de la pandemia", consignó el informe del Iaraf. Entre 2017 y 2020 la economía cayó 12,3%.

Los especialistas

“Los salarios son un precio importante de la economía y, por lo tanto, paritarias altas terminarán generando mayor presión inflacionaria. Sin embargo, los salarios están muy rezagados y reubicarse en un valor real más alto hablaría de cierta mayor racionalidad luego de un deterioro persistente”, explicó el director de Invenómica, Pablo Besmedrisnik, ante El Economista. El economista consideró que en la medida que el ajuste en los salarios no esté acompañado de estabilidad macroeconómica y de productividad, la mejora en el poder adquisitivo no será sustantiva sino más bien un paliativo temporal.

Para Besmedrisnik, no sería extraño un cambio de tendencia en la caída de los últimos meses, después de que las remuneraciones hayan estado tanto tiempo a la baja. “Esta recuperación será sostenible solo en la medida que exista una recuperación más vigorosa de la economía, y, fundamentalmente, que el Gobierno logre encontrarle una solución real a su gran problema: la inflación”, agregó.

“Si bien hay disparidad en la evolución del nivel de actividad según sectores, también hay rubros que están mejor preparados para acordar subas mayores en las paritarias. En la medida que se solucionen las limitaciones sanitarias y se consolide la apertura económica hay espacio para que buena parte de los sectores acuerden mejores pautas de ajuste en estas paritarias”, estimó el director de Invenómica.

El economista principal de Analytica, Claudio Caprarulo, dijo ante El Economista que es necesaria una mejora en el poder adquisitivo para una recuperación económica sostenida. “Es una buena señal que se discutan paritarias en un porcentaje más alto que el 29% inicial, pero será fundamental ver cuál es la estrategia para converger los precios en ese sentido”, objetó el economista.

“Habrá que ver qué decisiones tomará el Gobierno para que esa suba en la nominalidad de los salarios no deriven en una inflación mayor al 40%, porque lógicamente hay empresas que van a querer recomponer su rentabilidad y eso puede terminar en una carrera en la que los ingresos terminarán perdiendo”, apuntó Caprarulo. “Hay una inercia inflacionaria que hace que los mecanismos de traslación de precios estén muy aceitados, entonces el piso es la inflación que quedó el año pasado”, agregó.

Caprarulo destacó que “pisar tarifas, pisar el tipo de cambio y los controles de precios son herramientas pero no son la real solución”. “Abrir las paritarias está bien, hay que ver cómo se coordina con el resto de los precios de la economía”, concluyó.

Por su parte, el economista en jefe de Ecolatina, Matías Rajnerman, dijo ante El Economista que “los sectores vinculados a los bienes tienen más margen para recuperar su rentabilidad, mientras que los vinculados a servicios no”.

“De todas formas, en líneas generales el poder adquisitivo cayó más que la tasa de ganancia de las empresas”, añadió el economista.

“El Gobierno está tratando de converger hacia un equilibrio con un poco más de inflación y más aumento de salarios, pero este año los ingresos volverán a perder en términos reales por cuarto año consecutivo”, consideró Rajnerman. “En el promedio del año, que es la variable más importante, seguramente los salarios no le ganen a los precios, sí durante el segundo semestre y medido punta a punta”, finalizó.

EL DATO: -7%

Los salarios están viajando a un ritmo que está 7 puntos por debajo de la inflación, y si bien ese número cayó en el margen en mayo (3,32% mensual versus el 4,08% de abril) y lo seguiría haciendo a medida que pasen los meses, “las paritarias que se negociaron a principio de año no llegarán a achicar esa diferencia excepto que las actualizaciones y reaperturas empiecen anticipadamente”, dijo Econviews.

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