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Pymes en alerta roja por la extensión y endurecimiento de la cuarentena

"Si la cuarentena se prolonga en el tiempo y si no hay medidas de ayuda desde el Estado al sector comercial, es muy probable que se pierdan unos 100.000 comercios de distintos tamaños”, señaló Grinman (CAC) ante El Economista.

cierredefinitivo
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26 junio de 2020

Por Enrique Pizarro

El próximo domingo vence la última extensión de la cuarentena y para hoy está programado que el Gobierno anuncie otra extensión más. Según trascendidos, se espera que la nueva extensión venga acompañada de un endurecimiento en el AMBA (ciudad de Buenos Aires y conurbano) a través de mayores restricciones a la movilidad y, asimismo, a los comercios, dando así marcha atrás a la flexibilización progresiva que se estaba llevando adelante.

En tanto, los comercios, especialmente pymes, que en general ya están una situación muy compleja y que muchos se han visto en la necesidad de cerrar definitivamente, con esta nueva extensión y con el endurecimiento de las medidas se enfrentan a un escenario de mayor deterioro que amenaza cada vez más a su subsistencia.

“Con el endurecimiento de la cuarentena, la situación va a ser aún más crítica. El impacto será severo porque las pymes vienen sin más reservas. Ya venimos de cien días de una cuarentena rígida, de la cual solamente en una parte de junio se empezó a flexibilizar, pero con una caída de las ventas brutal. Nosotros calculamos que las ventas habían caído en promedio más de 40%, pero si sacamos los rubros esenciales las caídas fueron de entre 50% y 75%”, indicó ante El Economista Pedro Cascales, vocero de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came).

Cascales afirma que si no hay una red por parte del Estado para contener los salarios y el medio aguinaldo se va a generar un “nuevo coletazo que puede desembocar en más cierres de comercios y de pymes”. “En Came creemos que tendríamos que formar parte de la mesa del Gobierno, en donde además de los médicos y epidemiólogos, estén las pymes, las empresas y los sindicatos para que entre varios pensemos en alternativas para mitigar esta situación o acordar cómo funcionar manteniendo el distanciamiento social”, resaltó.

Por su parte, Mario Grinman, secretario general de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), señala que en el sector están muy preocupados por el futuro. Sostiene que es consciente de la gravedad de la pandemia desde lo sanitario, pero que a la vez le preocupa el “fallecimiento de las empresas”. Asimismo, recuerda que a finales de marzo, días después de que se implementó el confinamiento, desde la entidad señalaban que “había que salvar tantas vidas como se pueda, pero que en el proceso había que ser muy cuidadoso de no destruir la economía”.

“Cada comercio que pasa varios días cerrado es difícil que se vuelva a recomponer. Hoy tenemos tenemos entre 35.000 y 40.000 comercios de todo el país que estarían cerrados definitivamente. Las proyecciones que hacemos en la CAC es que si la cuarentena se prolonga por mucho en el tiempo y si no hay medidas de ayuda desde el Estado Nacional al sector comercial es muy probable que se pierdan unos 100.000 comercios de distintos tamaños”, señaló Grinman en diálogo con El Economista.

El ejecutivo resaltó la importancia de esta problemática, especialmente desde el punto de vista laboral, ya que implica la pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo de personas que, según afirmó, el Estado finalmente los va a tener que asistir, por lo cual “es preferible que haga la asistencia ahora y no el día después”. “Hoy en casi todo el país, salvo en el AMBA y en algunos sectores de la provincia de Buenos Aires, se está trabajando con una relativa normalidad de 85% o 90%, pero la facturación es entre 50% y 60% menos de lo que se facturaba antes de la cuarentena”, indicó.

Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, sostiene que el endurecimiento de la cuarentena, sea cual sea la resolución del Gobierno, va a perjudicar aún más el escenario negativo que ya tienen las pymes. “Básicamente, porque aunque dejaran abiertos los comercios barriales, en caso de que llegaran a ese acuerdo, van a ser perjudicados por la reducción de la circulación. Los comercios dependen del impacto en el consumo y en las visitas a los puntos de venta en base al flujo social”, explicó.

“En caso de que la nueva cuarentena vuelva a dejar inactivos a esos comercios, podría incrementarse la 'devolución de llaves' de los locales por no poder continuar con la actividad. Esta nueva fase de la cuarentena es muy preocupante para el sector comercial minorista que todavía tenía alguna expectativa de sobrevivir, y ni hablar de aquellos que no han podido abrir nunca desde el inicio de la pandemia”, comentó Di Pace ante este medio.

Por otra parte, indicó que además hay que tener en cuenta que el cierre de los comercios y el endurecimiento de la cuarentena terminaría perjudicando también al sector industrial, el cual continuaría abierto con protocolos, pero estarían limitado en venta y comercialización. Asimismo, señala que en aquellos lugares del país en donde la cuarentena es más abierta también se verán afectados por la interrupción del intercambio de compra y venta de materia prima con los comercios e industrias del AMBA.

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