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Massa busca ganar tiempo, pero el Fondo pide ajuste fiscal para evitar una crisis mayor

Georgieva y Gopinath dicen lo mismo: si Argentina no mantiene el ajuste, el riesgo de una crisis mayor está a la vuelta de la esquina

Massa y Gita Gopinath, en un encuentro reciente en Washington DC
Massa y Gita Gopinath, en un encuentro reciente en Washington DC
Leandro Gabin 14 abril de 2023

"Si no cumplen con el ajuste es probable que la crisis se espiralice. A esta altura no cumplir te acerca al precipicio". 

Así reseñó un economista argentino que trabaja en Washington hace muchos años la situación con la que se enfrenta Sergio Massa y el Fondo. 

El ejecutivo, que participa de las frenéticas reuniones y "side-events" que se dan en la capital estadounidense en el marco del las reuniones de Primavera del FMI y el Banco Mundial, dice que el FMI no dejará caer al país y que más bien quiere evitar que el gobierno de Alberto Fernández tenga "una salida traumática". 

Kristalina y Gita, 1 y 2 del FMI: ambas, decisivas para el futuro inmediato de Argentina

"Ya la situación fiscal y cambiaria es muy endeble. Si Argentina no se compromete crecen los riesgos. Yo creo que el Fondo teme que la situación empeore drásticamente", sostuvo.

La comitiva argentina en Washington está con el mandato de conseguir dólares de donde sea (multilaterales) y que el FMI sea más comprensivo con las metas, que ya no se están cumpliendo y que muy posiblemente tampoco se cumplan en el futuro. 

Kristalina Georgieva, en la conferencia de prensa que brindó, se mostró en esa línea. Si bien pondera el golpe que produce la sequía, destacó que era clave la implementación del programa acordado. En la misma línea, pero más directa, fue Gita Gopinath, la número dos del Fondo. 

En una entrevista con El País de España dijo que el país tiene que dar señales fuertes de contención del gasto precisamente para anclar la crisis económica. 

Ambas funcionarias dicen lo mismo: si Argentina no mantiene el ajuste, el riesgo de una crisis mayor está a la vuelta de la esquina.

Las mujeres fuertes del Fondo empiezan a temer que el Gobierno quizás ya no esté tan comprometido con el programa firmado y que la sequía es una excusa perfecta para flexibilizar las metas clave. Ya fue el de las reservas internacionales, ¿por qué no la fiscal?

Fuentes de Economía en Washington dicen que las intenciones de Massa y su equipo no es modificar la meta fiscal pero sí transmitir "las dificultades actuales por la sequía histórica que atraviesa el país". ¿Será así? Sea como fuere, las tensiones están latentes y los pilares del acuerdo con el FMI tambalean como piezas de dominó.

"El Fondo no va a dejar caer a la Argentina simplemente porque no le conviene. Si se cae también caen ellos. Pero hay un límite, y todavía nadie sabe cuál es", apuntó el ejecutivo argentino en medio de reuniones en DC.

Sea como fuere, lo único que queda claro es que la frazada es cada vez más corta. Incluso la nueva medida oficial con el "dólar agro" que recién rindió sus frutos tiene consecuencias muy altas para la desmadrada inflación. 

El resultado en la participación en el MULC del BCRA fue un saldo de compras netas por US$ 332 millones el jueves, el más alto desde los US$ 540 millones del 29 de diciembre de 2022. Sin embargo, dice Aurum Valores, lo más relevante es el impacto monetario (emisión) que genera este programa: "Esta emisión monetaria es del 2,5% de la base de marzo"

La consultora Eco Go de Marina Dal Poggetto dice que la movida le insumirá una emisión al BCRA de $900.000 millones, o sea el 0,6% del PIB, solamente por la liquidación de la soja mientras que se sumarían otros $500.000 millones por las exportaciones de las economías regionales. 

De todas formas, el Gobierno sólo busca ganar tiempo y en el mercado financiero lo saben. "Este veranito de reservas durará hasta las PASO, luego de las mismas la incertidumbre es enorme: no sabemos de dónde saldrán los dólares necesarios para afrontar lo que resta del año (probablemente un ajuste más feroz del cepo) y quien resulte favorecido en dichas internas puede tener consecuencias que son difíciles de estimar", advierte el último informe de Invertir en Bolsa (IEB).

Pero la película de más largo aliento no cambia. Las proyecciones de acumulación de reservas no parecen haber cambiado mucho con el nuevo Programa de Incremento Exportador denominado dólar soja 3. 

Para el banco CMF, "el panorama luce complicado" para las reservas internacionales que deberán afrontar el pago de intereses de los bonos hard-dollar en julio, un saldo negativo con organismos internacionales y mantener una dinámica importadora que no cesa su demanda. 

"Se requeriría de un ajuste brutal en las importaciones para poder estabilizar el nivel de reservas, medida que luce poco probable por el consecuente impacto sobre la actividad que choca con la restricción política en año electoral", agregan. 

La devaluación lisa y llana está descartada por Massa por lo que todavía no hay respuesta alguna de cómo se solucionará este dilema. "Así, el único camino de los dólares financieros pareciera ser al alza en sus cotizaciones, por lo menos de corto plazo. De medio término, llegando a fin de año, puede que se espere un achique de la brecha de abajo hacia arriba, es decir, que el tipo de cambio oficial sufra una devaluación mientras que el financiero se mantenga estable", especula CMF. 

Los dólares anclados en $400 y con ganas de subir son un potencial riesgo al plan oficial. 

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