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Grave: 17,9% de los asalariados formales está debajo de la línea de pobreza

La cifra se incrementa si se tienen en cuenta los informales y de cara al 2023 la situación no parece mejorar

600.000 asalariados formales cayeron en la pobreza en sólo 5 años.
600.000 asalariados formales cayeron en la pobreza en sólo 5 años.
13 diciembre de 2022

El fenómeno de los trabajadores pobres viene creciendo en los últimos años, y hoy alcanza a 17,9% de los asalariados formales y 45,2% de los informales (+6,7 y +11,4 puntos porcentuales desde 2017, respectivamente), según un informe de la Fundación Capital.

Este problema surge como resultado del deterioro en los salarios reales y la baja calidad de los nuevos puestos de trabajo.

Así, el riesgo social se acrecienta de cara al 2023, en línea con una inflación que apunta a quebrar la barrera de los tres dígitos ya en enero y superar un nuevo escalón, en paralelo con una actividad económica enfriándose. 

"En este marco, el poder adquisitivo de los trabajadores volverá a presentar una baja el próximo año (-2,9% en el nivel general y -24,6% vs. 2017), con el empleo sin dinamismo y donde continúan ganando protagonismo los puestos de menor calidad. En este contexto, se advierte un incremento en la 'brecha de pobreza', al tiempo que la asistencia social se muestra cada vez menos eficiente para garantizar un acceso mínimo a los bienes y servicios básicos", señaló el informe. 

Grave: 17,9% de los asalariados formales está debajo de la línea de pobreza
 

Con una caída continua en el poder adquisitivo de las familias, el país sumó 4,4 millones de pobres en los últimos cuatro años, desde un piso ya elevado. Así, Argentina tiene 15,3 millones de personas bajo la línea de pobreza (datos al primer semestre de 2022), alcanzando al 36,5% de la población. 

Si bien este indicador mejoró frente al máximo registrado durante la pandemia (42%), se sigue ubicando por encima de los niveles pre pandemia (35,4%), incluso con una actividad económica que ya recuperó el terreno perdido en 2020. 

"El dato más preocupante es el incremento de la brecha de pobreza. Esto es la diferencia entre el ingreso total familiar promedio del hogar pobre y la canasta básica total promedio, la cual ya se amplió en 2,4 puntos (37,9% vs 35,5% en 2017). De este modo, quienes son pobres se encuentran cada vez más lejos de salir de esa situación", apuntó la fundación.

En este sentido, dos tercios de la población pobre son personas en edad de trabajar (14 a 64 años de acuerdo con Indec), totalizando 10,2 millones al segundo trimestre del año. 

Aún más, de este segmento etario, el 48,5% son ocupados que con sus ingresos no llegan a cubrir la canasta básica total para sus hogares, fenómeno que se ha intensificado en los últimos años. 

En paralelo, el 7,8% son desocupados (personas que no están trabajando pero que buscan empleo activamente) y el 43,7% restante son inactivos (no trabajan y no buscan empleo). Así, casi la mitad de los pobres en edad de trabajar tienen empleo, siendo la mayor parte de ellos informales (44,6%) y un cuarto independientes (25,3%). 

Pero el 30,1% de estos ocupados pobres son asalariados formales, es decir, trabajadores que tienen un empleo en blanco, con acceso a paritarias y a todos los derechos de un empleo formal, pero que sin embargo no llegan a cubrir sus necesidades básicas.

"A partir de los datos de la EPH para el segundo trimestre de 2022, se observa que de los 8,4 millones de asalariados formales, 1,5 millones pertenecen a un hogar pobre. Es decir que la incidencia de la pobreza en los trabajadores registrados es del 17,9%. En el caso de los asalariados informales el porcentaje se eleva al 45,2%, alcanzando a 2,2 millones de un total de 4,9 millones de personas. Este fenómeno de trabajadores pobres viene creciendo en los últimos años como resultado del deterioro en los salarios reales y la baja calidad de los nuevos puestos de trabajo, como se mencionó previamente", detalló el informe.

De esta forma, cayeron en la pobreza 600.000 asalariados formales en sólo cinco años. 

"En un marco de inflación en un escalón superior, el próximo año difícilmente resulte en una mejora de estos indicadores. En efecto, gran parte de este fenómeno se debe a la fuerte caída en el poder adquisitivo de los salarios en los últimos cinco años (-19,2% los formales y - 34,7% los informales desde 2017), previendo que esta dinámica continúe en 2023", consideró Fundación Capital. 

"De hecho, incluso en el mejor escenario, el salario real de los trabajadores disminuiría 2,9% interanual, quedando 24,6% por debajo de 2017. De este modo, el ingreso de los empleados registrados habrá caído 19,7% en seis años (-17,9% los privados y -22,3% los públicos), mientras que los no registrados continuarán presentando el peor desempeño, culminando con una baja acumulada del 38,1% en sus ingresos reales desde el 2017", concluyó.

En un contexto de caída continua en el poder adquisitivo de los salarios y de baja calidad en la creación de puestos de trabajo, tener empleo no garantiza estar por encima de la línea de pobreza, con 1,5 millones de asalariados registrados que no llegan a cubrir una Canasta Básica Total (CBT) para sus familias

Hacia adelante, en línea con una actividad mediocre en 2023, una inflación consolidada en un escalón superior y un alto nivel de incertidumbre, la dinámica del mercado laboral continuará presentando un deterioro, con salarios que no le ganarán la carrera a los precios y la creación de empleo de calidad muy deteriorada

El estado de situación social que enfrentará la próxima administración, cualquiera sea el signo político de la misma, muestra importantes desafíos de cara a la implementación de un necesario programa integral de estabilización y crecimiento, que tendrá poco tiempo para mostrar resultados positivos

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