Este miércoles se llevó a cabo la 9° edición del Latam Economic Forum titulada "Dónde estamos, hacia dónde vamos" en el hotel Alvear Palace de la ciudad de Buenos Aires. En el marco del evento solidario organizado por Research for Traders y FinGurú, los economistas Marina Dal Poggetto, Diana Mondino y Martín Redrado debatieron sobre los desafíos macroeconómicos del contexto electoral.
El cierre de la jornada estuvo a cargo del candidato presidencial por La Libertad Avanza, Javier Milei, quien defendió fervientemente su propuesta de dolarización y replicó críticas de sus opositores.
La directora de la consultora EcoGo, Marina Dal Pogetto, comenzó su intervención haciendo un análisis político de los principales candidatos presidenciales y consideró que los tres buscan parecerse al expresidente Carlos Menem: "Milei quiere ser Menem, se deja las patillas y piensa que Menem es el mejor Presidente de la historia. Patricia tiene un discurso 'si no es todo, es nada' y busca las reformas y la estabilización del menemismo. Y Massa, no sabemos quién es Massa... Cuando uno mira los orígenes de Massa en la Ucede o cuando uno le pregunta a la gente que estaba cerca en el Frente Renovador quién es Massa, te dicen 'Massa es Menem'".
Según afirmó, los principales problemas de la economía argentina hoy son sus déficits fiscal y cuasifiscal, un balance del Banco Central quebrado, la imposibilidad de acceder a nuevos créditos, la falta de dólares, el exceso de pesos, la creación endógena de pesos remunerados, la brecha cambiaria y una inercia inflacionaria de dos dígitos mensuales. En el marco de dichas inconsistencias, señaló las contradicciones de una Argentina donde "queremos tener la economía de bienestar de Suecia, pero con los impuestos de Paraguay".
En este sentido, se interrogó sobre las actuales propuestas electorales: "De los tres que quieren ser Menem, uno no te dice nada sobre el programa, otro tiene un programa pero no te lo cuenta y otro te dice 'dolaricemos'". En este sentido, señaló la necesidad de un plan de estabilización, de reformas para apuntalar la productividad sistémica y de garantías a la gobernabilidad.
"Las soluciones mágicas, 'conseguimos dólares para dolarizar' o 'bajamos la tasa de interés a la mitad y sacamos el cepo', tienen costos enormes. Deberías generar un programa de estabilización que requiere ordenar los precios relativos. No hay margen para hacerlo de forma gradual. El gradualismo hoy no es una discusión porque no tenés crédito y porque tu tasa de inflación corre a dos dígitos", concluyó Dal Poggetto.
Por su parte, la candidata a diputada nacional por la Libertad Avanza Diana Mondino estuvo de acuerdo en que un gradualismo difícilmente pueda funcionar en el contexto actual y, en términos de gobernabilidad, puso el acento sobre la necesidad de que una mejora en un sector o actividad no perjudique a otro. Con respecto a la brecha cambiaria, Mondino alertó al sector privado sobre la necesidad de mejorar significativamente la productividad porque "hay un montón de cosas que no van a poder continuar como hasta ahora".
A su vez, sostuvo la necesidad de liberar el cepo "lo antes que se pueda", aunque aclaró: "No sé cuándo se puede porque no sé qué podemos hacer con las Leliq y con el tipo de cambio". Para compensar el pasivo del Banco Central, afirmó que hoy habría que saldar deuda por US$ 35.000 millones de Leliq, varios miles de millones de importaciones autorizadas y deuda comercial, "nadie sabe" cuánto de SIRA autorizadas, por lo menos US$ 12.000 millones de retenciones cobradas por adelantado y US$ 12.000 millones de depósitos "de todos ustedes que creen que están en el banco...". "Hoy, lo que está faltando en el Banco Central es muchísimo más que las Leliq: según cómo sumás, US$ 90.000 millones", concluyó Mondino.
El expresidente del Banco Central Martín Redrado señaló el fin de una época: "Se terminó el populismo. Se terminó el crédito. Se puede hacer populismo cuando hay crédito doméstico e internacional...Apenas estamos contando las monedas y los derechos especiales de giro. Tenemos simplemente un programa de subsistencia". En este sentido, coincidió en la necesidad de salir del cepo lo más rápido posible e instó a garantizar el libre acceso de divisas a los sectores más dinámicos de la economía para asegurar la sostenibilidad de un plan de estabilización y crecimiento.
A su vez, destacó la necesidad de impulsar leyes que garanticen que el 30% de las divisas generadas por empresas exportadoras puedan ser mantenidas en el exterior, el desarrollo de nuevos tratados comerciales eventualmente bilaterales, una simplificación del sistema tributario, un impulso a las exportaciones mediante la reducción de retenciones, un plan federal de infraestructura y un eje en la energía y minería. Finalmente, alentó el diálogo con el Fondo Monetario Internacional, no para pedir nuevos préstamos, sino para negociar la extensión de los horizontes de los vencimientos de capital previstos para 2026-2030 a fines de que éstos se posterguen para el período 2030-2034.
Frente a las propuestas de reducir la emisión monetaria a través de "frenar la maquinita", el candidato presidencial Milei propuso "romperla directamente, así no la usan más". En cuanto a la potestad del Banco Central para emitir moneda, declaró: "Se viola el principio de igualdad ante la ley. ¿Por qué lo pueden hacer los políticos desde el Estado y no lo puede hacer el sector privado? Algo puede ser legal, pero es ilegítimo. Estamos frente a un robo y a un trato desigual ante la ley. En Argentina, nos ha salido bastante caro [...]. El primer argumento en contra del Banco Central es, no sólo de orden empírico sino, por sobre todas las cosas, moral porque robar está mal".
En este sentido, insistió sobre su propuesta de cierre del Banco Central al afirmar que la existencia de la institución no tiene sentido dado que la cantidad de dinero dentro de la economía estará determinada por la demanda de los individuos y, a su vez, "no existe tal cosa como una oferta óptima". En su opinión, el Banco Central sólo hace "daño" al determinar el nivel de precios. Sin nombrarlo directamente, aprovechó para invalidar la crítica que Carlos Melconian le hizo días atrás a su propuesta de cierre del Banco Central: "Decir que muchos países tienen Banco Central y usar eso como un argumento, hasta a un chico de 13 años, le debería dar vergüenza. Se llama falacia ad populum. Que lo hagan los demás, no quiere decir que esté bien".
Con respecto a un eventual proceso de dolarización, afirmó: "Hay un montón de formas de hacerlo. Yo no tengo la culpa de que sean los economistas de Juntos por el Cambio tan rudimentarios que no sepan hacer las cuentas. No tengo la culpa de que sean tan ignorantes en términos financieros".
En cuanto a los efectos colaterales de una dolarización, sostuvo: "Una de las estupideces más grandes que escuché es que dolarizar conduce a una hiperinflación". En este sentido, explicó que, dado que las Leliq y la base monetaria constituyen pasivo del Banco Central, al momento de rescatar la deuda, ésta se revalorizará y el nivel de precios asociado al rescate será menor. "Es todo lo opuesto a una hiperinflación. Justamente, nosotros proponemos esto para evitar la hiperinflación", garantizó Milei.
En cuanto a la velocidad de implementación de su plan de dolarización, dijo estar pensando en una solución progresiva como la implementada en El Salvador y que, cuando se cubran dos tercios de la base monetaria (ratio que simbolizaría una suerte de "referéndum"), se dolarice automáticamente.
"(El tiempo) lo va a determinar la gente: cuanto más rápido quieran los dólares, más rápido se hace", sostuvo el candidato. "Cuando nosotros dolaricemos, ustedes van a poder sacar todos los dólares del colchón y usarlos libremente. Ustedes tuvieron que meter los dólares en el colchón porque los delincuentes de los políticos los querían robar con el impuesto inflacionario y lo único que hicieron fue defenderse de esos chorros", afirmó.
"Lo bueno de la dolarización es que, como es irreversible, inexorablemente se hace creíble y, por ende, tiene las condiciones para que ese programa sea exitoso", concluyó el economista.
