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Argentina y la necesidad de motorizar el empleo registrado

Según los últimos datos del SIPA, hasta mayo se habían recuperado 83.000 trabajadores en puestos asalariados formales en empresas privadas

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Agustín Maza 16 agosto de 2021

Por Agustín Maza

Según datos del Ministerio de Trabajo, la cantidad de trabajadores registrados del sector privado se encuentra actualmente en niveles similares a los de 2011. Esta década perdida en cuanto a trabajos de “calidad” plantea un desafío importante de cara al futuro y refleja dificultades estructurales en dicha materia.

Difícilmente pueda generarse empleo formal en un país que tuvo caídas de su actividad económica en cuatro de los últimos cinco años: 2016, 2018, 2019 y 2020. Asimismo, la pandemia profundizó ese proceso y los economistas plantean que recién en 2022 se podría recuperar lo perdido en cuanto a nivel de actividad por el impacto del Covid-19.

Ese proceso se vio reflejado en el nivel de desempleo: la tasa de desocupación actual se ubica en 10,2 % y afecta a cerca de 2 millones de personas. A su vez, la pobreza alcanza al 42% de la población y refuerza la necesidad de generar tanto certidumbre económica como generación de empleo formal.

El peor momento de la pandemia, durante el segundo trimestre de 2020, dejó a cerca de 4 millones de personas sin trabajo, tal como se desprende del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). En ese marco, algunos sectores pudieron reponerse mejor que otros.

Sin duda, los más afectados por la crisis pandémica fueron los trabajadores del sector informal. En contraste, los asalariados privados registrados fueron protegidos por la prohibición de despidos y la doble indemnización, aunque todavía no volvieron a los valores de febrero de 2020: el último dato disponible (mayo) muestra que el stock fue de 5,8 millones. Los únicos empleos que sí registran saldos positivos son los públicos y los independientes. Eso marca la importancia que tiene revitalizar la contratación de trabajadores formales.

Década perdida

Según los últimos datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (Sipa), hasta mayo se habían recuperado 83.000 trabajadores en puestos asalariados formales en empresas privadas. De este modo, el número de empleados en esa modalidad ocupacional es mayor en 1% a abril de 2020, el primer mes en el que la pandemia impactó fuertemente en la economía.

No obstante, “para volver a los valores de febrero de 2020 faltan incorporar todavía 94.000 trabajadores más”, expuso el coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, Luis Campos. El especialista agregó que teniendo en cuenta el período de pandemia, el mercado formal parecería haber resistido bastante bien.Sin embargo, su evolución en el mediano plazo es mucho más preocupante: en mayo de 2021 había 387.065 trabajadores menos que en abril de 2018. “Yendo un poco más para atrás, la cantidad de asalariados registrados en el sector privado está en niveles similares a los de principios de 2011. Otra década perdida para el mercado formal de la fuerza de trabajo”, consideró Campos.

En concreto, entre mayo de 2011 y el mismo mes de 2021 hay un saldo negativo de 176.638 trabajadores. Por otro lado, hay más empleados públicos (679.628), de casas particulares (85.978) y por cuenta propia (516.030). “En otras palabras, los asalariados privados en los últimos 9 años cayeron 2,9% mientras que el sector público creció 26,2%, casas particulares 21,9% y los trabajadores por cuenta propia se incrementaron 27,1%”, detalló Campos.

En coincidencia, un trabajo reciente de la consultora LCG consignó que la relación de asalariados privados públicos es la más baja de la historia. Los números del Sipa muestran que por cada 10 empleados privados registrados hay casi 6 empleados públicos. “Una tendencia que se viene consolidando desde hace más de 10 años y se acentuó durante la pandemia”, afirmaron.

Heterogeneidad sectorial

Actualmente, una de las mayores dificultades para el crecimiento del empleo registrado tiene que ver con los sectores que no pueden funcionar plenamente, como es el caso de hoteles y restaurantes. En el otro extremo, la industria superó los niveles de la prepandemia.

El último reporte de panorama mensual del trabajo registrado, que realiza el Ministerio de Trabajo, reflejó la dinámica heterogénea que tienen los sectores para recuperar sus puestos de trabajo registrado. En el caso de la industria manufacturera y las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, ambos se encuentran en niveles de empleo superiores a los registrados previos al inicio de la pandemia: 2,2% y 3,4%, respectivamente.

Otro sector que muestra niveles de empleo por encima de los registrados antes de la pandemia son los servicios sociales y de salud (1,2%), que al tratarse de una actividad esencial experimentó un aumento en la demanda de empleo. Asimismo, la construcción aún se encuentra 5,7% por debajo del nivel del primer trimestre de 2020.

Por otro lado, se encuentran los sectores que todavía siguen condicionados por la pandemia. En este grupo, los hoteles y restaurantes es la rama más afectada. En efecto, el empleo del sector que presentaba una tendencia decreciente desde 2019, profundizó su tendencia contractiva como consecuencia de las restricciones aplicadas a la circulación. En abril, último dato disponible, mostró una caída del 1,4%, mientras que desde el comienzo de la pandemia presenta una contracción acumulada del 21,4%.

La visión empresaria

Sin duda, la incertidumbre macroeconómica sigue siendo uno de los principales problemas para la recuperación sostenida y la creación de empleo. Muchos empresarios sostienen estas preocupaciones vinculadas a la prohibición de despidos y la doble indemnización.

“Las regulaciones vigentes y los nuevos proyectos generan más incertidumbre en el marco laboral. La aplicación de incentivos a nuevas contrataciones y normalización del funcionamiento del mercado laboral se vuelven fundamentales para la recomposición del mercado laboral a largo plazo, junto con el incremento de la demanda agregada”, consideró recientemente la Unión Industrial Argentina (UIA).

Por su parte, el director de Invenómica, Pablo Besmedrisnik, consideró que durante 2022 se podría recuperar la caída de casi 10% del PIB que hubo por la pandemia el año pasado, pero no la capacidad de generar empleo. “En el mundo la salida de la pandemia significa recuperar cierto nivel de empleo. En Argentina tenemos una recuperación pero está vigente la prohibición de despidos y ese es un indicio de los problemas que tenemos”, concluyó Besmedrisnik.

En tanto, Jose Luis Ammaturo, Presidente de la Cámara de la Industria Metalúrgica Argentina (Camima) y titular de la Junta Directiva de UIA, coincidió con ese diagnóstico. “Necesitamos que esta situación mejore para combatir la pobreza”, dijo el empresario.

Para Ammaturo, la falta de trabajo registrado es un serio problema a resolver. “Visto desde el lado empleador, el principal problema es la falta de confianza en la legislación y las normativas actuales que liquidan a las pymes, las cuales representan un porcentaje importantísimo de los puestos de trabajo a nivel nacional”, agregó el industrial.

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LOS DATOS

5,8 M

En mayo había 5,8 millones de empleos privados registrados, menos de los 6 millones que había en febrero de 2020

13,8%

En mayo, hoteles y restaurantes fue el sector con peores números a nivel interanual: tuvo una caída de 13,8%

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La defensa oficial: comparar con Chile y Brasil

Entre el inicio de la pandemia y el nivel más bajo de empleo de empleo (registrado en el sector privado), que fue cerca de mediados de 2020, la contracción de esa variable fue del 17% en Chile, 14% en Brasil y sólo 3% en Argentina. Son países “que tienen modelos de relaciones laborales diferentes y que no aplicaron acciones para proteger el empleo registrado de una magnitud semejante a las instrumentadas en nuestro país”. Así lo muestra un informe del Ministerio de Trabajo. En esa primera parte, Argentina “bancó” mejor el shock recesivo.

El rebote laboral, sin embargo, fue mucho más veloz en los vecinos: desde el momento que evidenció el punto más bajo en el nivel de empleo hasta mayo pasado, dice Trabajo, “se observa una recuperación del empleo en las tres economías, aunque con distintas intensidades: es más fuerte en Chile (11%) y en Brasil (2,5%) que en Argentina (1,6%)”.

En el neto desde que llegó el Covid-19 hasta mayo pasado, rescata Trabajo, Argentina tuvo una menor pérdida de empleo (1,6%), dado que Chila (-7%) y Brasil (-11%).

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