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¡Argentina campeón del mundo en Qatar!

Argentina jugó un gran partido y se impuso ante Francia por penales

¡Argentina campeón del mundo en Qatar!
¡Argentina campeón del mundo en Qatar!
18 diciembre de 2022

Por Nicolás Piñón

¡Campeones del mundo! Gozalo, gritalo, créelo. La Scaloneta se adueñó de un lugar en la historia grande del fútbol venciendo a Francia por penales en la final más electrizante de la historia de los mundiales en Qatar 2022 y volvió a coronarse campeón del mundo. Lionel Messi es el nuevo rey con corona del fútbol mundial, vieja deuda que el fútbol saldó. La cúspide de la cúspide para el equipo que todos soñamos y que hizo el sueño realidad.

Bailando al último campeón mundial por gran parte del partido, dándole una paliza de fútbol, accedimos al lugar que todos soñamos, al que dudamos que llegaríamos de nuevo, ese por el que tantas apuestas juramos cumplir si llegaba y hoy, tras treinta y seis años, es una realidad paradisíaca.  

Contra el último campeón del mundo, contra el monstruoso Mbappé, no hay corazón que aguante la alegría de volver a reinar por encima de todos poniendo al sol argento en lo más alto. Por penales, por un Messi maradoneano, por Scaloni, por Angel Di María, por el Dibu, por Julián; por ser argentinos y tener al plantel más ambicioso del planeta fútbol.  Se dio lo que siempre soñamos, la razón por la que Messi tanto insistió es una realidad y algo que jamás le quitarán. La Copa del Mundo descansará cuatro años en la casa del más grande.

¿Pero porqué llegó la gloria? Los jugadores fueron los gigantes artífices de la gloria, pero el autor intelectual, la cocina del logro, está en el astuto cerebro del cuerpo técnico de Lionel Scaloni, que quedó como el entrenador con más títulos en la historia de la albiceleste y no para de crecer. 

Lo del técnico sorprende partido a partido: en la final se lució como un campeón más. Apeló al todo o nada apostando por la titularidad de un Di María que destilaba ganas de jugar pero también alguna ventaja física por falta de ritmo ubicándolo como extremo por izquierda, la mejor y más valiente decisión que pudo tomar en toda su estadía en Qatar. 

El nombre del Fideo, autor de goles en las finales de la Copa América en el Maracaná y en la Finalissima de Wembley, no podía dejar de anotarse en las páginas doradas de las finales y jugó 60 minutos de novela armando un gol y creando otro. Hizo la jugada del penal que Messi convirtió por 1-0 y clavó el segundo tras un contraataque formidable de todo el equipo. Partido supremo. 

El ojo del otro gran Lionel, Scaloni, fue clave para notar las heridas del rival e intentar lastimarlo por allí, su lado más permeable: Kounde, lateral derecho galo, es central nato y tirado al lateral quedó expuesto de todas las maneras posibles por Di María, que jugó por la izquierda cuando para el mundo entero era una fija encontrarlo por derecha. Y con un Angel brillando en tierra, ¿porqué no sería posible que la Scaloneta bailara a Francia, la candidata de todos, la que menos pagaba en las casas de apuestas? 

La ocasión lo exigía: era el primer partido ante un candidato serio a quedarse con el título y la albiceleste se guardó su mejor obra para mostrarle, in your face, quién es el número uno. El mejor de todos sin discusión. 

Porque los penales fueron una circunstancia, una hermosa excusa para que Dibu Martínez nos recuerde al mejor Goyco. Pero si hubiera sido una pelea de boxeo, Francia hubiera perdido por puntos por afano, como dicen en el barrio. 

Por eso la Scaloneta es campeona del mundo y será recordada por los siglos de los siglos. Porque en la mayor parte de la final, como en todos sus partidos, dominó a piacere a su rival, que más que a un monstruo como Mbappé no tuvo casi nada más como para codearse  con la Selección. Oro en polvo.

Dicen que el fútbol es contagio. Y en el particular caso de esta Selección, la de esta gloriosa tercer estrella, es difícil entender si el mismo se origina en las almas de los miles de hinchas argentinos que coparon el Lusail Stadium y energiza a los jugadores o viceversa: en definitiva, la sensación es que jugadores e hinchas tienen una voracidad inexplicable cuando de defender la camiseta albiceleste se trata y que eso los vuelve un trampolín desde el cual se puede saltar a cualquier pileta. 

Gritalo con Messi y Scaloni, enloquece! Messi y compañía se apropiaron de la tercer estrella como campeones del mundo y de aquí en más descansarán en la gloria por los siglos de los siglos. Como Diego y Pachorra Sabella que lo disfrutan desde arriba, creelo: ¡Argentina campeón del mundo!

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