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Así funcionaba la secta

Vinculan a Plácido Domingo con red criminal sexual de Yoga en Villa Crespo

Los fiscales vincularon a la estrella de ópera caída en desgracia con un grupo criminal en Buenos Aires que era una fachada para el tráfico sexual, incluso de menores, así como para otros delitos.

La estrella de la ópera Plácido Domingo.
La estrella de la ópera Plácido Domingo.
18 agosto de 2022

Los fiscales confirmaron este miércoles que vincularon al cantante de ópera Plácido Domingo con la operación de tráfico sexual de una banda criminal que operaba en el barrio porteño de Palermo.

Las autoridades realizaron 50 allanamientos la semana pasada contra el BA Group y obtuvieron una intervención telefónica que supuestamente incluye la voz de Domingo.

La policía detuvo a 19 personas , que operaban bajo el nombre de Escuela de Yoga Buenos Aires. También incautaron 37 propiedades y 13 automóviles.

Los canales de televisión han estado transmitiendo extractos de las supuestas grabaciones de audio obtenidas por escuchas telefónicas. Las fechas de las grabaciones no se han hecho públicas.

  • En un extracto, se escucha a un hombre que los fiscales dicen que es Domingo hablando con una mujer llamada "Mendy", supuestamente haciendo planes para un encuentro sexual.
  • En otro extracto, se escucha a "Mendy" pidiéndole al presunto líder de la red criminal, Juan Percowicz, que celebre que pudo confirmar los planes con el hombre, a quien se refiere como “Plácido”.
  • La banda ha sido acusada de estar involucrada en varias operaciones criminales, además del presunto tráfico de mujeres y menores.

El tenor español de 81 años fue acusado de conducta sexual inapropiada por unas 20 mujeres en 2019. Los representantes de Domingo dijeron en ese momento que cuestionaban enérgicamente las acusaciones, que describieron como "inexactas".

Renunció a la Ópera de Los Ángeles y poco después se retiró de la Ópera Metropolitana de Nueva York.

Detienen a otro de los involucrados en la causa de la secta de Villa Crespo

La policía detuvo anoche en la localidad bonaerense de Berazategui a Gabriel Armando Sorkin, un hombre de 49 años que tenía pedido de captura en el marco de la causa abierta por la secta desbaratada en el barrio porteño de Villa Crespo.

El detenido es una de las 24 personas sobre las cuales el juez federal Ariel Lijo, dictó pedido de captura y que permanecía prófugo desde el viernes pasado cuando se detuvo a los cabecillas de la secta.

  • Sorkin está acusado de integrar una secta de trata de personas que sometía a sus víctimas a explotación sexual y laboral, según dijeron fuentes policiales.

Entre los detenidos está Percowicz, un hombre de 84 años, líder de la organización y que ya había estado vinculado con una investigación similar, tres décadas atrás y por hechos similares.

La causa

En la causa se investiga a la organización a la que pertenecen -BA Group y sus subsidiarias Escuela de Yoga Buenos Ares (EYBA) y Clínica CMI Abasto- por trata de personas con fines de explotación sexual y laboral, según informaron fuentes policiales y judiciales.

Para los investigadores, Percowicz era el creador y líder de la organización, pero bajo su orden había una línea de al menos 18 personas que lo secundaban y que tenían a su cargo los distintos "emprendimientos".

La organización tenía tres grandes ejes de donde conseguir ingresos: uno era el sector de salud, que incluía la internación por adicciones, el suministro de psicofármacos, y el funcionamiento de una clínica en donde se prometía la "sanación".

  • Un segundo eje era el "sobre ceremonial", que se basaba en el pago mensual de US$ 200 por parte de los "alumnos" para ser parte de la organización, que podía llegar hasta la suma de US$ 10.000, dependiendo el alumno.
  • Por otra parte, a los "alumnos" se les apropiaban sus bienes y se los colocaba a disposición de la organización, haciéndolos firmar, en algunos casos, testamentos a favor de sus miembros.

El tercer eje de la organización, y una de las principales fuentes de financiamiento, era la explotación sexual de alguna de sus "alumnas", que en la jerga de la organización denominaban "geishado VIP" o "palomear", que consistía en enviarlas "a mantener encuentros sexuales con personas de elevado poder económico para obtener dinero, protección y/o influencias".

Su objetivo era captar a empresarios o personas de poder para "obtener grandes sumas de dinero para la organización".

Los investigadores creen que la organización captaba a "alumnos y alumnas" desde al menos el año 2004 y "contaba con una estructura jerárquica y piramidal de la que participaban aproximadamente 179 alumnos, repartidos entre sus diversas sedes ubicadas principalmente en esta ciudad, y en Las Vegas, Chicago y Nueva York".

La organización tenía su sede porteña en un edificio ubicado en Estado de Israel al 4457, lindera con un supermercado chino y un local de repuestos de automotores, cuyo empleado aseguró a Télam no haber visto "nada" extraño.

En cuanto a la construcción, de color verde agua con varios balcones llenos de plantas, cuenta con dos entradas con la misma numeración, una de las cuales se encontraba con uno de los vidrios rotos, a raíz del allanamiento que realizó la policía el viernes pasado, explicó una vecina que vive a pocos metros del edificio.

"Lo único que se escuchó fue cuando rompieron el vidrio de la puerta, pensé que era algo de drogas y la verdad no tenía ni registro del edificio, vivo hace poco acá pero nunca vi nada", señaló la mujer.

"Cuando yo salí vi que llegaron como 30 policías, el SAME, los bomberos, vallaron todo y pusieron unas camillas a disposición con las que sacaron a gente mayor del edificio; no sé si estaban descompensados por la situación o si tendrían algo que ver con la secta", añadió.

Por último, señaló que en el edificio "hay algunos pisos de gente común, digamos, viviendo y el resto los usaban para tráfico de personas, prostitución... todo lo que ya escuchamos".

Otra vecina, residente de la misma cuadra, sostuvo que si bien "pensábamos que era una escuela de yoga, se veía mucho movimiento por fuera de lo normal, gente que entraba y salía, y algo raro se veía".

Por último, una mujer que salía de hacer las compras diarias en el supermercado vecino, explicó que hace más de 30 años que vive en el barrio y, siempre que pasó por la zona, vio "autos lujosos y entrada de mucha gente".

"A diferencia de uno que vive en el barrio y es clase media, siempre se vio gente de clase más alta, por el tipo de personas que salían del lugar", concluyó.

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