Investigadores de la Universidad Estatal de Oregón, en EE.UU., dicen que los efectos dañinos de la exposición diaria y permanente a la luz azul empeoran a medida que la persona envejece.
La luz natural es fundamental para un ritmo circadiano saludable, que es importante para los patrones de alimentación y sueño de una persona. Sin embargo, estar constantemente expuesto a la luz azul interrumpe el sueño y provoca trastornos circadianos.
Jaga Giebultowicz, investigadora de la Facultad de Ciencias de OSU que estudia los relojes biológicos , señala que las personas están expuestas a cantidades cada vez mayores de luz en el espectro azul porque los LED emiten una fracción alta de luz azul.
"Esta tecnología, la iluminación LED, incluso en la mayoría de los países desarrollados, no se ha utilizado lo suficiente como para conocer sus efectos a lo largo de la vida humana", dice Giebultowicz en un comunicado de la universidad.
“Existe una creciente preocupación de que la exposición prolongada a la luz artificial, especialmente a la luz LED enriquecida con azul, pueda ser perjudicial para la salud humana. Si bien aún no se conocen los efectos completos de la exposición a la luz azul a lo largo de la vida en los humanos, el envejecimiento acelerado observado en el organismo modelo de vida corta debería alertarnos sobre el potencial de daño celular por este factor estresante”.
Los investigadores del estado de Oregón analizaron las tasas de supervivencia de las moscas de la fruta comunes que se mantuvieron en la oscuridad y luego se trasladaron a edades más avanzadas a un entorno de luz azul constante de los LED. Se utilizó la mosca de la fruta porque comparte mecanismos celulares y de desarrollo con otros animales, incluidos los humanos.
Las moscas pasaron de la oscuridad a la luz a las edades de dos, 20, 40 y 60 días. El estudio involucró el efecto de la luz azul en las mitocondrias de las células de las moscas. Los investigadores dicen que las mitocondrias actúan como la planta de energía de una célula, creando trifosfato de adenosina, una fuente de energía química.
Investigaciones anteriores mostraron que la exposición prolongada a la luz azul afectó la longevidad de las moscas, incluso si brillaba o no en sus ojos. Las moscas tenían vidas más cortas después de estar expuestas a ciclos diarios de 12 horas en la luz y 12 horas en la oscuridad, en comparación con las moscas mantenidas en la oscuridad total o aquellas mantenidas en la luz con longitudes de onda azules filtradas.
Los investigadores dicen que las moscas tenían problemas de locomoción porque la luz azul dañaba las células de la retina y las neuronas cerebrales. Tenían una capacidad disminuida para escalar las paredes de sus recintos.
“El aspecto novedoso de este nuevo estudio muestra que la exposición crónica a la luz azul puede afectar las vías de producción de energía incluso en células que no están especializadas en detectar la luz”, dice Giebultowicz. “Determinamos que las reacciones específicas en las mitocondrias se redujeron drásticamente con la luz azul, mientras que otras reacciones se redujeron con la edad, independientemente de la luz azul. Puede pensar en ello como la exposición a la luz azul agrega más agresividad a la lesión en las moscas envejecidas”.
Los investigadores sugieren que, para combatir la luz azul, las personas deben obtener anteojos con lentes ámbar. Esto filtra la luz azul y protege sus retinas. También puede configurar sus teléfonos, computadoras portátiles y otros dispositivos para bloquear las emisiones azules.
El estudio se publica en Nature Partner Journals Aging.
