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Una nueva oportunidad para las pymes, en momentos de incertidumbre mundial

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04 mayo de 2021

Por Sebastián A. Bianchi (*)

En momentos de crisis, habitualmente se presentan oportunidades para generar cambios estructurales en nuestras vidas, ya sea tanto a nivel personal como a nivel profesional. La aparición del concepto industria 4.0 (I4.0), término que nació en Alemania en 2011, es un claro ejemplo de ello, dado que genera la expectativa de provocar cambios disruptivos en el ámbito empresarial, a través de la optimización de los procesos de automatización y digitalización, apoyándose en principios de la electrónica y las tecnologías de la información y comunicación, generando impactos positivos a través de la mejora en los lotes de producción, calidad y logística.

Si bien dichos aspectos pueden ser visualizados de gran forma en su aplicación en industrias, muchos de los conceptos pueden ser aplicados en empresas de servicios o incluso en otros ámbitos en donde ya se han percibido mejoras por la inclusión de la automatización, como en los sistemas de producción rurales o incluso en la salud, dando lugar a nuevas terminologías como Salud 4.0.

Si bien la pandemia ha provocado el deterioro de una gran cantidad de pymes de nuestro país, asfixiadas principalmente por la disminución de los consumos cotidianos que afectan los volúmenes de ventas; las cargas impositivas y la escasa, o nula, productividad por no disponer del personal formado ante las actuales disposiciones sanitarias, todo eso genera en el círculo empresarial, al menos, el replanteo acerca del impacto en los costos y presiona en la búsqueda de un horizonte, con alternativas renovadas que permitan atravesar con éxito el tránsito hasta la salida de la crisis actual.

Es por ello que parte del sector empresario pyme espera que el Estado acompañe y siga promoviendo planes de desarrollo productivo, que estimulen la implementación de nuevas herramientas tecnológicas para el sector y que, a través de ello, se desarrollen nuevas metodologías de trabajo, donde los nuevos roles, la comunicación y las relaciones de integración entre diferentes áreas jerárquicas sean los pilares que aseguren que la productividad y el crecimiento sean sostenidos con la implementación de las nuevas tecnologías.

Ese proceso virtuoso, además, ayuda para la toma de decisiones, ayuda a realizar y controlar las tareas en forma remota, mejorar la calidad de los productos o servicios a través de tecnologías de Big Data y Analytics, la incorporación de Cobots (robots colaborativos), la Integración de los sistemas informáticos en todas sus etapas, la ciberseguridad y la información en la “nube”, entre muchas otras.

También es cierto que si bien la teoría se manifiesta de manera optimista, su implementación en el actual contexto no es una tarea sencilla, dado que contamos con diferentes obstáculos como la falta de personal calificado, la escasez de recursos para inversión, la carencia de infraestructura y un escenario macroeconómico inestable.

Más allá de lo señalado, debemos reflexionar paralelamente acerca de la capacitación para el empleo, dado que la inserción de estas tecnologías permitirá un aumento de la necesidad de perfiles más capacitados y una disminución de los menos formados y, por ello, es sumamente relevante y necesaria la aparición de ofertas académicas que faciliten la incorporación de estas nuevas habilidades a nuestra sociedad.

La buena noticia es que algunas universidades de nuestro país, alineadas con el avance académico europeo en la temática, se encuentran en proceso de desarrollo de nuevas ofertas académicas, buscando brindar solución y visibilidad al novedoso paradigma de estas nuevas tecnologías. En una primera aproximación, y como participante de un equipo de investigación que persigue el conocimiento sobre cómo se introduce la I4.0 en las pymes de Argentina, es posible adelantar que se observa un mayor interés en la adopción de estas prácticas por parte de las empresas de servicios y que debemos trabajar en la difusión en el ámbito industrial acerca de los enormes beneficios que puede generar en sus organizaciones.

Sin dudas, en este contexto altamente complejo, el concepto de Industria 4.0 se constituye en una excelente opción que permite optimizar los lotes de producción, mejorar los costos y llegar al mercado con productos o servicios de mayor versatilidad y competitividad. En definitiva, nos da un respiro, brindando mayor capacitación y mejores formas de trabajo, mostrándonos una llama de esperanza para seguir adelante y prepararnos para cuando el mundo retome su normalidad

(*) Colaborador Académico de la Carrera de Ingeniería Industrial e Investigador de la USAL

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